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Visitamos el Pazo Fillaboa: un romántico paseo entre viñedos y obras de arte

Foto: @masaveubodegas

Cuenta la leyenda que hubo un tiempo en el que en el Pazo Fillaboa vivía un conde con sus tres hijas. Y, como en el cuento de La Cenicienta de Charles Perrault, dos de ellas eran muy malvadas y envidiosas, y la otra, en cambio, era muy buena. Por eso, gracias a su bondad, dicen que la hija buena heredó la extensa propiedad en su totalidad. Una finca de más de 70 hectáreas, salpicada de viñedos, y con un imponente pazo de piedra del siglo XIX que hoy en día es la Bodega Fillaboa de la familia Masaveu. Un nombre que hace honor a la hija buena (filla boa, en gallego), convertida en la dueña de la enorme finca, la más grande de Galicia con viñedo propio y en un enclave privilegiado. Situada en un valle con microclima y magníficas vistas al río Miño, esta bodega actualmente se puede visitar.

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Se trata de la única bodega gallega que forma parte de la Asociación Grandes Pagos de España

Localizada en Salvaterra de Miño (Pontevedra), -localidad fronteriza con Portugal famosa por sus lampreas y su magnífico Museo del Vino, antes Castillo de Doña Urraca-, esta bodega centenaria abre ahora sus puertas al viajero que quiera disfrutar tanto de sus deliciosos albariños y licores como de la interesante riqueza cultural de este mágico rincón del sur de Galicia, muy próximo a la histórica ciudad medieval de Tuy.

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Una ciudad que también merece una visita con su catedral medieval y su agradable paseo a orillas de río coronado por el puente centenario de hierro que cruza al país vecino.

Foto: Catedral de Tuy

Una bodega pequeña, donde dicen con orgullo que son ‘artesanos del vino’. Donde buscan la máxima calidad y no la cantidad y vendimian siempre de forma manual. “La evolución climática nos favorece, salvo en el tema de los insectos”, explica Antonio, el encargado de campo de toda la vida.

El excelente cuidado del viñedo es una línea roja obligatoria en este lugar

Foto: @masaveubodegas
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La finca escalonada, que mira al Miño con 50 hectáreas tanto de viñas emparradas como en espaldera, está dividida en 12 parcelas orientadas al sur con una edad media del viñedo de 30 años.Pero visitar la Bodega Fillaboa no sólo supone disfrutar de la cata de sus vinos. La experiencia incluye una sorpresa en el interior del pazo, porque en sus paredes luce una selección de la colección de arte de la Corporación Masaveu.

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Una colección privada que figura entre las mejores de España, y que abarca valiosas obras de arte, desde la Edad Media hasta la actualidad.

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Este hermoso lugar escondido entre los ríos Tea y Miño con la uva albariño como protagonista, posee además de un romántico jardín con camelias, olivos, magnolios y castaños. Y como colofón, un puente medieval, el Puente de la Fillaboa, que fue la antigua entrada a esta propiedad rodeada por un muro de piedra de 1.600 metros. ‘Hórreo, capilla, palomar y ciprés, pazo es’; dice el popular refrán gallego. Y así es. Fillaboa cumple con su capilla de 1909, parcialmente reformada con un retablo y obras de arte del siglo XVI, su palomar, su hórreo y su ciprés.

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En el año 2000, cuando los Masaveu adquieren esta impresionante finca, comienzan a plantar y a cuidar con mimo los viñedos y también a restaurar, con el mismo mimo, este histórico lugar. Respeto absoluto por el medio ambiente y apuesta por la investigación la innovación son las claves.

Foto: @masaveubodegas

Un buen ejemplo son los mini depósitos de acero inoxidable, en los que realizan micro vinificaciones con el objeto de hacer ensayos e investigar a modo de laboratorio. Isabel Salgado, la enóloga de Fillaboa desde hace más de dos décadas, supervisa con ojo de experta, todo lo que allí acontece.

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Esta bodega elabora un exquisito y cuidado vino albariño con tres referencias: Fillaboa, Fillaboa Selección Finca Monte Alto y La Fillaboa 1898, considerado la joya de la corona de la casa.

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Fillaboa 2022 es un albariño 100% que se centra en potenciar los aromas primarios de la uva albariño junto con la singularidad del terroir. La fermentación alcohólica se realiza en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada entre 14ºC y 16ºC. Posteriormente, se conserva en depósitos sobre lías finas durante un mínimo de 6 meses.

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Por su parte, Fillaboa Selección Finca Monte Alto 2019 también elaborado 100% con uvas de la variedad albariño, posee 24 meses de crianza sobre lías en depósitos de acero inoxidable sobre sus lías y procede del pago Monte Alto, una de las parcelas más emblemáticas de Fillaboa, a 150 metros sobre el nivel del mar y un suelo arenoso procedente de la descomposición del granito.

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La Fillaboa 1898 2016 es el vino premium de la bodega, elaborado 100% con uvas albariño de una de las mejores parcelas, Monte Alto, y con un mínimo de seis años de crianza sobre lías en depósitos de acero inoxidable.

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Una bodega que abre sus puertas y da la bienvenida a los visitantes que deseen disfrutarla in situ a través de sus experiencias de enoturismo coordinadas por Chelo Miñana. “Queremos ser anfitriones, que vengan a visitarnos, y si no sabes de vino… pues no pasa nada”, explica. Una visita que va más allá del vino, porque “se trata de fortalecer un destino y desarrollar un territorio, es decir, que la bodega transmita la cultura de este lugar, sus costumbres, su gastronomía y sus tradiciones”.

Foto: @masaveubodegas
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La cata de los vinos está acompañada, por lo general, de un producto gastronómico artesano de la zona. La duración de la visita oscila entre los 40 minutos y las dos horas, según la experiencia escogida. La bodega organiza también eventos de empresa en espacios interiores y exteriores. Un planazo, sin duda.

Además, para finalizar y completar el recorrido enoturístico, en la Finca Coto de Prado, propiedad también de Bodegas Fillaboa, localizada en la cercana parroquia de Santiago de Ribarteme, se puede disfrutar de unos dibujos en la roca de granitos, que encontraron en el año 2002 cuando iban a plantar viñas en esa soleada y elevada zona. Son petroglifos prehistóricos. Unos curiosos grabados, -que están protegidos por su importante valor arqueológico-, con representaciones de motivos geométricos en su mayoría.

En total, siete diferentes grupos en perfecto estado de conservación, cuyo significado exacto se desconoce, pero que evidencian el interés de esta bodega por mantener intacto este importante yacimiento arqueológico que también se pueden visitar. Una muestra más del amor al vino y a las obras de arte de la familia Masaveu.

Foto: @masaveubodegas

La familia Masaveu adquiere en 1974 la primera bodega, Bodegas Murua, pero las plantaciones de viñedo de la familia datan de mediados del siglo XIX, concretamente en Castellar del Vallés de donde es originaria la familia y donde Federico Masaveu Rivell inició los pasos que un siglo más tarde continuarían sus descendientes. Desde entonces, Masaveu Bodegas ha ido creciendo hasta convertirse en un referente, por la calidad en la elaboración de sus vinos en diferentes DO’s: Murua (DOCa Rioja), Fillaboa (DO Rías Baixas), Pagos de Araiz (DO Navarra), Leda (Vino de la Tierra de Castilla y León) y Valverán (Asturias).