En Madrid no paran de abrirse restaurantes. Podríamos decir que es la ciudad de nuestro país donde más restaurantes nacen, al menos en los últimos meses. Madrid es un mapa repleto de proyectos gastronómicos, nuevos y antiguos, y algunos con muchísimo historia. La capital ha preparado un mapa de restaurantes centenarios y nosotros vamos a hablar de algunos de ellos: Café Gijón, Malacatín, Lhardy, Bodega de la Ardosa y Casa Botín.
Café Gijón (Paseo de Recoletos, 21)
Es en 1888 cuando nace el Café Gijón, un lugar de encuentro de periodistas, actores, escultores, pintores, escritores… Un restaurante mágico por todo lo que se ha vivido en sus cuatro paredes.
Un lugar con 125 años de historia donde poder disfrutar de un cocido madrileño, una ración de ensaladilla, un plato de lentejas, un vermut, un croissant o unos churros para desayunar… Un rincón donde saborear un café en su terraza o en uno de sus salones. El primero de los restaurantes centenarios.
Lhardy (Carrera de San Jerónimo, 8)
Es uno de los rincones más castizos de Madrid con más de 175 años de historia. Un restaurante que introdujo en Madrid la alta cocina europea, sin dejar a un lado la gastronomía más española.
De hecho, algunos de sus platos más icónicos son el cocido, los riñones al Jerez o los callos a la madrileña. Es uno de los restaurantes más elegantes de Madrid, un imprescindible en la historia gastronómica de la capital.
Malacatín (Calle Ruda, 5)
Malacatín es otro de los rincones más icónicos de Madrid para disfrutar de un cocido madrileño. Una taberna fundada a finales del siglo XIX y que en la actualidad es gestionada por la cuarta generación. En sus 120 años de historia siempre se ha disfrutado de lo mismo: además del cocido, bacalao con tomate, callos a la madrileña, lomos de bonito con pisto manchego… Platos de toda la vida que se disfrutan en un rincón, como el resto de locales, con mucha historia.
Antiguamente se llamaba Vinos Díaz, y según cuentan ellos, ofrecían vinos desde las cuatro de la madrugada a todos aquellos que trabajaban de noche. Un mendigo que solía pasear por la calle cantaba una canción con su guitarra que dio lugar al nombre actual de la taberna. A partir de ese momento la taberna era conocida como la de «Julián, la del Malacatín».
Bodega de la Ardosa (Calle de Colón, 13)
Si hay un lugar clásico para disfrutar de una tortilla es la Bodega de la Ardosa, otro de los restaurantes centenarios de Madrid. A finales del siglo XIX nace la primera bodega gracias a Rafael Fernández, que la abrió con el objetivo de comercializar el vino de sus viñedos. Fue en 1979 cuando evolucionó hasta lo que conocemos ahora, apostando más por la cerveza que por el vino a granel, todo debido a la normativa de la época.
Ahora es un rincón icónico de Madrid -en todas sus direcciones-, para disfrutar de un vermut de grifo, un pincho de sardinas o como te decías, un riquísimo pincho de tortilla. Imprescindible su visita siempre que se viene a la capital -como todos los otros restaurantes de los que te estamos hablando-.
Casa Botín (C/ Cuchilleros, 17)
El Restaurante Botín se fundó en 1725 y es uno de los referentes de la cocina tradicional madrileña.
En su viejo horno se asan cochinillos y corderos al estilo más tradicional castellano. Casa Botín se encuentra junto a la Plaza Mayor y es desde hace años parte viva de la historia de la capital.