Ocho directores de hotel en España nos cuentan cómo viven el otoño los viajeros más exclusivos
Tras colgar el cartel de fuera de temporada llega el momento en el que los destinos se transforman en su parte más auténtica. Ocurre en cualquier litoral y zona de interior de nuestro territorio. Pocos saben mejor que los hoteles de lujo exprimir ese encanto natural de cada destino. Pero, ¿sabemos realmente qué tienen los destinos más visitados de la temporada para que así sea? Hemos preguntado a los directores de los mejores hoteles por qué octubre (y otoño en general) abre una temporada para disfrutar de forma más auténtica de viajar en otoño.
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Interpretemos las vacaciones como un espectáculo en el que durante el verano sacan a relucir el vestuario estival y, cuando cae el otoño, los actores principales entran al camerino y salen transformados en lo que son. Es decir, en la naturaleza viva, tradiciones, sus raíces… en definitiva, su encanto oculto. En rasgos generales, la temporada de otoño abre las puertas a un tipo de viaje más alejado de la relajación, donde la naturaleza, la cultura, el deporte y la gastronomía se posicionan como motivación principal.
Costa Brava
«El lugar ideal para el que valora el ritmo pausado, el golf durante todo el año, bicicletas, pádel…»
Dentro del litoral mediterráneo, la Costa Brava desata una auténtica oleada turística durante el verano. Pere Molina , Director del Hotel Mas Tapiolas Country Lodge afirma que, tras el verano, la zona se convierte en el lugar predilecto para «un público que valora el ritmo pausado, el golf durante todo el año, bicicletas, pádel, la gastronomía ampurdanesa y, en especial, los espacios de relax y bienestar en contacto con la naturaleza.»
El hotel se encuentra en Baix Empordà, a pocos kilómetros del mar y envuelto por los verdes paisajes del macizo de Les Gavarres, y durante el otoño da la bienvenida a un perfil de «un viajero nacional que busca escapadas de descanso y desconexión. A ellos se suman los clientes franceses, muy presentes en puentes y festividades, así como visitantes de Andorra y, de forma más puntual, de países como Holanda, Inglaterra o Alemania.»
Costa del sol
«Es maravillosa ya que sigue ofreciendo un clima perfecto para disfrutar de la playa»
La Costa del Sol en octubre «es maravillosa ya que sigue ofreciendo un clima perfecto para disfrutar de la playa y que invita a descubrir la riqueza cultural de Andalucía», explica Joost Kruissen, Director General de La Zambra. Tras el verano, su hotel recibe «principalmente viajeros que buscan tranquilidad, bienestar y experiencias auténticas», interesados en cultura, gastronomía y relax. Por ello, el resort ha creado programas «exclusivos de spa, así como membresías especiales» con beneficios añadidos.
Málaga, por su parte, mantiene su atractivo más allá de la temporada estival. «Una época ideal tanto para darse un baño en el mar como para pasear por el centro histórico», señala Paloma Rando, Directora Comercial de Palacio Solecio. Su hotel ofrece propuestas estables todo el año, aunque «octubre y principios de otoño son especialmente recomendables para visitar nuestro rooftop, donde se pueden degustar cócteles y disfrutar de los Jueves de Guitarra.» Esta experiencia se celebra en la terraza hasta finales de octubre y en octubre se traslada al restaurante Balausta.
Mallorca
«Es un momento ideal para quienes buscan un equilibrio entre naturaleza, cultura y gastronomía»
Las Islas Baleares han tenido un verano de récord. Ahora bien, con la llegada de octubre, Mallorca «muestra una cara más tranquila y auténtica» afirma Vincent Padioleau, general manager del hotel Son Bunyola: «Las temperaturas son más suaves, lo que invita a descubrir la isla de una forma más relajada. Es un momento ideal para quienes buscan un equilibrio entre naturaleza, cultura y gastronomía, sin las aglomeraciones propias del verano.»
Especialmente en lugares con una oferta cultural más amplia como es el caso de Palma, su capital. Ahí Jeroen Nettekoven, Cluster General Manager Can Bordoy Grand House & Garden explica que a partir de octubre comienza la verdadera temporada alta. «La ciudad se disfruta más allá de la playa: patrimonio histórico, galerías de prestigio, artistas internacionales y una gran oferta gastronómica. Todo ello cobra aún más relevancia con su candidatura a Capital Europea de la Cultura 2031″, apunta.
Donde prima dentro de la oferta turística aquellas actividades que combinan «naturaleza, deporte y gastronomía«, continúa Giovanni Merello, Managing director del hotel Reserva Rotana. «En otoño el hotel adquiere un aire distinto. Se celebran torneos privados de golf casi cada fin de semana, comienza la temporada de brunch y la propuesta gastronómica se enriquece con platos más otoñales. Lo que deja un perfil algo diferente que durante el resto del año», apunta.
Por un lado se encuentran los «repetidores», es decir, un perfil de viajero que busca «redescubrir Mallorca de una manera diferente, disfrutando de rutas de senderismo, ciclismo o simplemente del ritmo pausado de la isla». Sin embargo, Giovanni destaca un cambio considerable en el perfil del viajero, siendo «la mayoría parejas y grupos de amigos, en su mayoría mayores de 50 años, que vienen a disfrutar del golf o de esa versión más pausada de la isla».
Lo que sí es cierto es que esta isla ofrece experiencias ad hoc para disfrutar de la temporada, como son las catas de vino o los talleres relacionados con los productos locales disponibles en Son Bunyola, entre ellos «la miel de nuestras colmenas, o los viñedos de Malvasía que hemos plantado, y en los que este año hemos hecho la primera vendimia, invitando a participar a nuestros clientes.»
