La suite más cara del mundo cuesta 100.000 euros la noche y está en Dubái
¿Quieres vivir el lujo más extremo en la suite más cara del mundo? Bienvenido al Atlantis The Royal, el hotel en el que podrás dormir en la habitación más exclusiva del planeta. Hablar de Dubái es hacerlo de lujo, excentricidades y exclusividad. Es por eso que el récord de la suite más cara del mundo sólo podían tenerla ellos. Tiene una longitud de 500 metros y una altura de 178. Este colosal edificio de 43 plantas se divide en seis torres interconectadas, formando un impresionante entramado futurista. El edificio se extiende sobre una superficie total de 10 hectáreas, con jardines verticales y fuentes que emulan el movimiento de las olas. Hay que admitir que su estética es impactante y los huéspedes pueden disfrutar de una imagen panorámica del horizonte de Dubái y el Golfo Pérsico.
Entre la planta 18 y 19, en el puente elevado de la construcción, encontramos algo que podemos definir como el epítome del lujo y es la denominada Mansión Real. Diseñada por GA Group, su estética rompe el molde del clasicismo y de que las suites siempre están ubicadas en el último piso. Aquí es diferente, y es que se encuentra en el punto perfecto para observar lugares emblemáticos como el rascacielos Burj Khalifa, la noria Ain Dubai y el Golfo Arábigo.
La entrada a la suite es, cuanto menos, majestuosa y se hace desde un ascensor privado, el cual protege la intimidad del cliente. Vestíbulos abovedados, detalles de color y una decoración que deja lejos el clasicismo protagonizan una historia incomparable y llena de curiosidades. El mármol Calacatta viste el espacio y conquista sus 1.128 metros cuadrados. Su diseño es único, puesto que se colocó de una forma estratégica para que las líneas combinadas entre sí parecieran una reproducción de obras de arte.
La zona de estar te recibe casi de inmediato y lo hace con dos grandes sofás, un espejo azul que destaca entre colores planos y unas mesas de diseño, todo vestido por una luz que entra por sus grandes ventanales desde los que se observa la imponencia de la ciudad de Dubái. La conexión en los espacios está bastante estudiada, porque fusionado con el mármol, encontramos grandes librerías de color dorado, que dan una visión clara de otras salas. Colindante a esta, hay una gran mesa que protagoniza un comedor con capacidad para doce personas, y una lámpara de araña de carácter actual presidiendo sobre ella.
La zona de bar tiene un toque moderno, pero con los sillones de cuero nos recuerda a los exclusivos clubs que se pueden visitar en Londres o Nueva York. Con una gran barra hecha de mármol, en su exposición se encuentran algunos de los destilados más prestigiosos del mundo.
Las zonas de descanso destacan por su belleza, además de su amplitud. De sus cuatro habitaciones, resalta la suite principal, la cual está planteada como un espacio completo. Una cama king size con sábanas de algodón egipcio y cortinas de terciopelo se complementa con un amplio sofá y una televisión delante, abrazada por unos ventanales que regalan la incomparable magia de Dubái.
Su terraza de 415 metros cuadrados está diseñada al detalle y se divide en dos partes. Por un lado, encontramos un espacio protagonizado por una infinity pool y una zona de descanso, perfecto para tomar el sol mientras saboreas un cóctel observando el skyline de la ciudad.
En la otra parte, una gran mesa conquista el espacio, con una pequeña piscina para disfrutar antes o después de la comida. Lo que sobresale de este es que puedes estar degustando el menú, preparado por el chef privado asignado a la suite más cara del mundo, mientras observas la inmensidad y la magia del Golfo Arábico.
Para el equipo del hotel Atlantis, el detalle es importante y que los clientes vivan una experiencia de lujo es algo esencial. Esto lo vemos porque tanto los cepillos de dientes y las maquinillas de afeitar son de oro galvánico. Además, los productos de baño son de Hermès, los albornoces de Frette, la mesa de ping-pong es de Louis Vuitton y, antes de irte a dormir, tienes una carta de almohadas, para que escojas la que mejor se adapte a tus gustos.
Después de ver el espacio y cómo la exclusividad lo viste, su precio de 100.000 euros la noche, no sólo la convierte en la suite más cara del mundo, sino que hace que el espacio sea el máximo exponente del lujo actual.