Cumplir años es una gran alegría, eso significa que seguimos vivos. Y en el mundo que habitamos, es motivo de celebración de verdad. Sobre todo en lo que a marcas se refiere, ya que aunque es importante triunfar, lo verdaderamente interesante de una marca es que se mantenga en el tiempo. Es el caso de Trudon, que celebra su 380 aniversario, casi 400 años de existencia. La Fábrica Real de Cera, conocida ahora como Trudon, lleva cuatro siglos demostrando que la elegancia es atemporal… Sobre todo en lo que a velas se refiere.
Trudon lleva tantísimo tiempo indemne por varios motivos que hay que relatar: por la calidad de sus velas, realizadas con materiales nobles, por sus perfumes, por su filosofía -tan ligada al estilo de vida francés- y por la espiritualidad que rodea cada una de sus velas. Porque las velas nos iluminan en todos los sentidos. Por todas estas razones, según explican desde la marca, Luis XVI ha sido un gran defensor de Trudon. «Trudon es la proveedora oficial de la familia real y la Comédie Française», explican desde la firma.
«La marca nació en 1643, y ha llenado de luz a la corte de Luis XVI, pero también a las catedrales francesas», relatan desde Trudon. La marca nace en 1643 cuando Claude Trudon abre una tienda en la icónica rue Saint Honoré de París. Allí vendería especias y velas, en 1702 abre la fábrica y es en 1719 cuando la fábrica es Real Fábrica. Jérôme, heredero de Trudon, compra la Real Fábrica de Cera y empieza a perfeccionar la técnica. En 1811 la fábrica es la proveedora oficial de la corte imperial en el país francés y es en 1889 cuando en la Exposición Universal de París, Carrière Frères, que es sucesora de la Familia Trudon, recibe felizmente una medalla de oro a la innovación. Años después surgirán las velas perfumadas, los perfumes y demás productos… Pero estos son solo algunos de los capítulos más importantes de estos 380 años.
«Trudon ofrece perfumes con historia para una nueva gama de velas perfumadas. Desde el ostentoso Antiguo Régimen, hasta el refinado Renacimiento, desde la pompa imperial, hasta la Belle Époque parisina, desde el Oriente soñado por los pintores, hasta los juegos surrealistas. Desde entonces hasta nuestros días, las fragancias de la casa Trudon revisitan ‘a la francesa’ un momento de la Historia, arrojando algo de luz a la pequeña leyenda del buen gusto, el placer y la sabiduría». Una buena explicación para entender porque es una marca con casi 400 años de antigüedad.
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Pero, ¿cómo es la vela Trudon? Cada uno de los vasos está realizado a mano, en Vinci, Italia. Son vasos artesanales, únicos, cuya forma se inspiran en los cubos de champagne. Francia siempre presente. las fórmulas de las velas hacen que la calidad de su olor y de su combustión sean prácticamente perfectos. ¿Dónde se fabrican? En Normandía, talleres en los que se realizan las mechas, que son de algodón, y en los que a veces se encuentran algunos de los mejores perfumistas del país, que colaboran con Trudon. ¿Y por qué es tan importante el símbolo de la colmena? «Porque rinde tributo a las abejas, que son las que han contribuido a la calidad de las velas de la Maison Trudon a lo largo de los siglos». Tiene sentido, ¿no?
Los perfumes, como te decíamos, son importantísimos en una marca como esta. Ellos apuestan, igual que existe la Haute Couture, por la Haute Parfumerie. Son olores especiales, que se te pegan a la piel. Igual que muchas veces huimos de los perfumes más comerciales y queremos algo singular para nosotros… En nuestro hogar queremos respirar lo mismo, nunca mejor dicho. Para sentirnos como auténticos reyes en casa. Porque de alguna manera, también nos hace ilusión formar parte de la historia de una firma como esta.