Formentera
«Muchos de nuestros huéspedes son asiduos en octubre porque saben que es cuando Formentera muestra su lado más mágico»
En otoño, Formentera cambia de ritmo: «Es una época ideal para quienes valoran una experiencia más local y menos turística, con una isla más serena y cercana. Muchos de nuestros huéspedes son asiduos en octubre porque saben que es cuando Formentera muestra su lado más mágico» apunta Idoia Cucurull, Duty Manager de Dunas de Formentera.
«La isla mantiene su belleza natural, pero la experiencia cambia por completo. Las multitudes del verano se disipan, dejando paso a una Formentera mucho más tranquila y auténtica. Las playas siguen siendo igual de espectaculares, pero con más espacio y silencio; los atardeceres se disfrutan sin prisas y el clima, aún cálido, se vuelve más suave, ideal para explorar en bici, hacer senderismo o simplemente relajarse». Dejando, en definitiva, el momento perfecto para quienes buscan desconectar y conectar con la esencia más pura de la isla.
Este mismo ritmo se traslada a las peticiones de los huéspedes «tienden a buscar reconexión, bienestar y descanso», explica David Gómez, Guest Relations Manager de Gecko Formentera. Respecto al perfil, Formentera se vuelve el refugio perfecto para «parejas, profesionales escapando del estrés, viajeros interesados en experiencias culturales, gastronómicas o de wellness, o incluso familias pequeñas que buscan tranquilidad antes del inicio escolar».
Tenerife
«En octubre tenemos familias y parejas de edad algo más madura que vienen a pasear , jugar al golf , hacer deporte…»
Las Islas Canarias por su parte tienen un post verano menos marcado. El motivo más evidente deberíamos achacarlo al tiempo y es que, como afirma Cristina de Juan, directora general de Bahía del Duque, «Nuestro destino ofrece un verano suave y un ambiente tranquilo». Sin duda Tenerife tiene un post verano «de lo más dulce y agradable.»
En su caso, el otoño da la bienvenida a un perfil de viajero mucho más alto, que migra de los destinos donde el buen tiempo es más estival a Tenerife, donde el mes del año no interfiere con el calendario de playa. «Durante el verano tenemos muchas familias y a partir de octubre tenemos la mezcla de familias con parejas de edad algo más madura que vienen a pasear , jugar al golf , hacer deporte…», apunta.
Sevilla
«Retoma una intensa programación cultural con conciertos, festivales y actividades que llenan de vida sus espacios»
Hay ciudades que, a diferencia de las mencionadas anteriormente, durante el verano sufren un parón de las actividades culturales y el ocio. Es el caso de Sevilla, donde la temperatura es un gran condicionante de la afluencia turística del lugar. En esta ciudad, Miguel Ángel Doblado Ortega, Corporate Experience y Style Brand Director de Only YOU Hotels & BLESS Collection Hotels apunta que «retoma una intensa programación cultural con conciertos, festivales y actividades que llenan de vida sus espacios».
Acogiendo un perfil de viajero mucho más amplio: «parejas o grupos de amigos interesados en escapadas culturales y gastronómicas, viajeros que valoran el diseño y el confort del hotel, o visitantes internacionales que prefieren evitar las altas temperaturas del verano.»
Barcelona
«Este mes se reactiva la agenda de congresos, exposiciones y la temporada de teatro»
El panorama en las capitales, por el contrario, cambia por completo. Con la llegada del otoño vemos como el ocio nocturno o costero da paso a un ocio más cultural, más abierto a las ofertas de día. Es el ejemplo de Barcelona, ciudad que con el cierre de la temporada de verano ve emerger su faceta más corporativa y cultura. «Se reactiva la agenda de congresos, exposiciones y la temporada de teatro, lo que convierte a la ciudad en un destino donde se combinan la inspiración profesional con la oferta cultural y de ocio», apuntan desde el hotel Moxy Barcelona.
Abriendo las puertas a una dualidad de perfiles entre sus viajeros, Wentre semana recibimos sobre todo viajeros corporativos y asistentes a congresos, mientras que los fines de semana el ambiente se vuelve más leisure, con huéspedes que buscan disfrutar de la ciudad», subrayan.
Donosti
«La escena gastronómica, reconocida internacionalmente, se vuelve aún más accesible»
San Sebastián es un destino que brilla todo el año, pero a partir de octubre revela una faceta más auténtica, tranquila y profundamente enriquecedora. Con la llegada del otoño, la ciudad recupera su ritmo pausado, ideal para quienes buscan una experiencia más local y menos masificada.
Otro pilar que crece considerablemente en este momento es la oferta cultural. «Se puede visitar el museo Chillida Leku, explorar las esculturas de Eduardo Chillida repartidas por la ciudad, descubrir el Museo San Telmo o incluso hacer escapadas cercanas a Bilbao (con su Guggenheim), La Rioja o el País Vasco francés. Todo ello con paisajes otoñales que realzan la belleza natural de la región», subrayan desde el Hotel María Cristina.
En este caso, desde el hotel María Cristina, uno de los enclaves del lujo de la ciudad, destacan que «la escena gastronómica, reconocida internacionalmente, se vuelve aún más accesible». Desde recorrer los bares del casco antiguo degustando pintxos de autor, hasta vivir experiencias epicúreas diseñadas por algunos de los chefs más prestigiosos del mundo». Esto ha llevado al hotel a crear experiencias únicas, como talleres con la escuela de cocina Mimo: «Son experiencias gastronómicas inmersivas que permiten al huésped aprender técnicas locales, descubrir productos de temporada y llevarse a casa recetas memorables», apuntan desde el hotel.