Ruta del aperitivo por Madrid: 11 restaurantes donde comerte Madrid a bocados
Pocas cosas hay tan nuestras como esas quedadas improvisadas para abrir boca antes de la comida. El aperitivo es casi una institución y en esto Madrid tiene su propio librillo sobre cómo debe realizarse un buen aperitivo. Rincones donde la gastronomía española se sirve en formato miniatura para abarcar la verdadera esencia de este momento. No olvidemos que no es una comida en sí, más bien algo ligero que nos prepara para el plato principal. Te proponemos una ruta a través del Madrid más internacional donde el aperitivo se come a bocados.
- Estas son las barras más castizas de Madrid, incluidas las favoritas de Rosalía y María Pombo
- Las aperturas gastronómicas de Madrid que están marcando este septiembre
Hablamos del aperitivo como un momento gastronómico convertido casi en un mandamiento a bocados de nuestra cultura. Como tal, conviene destacar que tiene sus códigos: debe ser ligero, sabroso y equilibrado, con bocados que despierten el apetito sin sacarnos del todo. Parece sencillo pero, ¿Cuántas veces hemos caído en el aperitivo eterno y acabamos de ruta de tapas por la ciudad?
Ojo porque no hay nada malo en ello, pero la idea es poder visitar tantas sedes como aperitivos disfrutemos a lo largo del año. Y por ello lo primero es saber qué tipo de comida queremos que protagonice el aperitivo (Madrid es internacional y en eso tenemos una ventaja). Y, después, saber cuál será la mejor bebida para acompañarla. El objetivo es sencillo: disfrutar de la mayor variedad posible antes de sentarnos a la mesa.
Chiru
Tras un buen día por Gran Vía, cualquier plan te puede llevar a Chueca. Porque ahí se encuentra Chiru (C. de las Infantas, 32) y su barra japonesa algo diferente a lo que acostumbramos. Donde puedes sentarte y dejar a un lado la forma tradicional de comer el sushi para dar paso a los mini handrolls, la nueva tendencia de la cocina nipona que conquista a todo foodie que se precie. Sí, en formato mini, para que la tradición japonesa protagonice una de las paradas de la ruta. Aquí el único problema será decidir cuál de las 12 opciones será la elegida.
Casa Clavel
Cerca, muy cerca de Chueca, en el núcleo moderno de Malasaña se encuentra Casa Clavel (Corredera Baja de San Pablo, 18). Claro que aquí no hablamos de bocados, sino de la vuelta del aperitivo como debe disfrutarse: en barra alta, con una buena variedad y con un buen vino natural. Hay gildas, embutidos, ensaladilla… pero nada como los sándwiches, concretamente el mítico bikini y sus gildas. Es una de las mejores representaciones de la carta para poder degustar la calidad de este lugar. Ya sabéis lo que dicen: en el sabor de los platos más sencillos se demuestra la calidad.
Tepic
Seguimos abordando los sabores internacionales para aterrizar en el barrio Salamanca sobre la carta gastronómica de México, concretamente, en una de sus sedes más representativas. Tepic (Cl. de Ayala, 14) sienta auténtica cátedra de lo que es preparar y disfrutar unos buenos tacos, por eso es el único mexicano de la capital con el sello Bib Gourmand de la Guía Michelin. Puedes acercarte a su barra, pedir un par de taquitos de costra de queso de solomillo y una paloma por 12€ y continuar con la ruta.
Chez Pepito
Chez Pepito (C. del Cardenal Cisneros, 66, Chamberí) no engaña porque al cruzar la puerta estás entrando en la auténtica casa de los pepitos modernos. Una fusión de tradición y sofisticación que envuelve a los comensales en una tasca contemporánea y donde el buen comer está garantizado. Además cuenta con las dos cosas que más nos gustan de un aperitivo: barra y mesas altas. Siempre la mejor opción es pedir el plato de la casa, por eso la mejor opción es acompañar de un vermut el Chez Pepito de cava vieja madurada con confitura de tomate casera, dijonnaise, albahaca y parmesano.
La Gildería
No hay ruta sin una buena gilda. Ahora ya convertidas en un auténtico plato gourmet, su popularidad ha hecho que cada vez veamos más y más lugares con esta exquisitez. Pero si tuviésemos que quedarnos con uno sería, sin duda, de la mano de Cristina y Yajaira en La Gildería de La Latina (C. Calatrava, 17). No se puede reservar, pero si consigues sitios podrás disfrutar de unas de las mejores gildas de la ciudad con una recomendación extra: acompañarlas de un buen vermut.
ARZÁBAL
Empieza la temporada de la trufa y cuando un buen producto se suma a la simplicidad y delicia de un bikini trufado, el resultado puede ser uno de los mejores bocados del día y uno de los favoritos de Margot Robin. De hecho, en su última visita eligió este lugar para disfrutar de los sabores nacionales. Esto sólo podría suceder en las dos ubicaciones del restaurante Arzábal – Retiro (Av. de Menéndez Pelayo, 13) y Bernabéu (C. de Rafael Salgado, Puerta 28).
Casa Orellana
Entramos en bocados de autor si mencionamos el mollete de pollo en pepitoria de Casa Orellana (C. de Orellana, 6). La chef y escritora Bea Garaizábal ha hecho un homenaje comestible de la tradición de este enclave madrileño reinventando un guiso tradicional y metiéndolo en el mejor take away posible: un montadito.
La Fisgona Barra
Abrieron este año y ya han dado una vuelta a su concepto añadiendo a su oferta el concepto de bocados en barra. Porque La Fisgona (Edgar Neville, 39) tiene claro como deben hacerse las cosas en Madrid: a base de adaptarse y comer. En este caso, la propuesta roza la tradición con los mejillones tigre acompañado de cerveza, vermut y una carta de vinos de medio centenar de referencias, todas ellas nacionales, con especial atención a los pequeños productores.
Nunuka
Última parada: Georgia, desde donde tenemos vía directa en Nunuka (C. de la Libertad, 13). Se ha convertido en la sede de la gastronomía georgiana en Madrid gracias a platos como Khachapuri, un barco de pan relleno con quesos y yema de huevo que puede disfrutarse en barra. La experiencia internacional continúa por el maridaje, porque la carta de vinos de Nunuka invitan a descubrir la tradición enológica del país, con vinos como el Saperavi, el semidulce Kindzmarauli o el Mukuzani, un vino tinto seco.
Juana la Loca
Todos conocimos Juana la Loca en su era en La Latina, de igual manera que todos pudimos probar ahí su tortilla. Ahora ha cambiado de ubicación, asentada en la Milla de Oro de Madrid (C. de Recoletos, 10). Un nuevo escenario, con nuevo interiorismo, pero donde podemos seguir encontrando la tortilla de siempre. Acompañada con una cerveza o con un buen vino, eso no impronta, porque el pincho de tortilla servido sobre una rebanada de pan, tan característico de este local, hace sombra a cualquier maridaje.
Viva Madrid
Una taberna de toda la vida con el sello mixológico de uno de los mejores cocteleros de la ciudad: Viva Madrid es uno de los lugares donde el aperitivo se vuelve indispensable. Aquí tiene su espacio reservado en la carta MADrid-91. Encontramos, por un lado, una tabla de aperitivos diseñada por el chef Víctor Camargo. Mientras que el acompañamiento lleva la firma de Diego Cabrera, que ha plasmado el ADN madrileño en un cóctel inspirado en la clásica torrija y está hecho con leche infusionada con especias, miel, pan de leche, brandy de Jerez y vermut rojo.