El nuevo restaurante de marisco en Madrid con vistas al Palacio Real
La zona de Ópera no era la más gastronómica de Madrid pero últimamente no dejan de abrir restaurantes… O conocemos nuevos proyectos interesantes en los que merece la pena reservar mesa. ¿Algunos ejemplos? Papagena, en el Teatro Real -que estrena nuevo menú gastronómico con la inauguración de la ópera ‘Medea’-, o Mar Mía, el restaurante que abrió Carlos Bosch junto a Rafa Zafra hace unos meses… Y que por cierto, se ha renovado. Pero no, esta vez hablamos de un restaurante muy especial, que se inspira en el océano y que tiene una de las mejores vistas de Madrid, al maravilloso Palacio Real. ¿Su nombre? La Lonja del Mar.
La ubicación
La localización es epatante, en plena Plaza de Oriente, con unas maravillosas vistas al Palacio Real. De hecho, está en la antigua casa del compositor Giuseppe Verdi. Todo esa zona relacionado con la ópera. «Se ubica en un edificio unido para siempre a la historia musical de la ciudad, que conserva todavía las escaleras originales que llevan directamente al restaurante y que también albergó en su día los archivos de Patrimonio Nacional«, explican desde el restaurante. ¿Puede ser más especial?
La carta
Con ese nombre, es innegable que el océano y su producto es el protagonista máximo de su carta. «La Lonja del Mar debe su nombre a su anhelo de acercar la costa a la capital de una manera honesta y de calidad» nos explican. «Queremos dedicar la carta al mejor producto nacional, por eso tenemos desde mejillón de verano, gamba blanca de Huelva o carabinero del Estrecho». Y está presente en todas las zonas del restaurante, que tiene diferentes ambientes. Está el restaurante como tal, La Barra de la Lonja y La Taberna de la Lonja.
En el restaurante encontramos buenos mariscos y grandes platos. «Tenemos mejores caviares como el Schrencki o el Baerii y la cigala Monster o las zamburiñas gallegas adornan una propuesta de carta sin igual en la zona», defienden. En las zonas más informales, platos más de picoteo pero buen producto. Esos platos que nunca fallan como las anchoas cantábricas, la ensaladilla de gamba blanca, sus huevos Bella Aurora o unas ostras.