Santi Serra, el ‘susurrador de caballos’: «El vínculo que creamos les permite trabajar en libertad»
La conexión entre humanos y caballos es ancestral, pero pocos logran convertirla en arte. El reconocido adiestrador Santi Serra, conocido como el susurrador de caballos, es uno de ellos. Hoy, 28 de noviembre, inaugura la Madrid Horse Week 2024, un evento que no sólo reúne a los amantes del mundo ecuestre, sino que se ha consolidado como una de las citas más importantes del año en España. Durante cuatro días se podrá disfrutar de competiciones de alto nivel, como las Copas del Mundo de Salto y Doma, y espectáculos únicos como el de Serra. En un breve respiro antes de su gran actuación hablamos con él para conocer los secretos de su preparación, su método de trabajo y lo que significa para él esta nueva oportunidad de conectar con miles de personas a través de su espectáculo, esta vez en su tierra.
Desde que a los 14 años Serra se dio cuenta de su capacidad para entender y comunicarse con los caballos, su vida ha sido un viaje continuo entre pistas, luces y emociones. Su técnica, que él mismo describe como «ser un caballo más», se basa en integrarse en la dinámica de la manada. «Ellos necesitan confiar en ti como confiarían en el líder de su grupo. Ese vínculo es lo que les permite trabajar en libertad y sentirse seguros», nos explica.
Este enfoque, que rechaza el uso de cuerdas, sillas o bocados, le ha valido reconocimiento en todo el mundo. En Francia, lo llaman el maestro; en Rusia, el mago; y en Estados Unidos, lo identifican como el gurú del horsemanship. Sin embargo, él prefiere una definición más sencilla: «Soy un amigo de los animales».
«Cada animal tiene su propia personalidad y es importante respetarla»
Para la apertura de la Madrid Horse Week, Serra ha preparado un número en el que participarán caballos árabes, frisones y appaloosas, además de halcones, perros y alguna sorpresa que guarda celosamente. Este espectáculo creado en colaboración con la Universidad Alfonso X el Sabio promete ser el plato fuerte de la jornada inaugural.
«Cada animal tiene su propia personalidad, y es importante respetarla. Entrenar con música, luces y otros estímulos escénicos les permite sentirse cómodos en el escenario», asegura. La clave, según él, está en que los animales disfruten mientras trabajan, lo que hace que incluso los entornos más desafiantes, como un público numeroso, no los intimiden.
«Cuando estás en el escenario y logras esa conexión total con el caballo, es algo mágico»
Cuando se le pregunta a Santi Serra sobre los caballos que más han influido en su carrera, una sonrisa nostálgica ilumina su rostro. «Es difícil elegir sólo uno, pero hubo una yegua al principio de mi carrera que fue muy especial. Se llamaba Kika. Su doma fue un verdadero reto, pero su presencia en escena era única. Era de esos caballos que, cuando salían, lograban que el público se quedara sin aliento», recuerda.
Hoy, en su espectáculo actual, Serra trabaja con caballos igualmente excepcionales, como Napoleón, uno de sus favoritos. «Napoleón tiene una energía y un carácter que siempre sorprenden a la gente. Es un compañero increíble en el escenario», comenta.
Si bien cada etapa de su trabajo tiene su complejidad, Serra confiesa que lo que más disfruta es el momento en directo. «Cuando estás en el escenario y logras esa conexión total con el caballo, es algo mágico. Todo fluye de manera natural, y tanto el público como yo podemos sentir esa armonía», explica.
Sin embargo, llegar a ese punto no es sencillo. La preparación de un espectáculo implica meses de trabajo, desde el entrenamiento de los animales hasta la creación de una narrativa visual que emocione al público. «El reto está en hacer que todo parezca fácil, cuando en realidad hay mucho esfuerzo detrás. Pero ese es el arte: ocultar la técnica y dejar que la magia hable por sí misma», concluye.
«El interés por los espectáculos ecuestres está creciendo mucho España»
Con actuaciones programadas en lugares tan variados como Holanda, Hong Kong, Abu Dabi y Estados Unidos, Serra continúa expandiendo su legado. Pero España ocupa un lugar especial en su corazón. «El interés por los espectáculos ecuestres está creciendo mucho aquí y eso me emociona», dice con entusiasmo.
A pesar de su éxito internacional, Serra asegura que no suele plantearse metas rígidas. «Un artista debe mantener su carrera abierta. Creo que lo más importante es trabajar día a día y ver hasta dónde puedes llegar», explica. Sin embargo, admite que muchos de sus sueños ya se han hecho realidad, como actuar en algunos de los escenarios más importantes del mundo.
Actualmente, está explorando un nuevo ámbito creativo: la música. Con tres canciones ya publicadas, Serra ha encontrado una forma diferente de expresar su conexión con los caballos y las emociones que generan. «Mi incursión en la música ha sido inesperada, pero muy gratificante. Es otro medio para conectar con las personas y rendir homenaje a los animales que han sido parte de mi vida», dice con orgullo.
«Mi última canción, Galope, nació cuatro días después de perder a uno de mis caballos más queridos, Nika. Es un homenaje y una forma de canalizar el dolor», comparte.
Con estas reflexiones, Serra deja claro que su carrera no es sólo un trabajo, sino una pasión que lo impulsa a seguir explorando nuevos caminos y llevando su arte a lugares donde la conexión entre humanos y caballos sigue siendo un lenguaje universal.