Solsticio de invierno 2025: mitos y tradiciones que rodean esta celebración
Como cada año, el 21 de diciembre sucede uno de esos fenómenos del que todos estamos atentos. Ciencia, historia e incluso un poco de magia se dan lugar de manera simultánea para dar paso a un hito que está protagonizado por la noche más larga del año, lo cual trae, oficialmente, el comienzo del invierno. Lo curioso es que varias culturas lo ven como algo importante y sí, este punto de diciembre va mucho más allá de las luces, turrones y polvorones. Hablamos sobre el solsticio de invierno, sus mitos e incluso tradiciones.
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¿Qué es el solsticio de invierno?
Si lo abarcamos de manera astronómica, este fenómeno ocurre cuando el sol alcanza su posición más baja en el cielo, lo que provoca que tengamos el día más corto y la noche más larga del año. A partir de ese momento, los días empiezan a alargarse poco a poco, algo que antiguas civilizaciones interpretaban como un renacimiento de la luz y la victoria sobre la oscuridad. Lo curioso es que este no sólo tiene explicación científica, algo que muchos buscan, sino que también cuenta con esa parte de mitos que varios reclaman y se ha extendido por todo el mundo.
La fiesta que inspiró la Navidad
Si nos remontamos a la antigua Roma, nos podemos topar con las Saturnales, una de las festividades más esperadas del calendario. La fiesta dedicada al dios Saturno duraba varios días y se celebraba con abundante comida y bebida, para festejar que se ponía fin al periodo más oscuro del año. Es más, muchos expertos ven un vínculo directo entre estas celebraciones paganas y algunas tradiciones modernas de la Navidad (como la comida en familia y el espíritu festivo), aunque hoy las enfoques de forma distinta.
Yule en el norte de Europa
Esta es una tradición que se vive en los países nórdicos y es una palabra que, para muchos, significa celebración del sol y el fuego. Aquí, la figura de la diosa solar (Beaivi) tenía un papel importante: era símbolo de felicidad, salud y prosperidad. Una de las costumbres más conocidas relacionadas con Yule es la del tronco, que se quemaba lentamente para simbolizar la luz que regresa al mundo. Hoy en día, esta tradición pervive en la forma de postres o decoraciones navideñas, pero el espíritu es el mismo: hacer que el fuego y la luz nos acompañen en los días más fríos. Uno de los momentos que, para muchos, marca el solsticio de invierno.
Tradiciones asiáticas
Asia también cuenta con sus propias tradiciones en cuanto al solsticio de invierno, sobre todo en China y Taiwán, donde se celebra el Festival de Dongzhi. Esta se dedica a honrar el hecho de que, aunque el invierno sea duro, después de este momento, los días se comienzan a alargar. Aquí no se trata sólo de luz, sino también de equilibrio: la creencia del yin y el yang hace del solsticio un momento para reunirse en familia y compartir comidas tradicionales. El tangyuan (bolitas de arroz dulce), es un clásico y esto sirve para reforzar los lazos afectivos.
Yaldā: la noche más larga con sabor a granada
En Irán y países vecinos, se da esta celebración. Es una festividad muy especial y es que se hacen reuniones familiares, con lecturas de poesía, recetas típicas y comida casera, destacando, sobre todo, la granada y los frutos del invierno. La celebración consiste en hacer una oda a la luz que regresa y a compartir el calor humano en los días más fríos.
Jánuca: la luz en tiempos oscuros
Este es verdad que no siempre coincide con el solsticio de invierno, puesto que está ligado al calendario juliano y la celebración se centra en dar la bienvenida a los días más luminosos, dejando atrás esa oscuridad. En esta fiesta se enciende la janucá (candelabro de nueve brazos) para recordar un milagro del aceite que duró ocho días.
Stonehenge, un lugar espiritual y mágico
Lleva varias décadas siendo investigado y, después de tanto tiempo, los expertos no han dado con el origen de este lugar. Cada año, miles de personas se reúnen en el solsticio de invierno para ver cómo los primeros rayos de sol se alinean con los megalitos. Esta celebración ancestral mezcla espiritualidad, turismo y un profundo respeto por los ciclos de la naturaleza.
Para muchos es una simple fecha más, pero hay gente que lo considera un momento en el que la magia despierta y hay que celebrarla. Es perfecto para reflexionar, reunirse con familiares y amigos y festejar que, de nuevo, vuelven los días más largos. Además, muchas celebraciones modernas, incluso la Navidad, tal como la conocemos, tienen raíces (directas o indirectas) en antiguas tradiciones del solsticio.