El menú de estrella Michelin que homenajea a Gabriel García Márquez
Si tuviéramos que hacer recopilación de las culturas gastronómicas que menos conocemos, entre ellas estaría la colombiana. A pesar de que Colombia es uno de los países que está más de moda en estos momentos, no conocemos tanto de su gastronomía. Pero no hay problema. Para eso está Quimbaya, el restaurante de estrella Michelin que se encuentra en la madrileña zona de Almagro. Un restaurante con una propuesta muy especial que supone la excusa perfecta para reservar mesa: un menú que homenajea al escritor Gabriel García Márquez.
El restaurante abrió en el año 2019, capitaneado por Edwin Rodríguez. Un proyecto que con tan poco recorrido, ya tiene la primera estrella Michelin en Europa en cuanto a cocina colombiana. Su carta es un viaje a diferentes zonas del país: Pacífico, Andes, Caribe, Antioquía y Amazonas. Aunque en este caso su menú Hojarasca nos traslada a los relatos literarios de García Márquez.
«El menú se inspira en la vida y obra completa de Gabriel García Márquez –el gran escritor colombiano- y toma el nombre de su primera novela, publicada en 1955. Con esta conexión entre literatura y gastronomía se rinde tributo a la gente alegre y a la tierra biodiversa que conforma Colombia», nos explican. Y estará disponible hasta junio. En él encontramos platos con una base colombiana y con la técnica aprendida por Edwin Rodríguez aquí.
Por eso algunos de los ingredientes que podemos ver en los platos son el café, la panela, la boronía, el hogao, la vieira, el bogavante y algunas frutas colombianas. Ingredientes con sabores muy diferentes, que en algunas ocasiones tiene un fin concreto, pero que aquí sirven para mezclar y jugar y conseguir platos especiales. ¿El resultado? El arroz con bogavante y coco confitado con aceite de coco, el cóctel de langostinos, la vieira braseada y adobada en aceite de achiote con tamarindo y mango…
Doce preparaciones en total donde, a pesar de no haber hablado de ello, el café es importante. Y más ahora, que muchos tenemos esos paisajes de los cafetales en la cabeza por las series y películas rodadas allí. Es un ejercicio memorístico de sabores, según explica Edwin Rodríguez.
Por supuesto, el menú va maridado con una selección de vinos muy especial que también nos traslada a Colombia de alguna manera con cada sorbo. Son caldos que armonizan bien con sabores tan interesantes como el agua con panela con limón, que se bebe tanto en el campo. O los fermentados. «Para terminar el viaje, se sirve café filtrado preparado a la manera tradicional colombiana, como se hace en las haciendas del país por los caficultores», explican.
Sin duda, un viaje a Colombia a través de la literatura de Gabriel García Márquez, aunque en este caso no hay que leer, hay que disfrutar con la boca y poner nuestra imaginación en bandeja. Un menú que se puede disfrutar para comer o para cenar y que puede terminar en nuestra casa leyendo Cien años de soledad. No es mal postre.