Nombrado Pueblo Mágico del Año 2026: a sólo 1 hora de Madrid y conocido como la ‘Provenza española’
La pequeña localidad de Brihuega está de celebración, y no de una cualquiera. Camilo José Cela se adelantó a cualquier premio describiendo entre las líneas de su Viaje a la Alcarria el encanto de este pueblo. Hoy, tal aprecio acaba de otorgarle uno de los mayores reconocimientos del turismo rural: el Premio Pueblo Mágico del Año 2026, un galardón decidido gracias a la participación de más de 250.000 personas. La entrega del reconocimiento se llevará a cabo en FITUR, la cita más importante del turismo internacional que se celebrará a finales de enero de 2026. Nos hemos adelantado para entrar en el encanto que tiene este pueblo tan singular de Guadalajara.
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No es un pueblo grande, la evidencia de ello son los 2.800 habitantes que hoy viven entre sus calles. Lo que sí tiene este pueblo es el encanto necesario para haber sido considerado como el Pueblo Mágico del Año 2026, todo un prestigio para localidades como estas y el aval suficiente para que todo el mundo haya desviado la atención a este lugar. Claro que tiene su mérito haber conseguido, por votación popular, alzarse con este prestigio. Sobre todo tomando el testigo de la localidad de Cabra, en Córdoba.
Tampoco ha sido fácil llegar a este reconocimiento, dado el alto nivel de ubicaciones con los que competía. Pese a ello, Brihuega logró imponerse al encanto andaluz de Alcalá de los Gazules (Cádiz), la riqueza alpina de Ayerbe (Huesca), el toque canario de Artenara (Gran Canaria) y su vecino autonómico, Escalona (Toledo), entre otros. Todos ellos quedaron dentro del TOP 10 de ubicaciones más especiales.
¿Qué significa tener el Premio Pueblo Mágico del Año 2026? Incidir en esta cuestión es importante también para saber todos los requisitos que han de cumplir los pueblos ganadores. Se trata de un certamen de votación popular donde la gente puede votar a través de la web de la red Pueblos Mágicos de España sobre su lugar favorito. Y el ganador se decide cada año en el mes de noviembre, tras una semana de votaciones.
Este año, desde la red Pueblos Mágicos de España vieron en Brihuega algo especial. La propia asociación emitió un comunicado donde señalaban «Su compromiso con la sostenibilidad, la conservación del patrimonio y la proyección internacional del destino le han valido el máximo reconocimiento. El municipio ha sabido convertir su identidad agrícola y su entorno natural en una experiencia turística de primer nivel, respetuosa con el medio y con la comunidad local.»
Por no hablar de la arquitectura de este lugar. «Las calles, la muralla medieval y sus jardines históricos acompañan una oferta cultural en continuo crecimiento. Este galardón premia a una villa que ha logrado unir tradición, belleza y modernidad, situando a Brihuega como referente en la gestión turística y como ejemplo de cómo un pueblo puede emocionar a miles de visitantes sin perder su autenticidad», finaliza el comunicado.
Una joya medieval
Brihuega es uno de esos pueblos que completan la riqueza rural de Castilla-La Mancha. No hay que recorrer grandes distancias desde la capital para poder ir a visitarlo, ya que se encuentra a poco más de una hora de Madrid, en el frondoso valle del río Tajuña. Hablamos de él como joya medieval porque su origen precisamente se remonta a la Edad Media. Por aquel entonces, y tal y como dicta su carta de creación, se llamaba Castrum Brioca. Ha cambiado el nombre, pero no el encanto de sus calles y murallas.
El edificio más representativo del pueblo es, por tanto, el Castillo de Peña Bermeja, que encuentra dentro de su recinto también la iglesia de Santa María de la Peña. Construido en el siglo X durante la dominación musulmana, este castillo sirvió como fortaleza defensiva y es un testimonio vivo de la importancia estratégica de Brihuega en la Edad Media.
El camino continúa entre arcos y murallas al paso por el pueblo, dejando las puertas de la Cadena y la Puerta de Cozagón como lugar de entrada y salida de este lugar. Adentrándose en el corazón de Brihuega puedes toparse con la Real Cárcel de Carlos III, construida con fines penitenciarios y que hoy es parte del simbolismo y la evolución de este lugar.
Además de con espacios singulares como es el El Museo de Miniaturas del Profesor Max es un lugar único que sorprende a todos sus visitantes con una de las colecciones de miniaturas más impresionantes del mundo. Si seguimos avanzando en la historia, el siglo XVIII dejó sobre Brihuega la Real Fábrica de Paños y sus espectaculares jardines, hoy reconvertidos en el hotel spa de 5 estrellas, Castilla Termal.
También en Brihuega se encuentra un hotel boutique pensado para el bienestar. Spa Niwa se especializa en resetear cuerpo y mente con tratamientos y masajes 100% tailandeses.
Niwa presenta sus tarjetas regalo personalizables y dos tratamientos ideales para el invierno: Chocolaterapia, un ritual sensorial con cacao puro de efecto antioxidante y détox, y Piel de Seda, un corporal que renueva y deja la piel luminosa y aterciopelada para las fiestas.
Las tarjetas, desde 65 €, permiten elegir tratamiento, duración y formato, y se compran en un clic: un regalo unisex, personalizable y emocional para adaptarse a cualquier presupuesto y agenda.
La magia estival
Brihuega es el lugar de las cuatro caras, una por cada estación del año. Adquiere de forma genuina las cualidades de cada una de ellas para disfrutar de su atractivo casi a su antojo. Pero cuando el verano agita su varita y ejerce su magia sobre los campos de lavandas y Brihuega tiñe de violeta las áreas colindantes el pueblo regala una de las estampas más singulares de todo Castilla. Dando lugar al origen de su sobrenombre, conocido como «el jardín de la Alcarria».
Sobre su imagen se crea una ilusión bucólica que bien podría pertenecer a un decorado cinematográfico. La vista perfecta se dibuja desde el propio campo, cuando el manto de lavandas deja emerger la silueta del pueblo, creando un contraste con los muros pétreos y el sol de verano.
En vista del atractivo de estos paisajes, hace 15 años el pueblo inauguró el Festival de la Lavanda. Tiene lugar en julio, en los campos de la Batalla de Brihuega, con la lavanda en su momento más espléndido. Llenando de música y celebración este pequeño rincón manchego y dejando que sobre su escenario pasen grandes personalidades nacionales como Luz Casal, Ketama, El Arrebato o Maldita Nerea.