Los extras que los ricos añaden a sus coches: desde tecnología de caza de combate hasta relojes
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Carrocería de carbono azul del McLaren Speedtail (525.000 €)
El McLaren Speedtail posee una tecnología vanguardista importada de la geometría variable de la aviación moderna y de cazas de combate como el F-22 Raptor. En consecuencia se trata de uno de los hiperdeportivos más cotizados del mercado. Dentro de sus múltiples opciones de personalización se encuentra la espectacular carrocería vista de carbono en color azul, que supone un coste extra de más de medio millón de euros.
Fibra de carbono exterior del Bugatti Divo (469.000 €)
Bugatti es especialista en componentes de fibra de carbono para sus coches. En 2018 del hiperdeportivo Bugatti Divo se han fabricaron 40 unidades. Existía la posibilidad de incluir un exterior acabado en fibra de carbono, con un precio de 6 millones de euros. Todas las unidades ya estaban vendidas el día de su presentación y el último fue entregado en 2021. Algunos de los compradores optaron por incluir esta carrocería para un coche que desarrolla 1.500 caballos de potencia y cuya velocidad está limitada a 380 km/h.
Cambio manual para el Pagani Zonda (295.000€)
Este extra de lujo consiste en el cambio de la caja de cambios automática para pasar a un cambio manual con el fin de poder disfrutar mucho más de la conducción aunque su coste es de 295.000 €. Una de las últimas unidades fabricadas con este tipo de cambio, salió de fábrica con un coste de 2 millones de euros y fue subastado en Sotheby’s con un precio final de 6 millones.
Reloj Breitling Tourbillon del Bentley Bentayga (200.000 €)
Uno de los extras de lujo más exclusivos del Grupo Volkswagen para sus coches. El Breitling Mulliner Tourbillon es un reloj automático de primera categoría. Se basa en el Mulliner Tourbillon, un reloj de pulsera encargado por Bentley a Breitling. El SUV de la firma británica monta de serie un reloj Breitling en su salpicadero, pero puede sustituirse por la joya de la corona de la marca de relojes de pulsera, el Mulliner Tourbillon. Éste, adaptado a su versión para el coche eleva su precio hasta los 200.000 €.
Le caracteriza la caja de oro macizo que también puede ser en oro blanco o rosa, con ocho diamantes en su esfera y una mecánica de precisión. Se trata de un reloj automático que se alimenta con el movimiento y si no se usa, hay que darle cuerda manualmente.