Gastro

Vivimos una experiencia gastronómica-sensorial en A’nómalo

Foto: A'nómalo

Cuando hablamos de gastronomía sensorial nos referimos a comer con los cinco sentidos. Un delicioso y agradable viaje lleno de experiencias que arropan sabor, olfato, tacto, vista y oído. Amplificar los sentidos y convertir la gastronomía en más que una experiencia gustativa se está convirtiendo en tendencia. Las cocinas abiertas y las barras ya no son novedad en los restaurantes, pero cierto es que son un detalle que enriquece al máximo la experiencia. Esta forma de organizar el espacio permite al cliente ver los procesos de preparación del plato, las técnicas empleadas en las recetas e, incluso, posibilita la interacción de los chefs con los comensales. Hoy en COOL visitamos A’nómalo en Madrid para vivir la experiencia desde su elegante barra –capaz de arropar a 20 comensales- y entrevistar a su chef, Toni Roselló. Emprende este irrepetible viaje gastro-sensorial con nosotros y conoce una de las barras más completas de Madrid. ¡Comenzamos!

Foto: A’nómalo

A’nómalo

Un restaurante con técnicas culinarias innovadoras ubicado en el interior de A’Barra, C/ del Pinar, 15.

Foto: COOL / Marta Morales

A’nómalo ofrece una atmósfera diferente para jugar a través de los cinco sentidos. Se trata de un espacio innovador que combina la buena calidad del producto con técnicas culinarias innovadoras. En este maravilloso restaurante encontrarás preparaciones sofisticadas con un toque especial y distinguido sobre la misma barra.

Foto: COOL / Marta Morales

Para dar inicio a esta experiencia y para finalizarla se realizan un par de juegos, como, por ejemplo, un órgano musical con frutas y verduras, y un juego de cartas, para que el comensal que gane pueda disfrutar de una deliciosa kombucha A’nómalo en casa.

Foto: COOL / Marta Morales

Además, durante toda la experiencia, los comensales son acompañados por las mejores obras musicales del célebre Quentin Tarantino. Todo ello con el propósito de que el comensal navegue desde el primer plato hasta el último y las tres horas sean de máximo disfrute.

Foto: COOL / Marta Morales

Platos dulces y salados en las manos de profesionales de la alta cocina que interactúan con el comensal y brindan al cliente una experiencia inolvidable. El exquisito menú de A’nómalo presenta un juego sensorial a través de trece elaboraciones –saladas y dulces– que convierten una deleitosa comida o cena en una absoluta experiencia sensorial.

Foto: COOL / Marta Morales

El arte de emplatar es una práctica efímera, una vez que se come, la obra de arte desvanece.  y queda solo el recuerdo. Pero la magia y las sensaciones percibidas se quedan por largo tiempo en nuestra memoria.

Foto: COOL / Marta Morales

Entre los trece platos de este delicioso menú que degustamos, y en el cual Joselito fue claro protagonista en la mayoría de pases, nos gustaría destacar la corteza suflada, los guisantes lágrima maresme, el niñoyaki de sepia en tempura y la ensaimada mallorquina con helado esencia Joselito. Pero, cabe destacar que A’nómalo ofrece un nuevo menú cada cuatro meses. Todos ellos mantienen un equilibrio mar y tierra, lo que proporciona una experiencia aún más completa.

Foto: COOL / Marta Morales

A lo largo de esta maravillosa y exquisita comida, conversando sobre la experiencia culinaria 360º que ofrece A’nómalo, su chef Toni Roselló nos respondió a algunas curiosas preguntas.

Foto: COOL / Marta Morales

Pregunta: Tanto con la atmósfera como con cada plato jugáis con los cinco sentidos. ¿Cuál es vuestro propósito y cómo se consigue?

Respuesta: «Nuestro propósito es que el comensal nos visite y disfrute de una experiencia donde influyan los sentidos como, por ejemplo, el oído. Para ello tenemos esta grabación de Tarantino que es un hilo conductor que son canciones que se hicieron para una barra en distintas películas. Por otro lado, la vista con este espacio diferente y anómalo, así como a través de los platos. La seducción de un plato bello es muy importante a la hora de comer. Además, el olfato puesto que juega un papel importante tanto en los olores de la comida como en el espacio. Aunque, lo más importante de todo para nosotros es el gusto. Nuestros platos destacan por sus sabores marcados que permiten conocer el producto principal como base de nuestra creación».

Foto: COOL / Marta Morales

P: A’nómalo invita a compartir esta experiencia tanto con los cocineros como con el resto de comensales. Un concepto de moda, pero que quizás para alguna gente resulta un tanto innovador. ¿Qué perfil suele acudir a vivir esta experiencia?

R: «Sobre todo acude un perfil muy abierto y sociable, con ganas de conocer, de compartir y probar cosas nuevas. Al final, cuando los comensales vienen disfrutan de la experiencia con su pareja, con su familia o amigos, pero en realidad estás acompañado de muchas más personas. Considero que es un punto diferenciador entre una barra en la que está todo el mundo sentado seguido y una barra como esta en la que estás viendo a cocineros cocinar y emplatar tu comida en ese preciso momento. Esto invita a crear una atmósfera muy cercana».

Foto: COOL / Marta Morales

P: Vuestra completa oferta gastronómica ofrece exquisitos platos tanto con carne como con pescado. ¿Cuál ha sido vuestro criterio a la hora de diseñar la carta y qué buscáis transmitir a través de cada plato?

R: «Nuestro criterio como en cada menú que hacemos es el producto de temporada de la mejor calidad. Además, envolver este producto con elementos que acompañen. Nuestra línea de trabajo siempre ha sido esa: tener siempre presente la creatividad y lo diferente».

Foto: COOL / Marta Morales

P: Si tuvieras que destacar dos o tres platos que más apasionan a los comensales, ¿cuáles dirían que son?

R: «Uno de los platos que más apasionan a nuestros comensales son los guisantes del Maresme fresco, que vienen directos de la huerta a A’nómalo, donde simplemente lo que hacemos es acariciarlos por las parrillas a penas un minuto y los servimos junto a un caldo de anguila humada y una espuma láctica. Creo que la gente está impresionado con este plato porque no todo el mundo ha podido probar los guisantes frescos y al comerlo se quedan anodadados».

Foto: COOL / Marta Morales