Bugatti Bolide desafía los límites de la física con su espectacular aerodinámica
Exclusividad, alto nivel, único, así es como podemos describir a los vehículos de alta gama que existen en el mercado. No son muchas las marcas que los desarrollan y, los que lo hacen, quieren crear hitos únicos con prestaciones que marquen la diferencia. Aun así, hay casas de motor que no tienen descripción y una de ellas es la francesa Bugatti. Conducirlo te atribuye un estatus social superior y es uno de los mejores deportivos del mercado. Su categoría es indescriptible y, con su nuevo modelo, el Bugatti Bolide, aún más.
La casa francesa de motor está en auge y mantiene en secreto su nuevo diseño, puesto que al Bugatti Bolide no los veremos en pruebas en carreteras abiertas al público, conviviendo con otros usuarios. Este hipercoche se está desarrollando en pistas de pruebas muy alejadas de las temidas fotos espía, las cuales intentan desvelar su avance, y en superficies donde el asfalto es de una calidad que supera el nivel de excelente y completamente limpia, con rectas kilométricas para desplegar todo su potencial.
De hecho, la marca ha confirmado que sus pruebas se están llevando a cabo en las pistas de aterrizaje y despegue de una base aérea, cuyo nombre no ha desvelado para evitar que los más curiosos logren captar una instantánea. El secreto es tal que, ni siquiera se han planteado cerrar el circuito de Nürburgring como los de Molsheim lo han hecho en las ocasiones que han anunciado un récord de velocidad del Chiron, el modelo en el que está basado el Bolide, el modelo más exclusivo de Bugatti.
Por lo que se ha podido desvelar, sobre el diseño exterior vemos una carrocería que está repleta de tomas de aire y de formas moldeadas de manera casi imposible para que el aire a alta velocidad no afecte a su poderoso rendimiento, siendo la aerodinámica la verdadera clave de la máquina más preciada, hasta el momento, de Bugatti. Capaz de generar hasta 2,5 de fuerza lateral en las curvas y nada menos que tres toneladas de carga aerodinámica según la velocidad, el Bolide es una verdadera obra de ingeniería equipada con un difusor en la parte delantera capaz de comprimir el aire que penetra frontalmente y expandirse creando un efecto succionador que pega literalmente al Bolide al asfalto, saliendo por detrás de los neumáticos delanteros.
Las aletas delanteras actúan como cortinas de aire, dejando que este fluya por los laterales de la carrocería, encauzado hacia los intercoolers laterales gracias a un más que estrecho habitáculo. Puede parecer banal, pero hasta los espejos retrovisores también se han diseñado para desviar el aire hacia los intercoolers. Por supuesto, el ajuste eléctrico del spoiler trasero, con especificaciones concretas sobre la base de una serie de valores que compensan la carga aerodinámica y la resistencia a gusto del conductor y según las condiciones de conducción. Un hipercoche que pesa solo 1.451 kilogramos, con las mismas especificaciones del Chiron más sofisticado, con su potente motor W16 de 6.0 litros y cuatro turbos que desarrolla una potencia máxima de 1.600 CV, pero que cuesta un par de veces más que el modelo base. Cuatro millones de euros por cada una de las 40 unidades, y todas ya vendidas, que llegarán a los propietarios a lo largo del próximo 2024.
