Gastro

Abre un nuevo Café de París en Madrid, el restaurante que sólo sirve entrecots con una salsa secreta

Foto: L’entrecote Café de Paris

El Paseo de Eduardo Dato tenía dos direcciones predilectas en el barrio: Richelieu y Mazarino. En su terraza, los señores de Chamberí con sus chaquetas verdes y sus camisas, y las señoras de toda la vida -de todas las edades- se daban cita para compartir cañas, vermuts y aperitivos servidos por un servicio excelente. El baile de camareros y madrileños es constante en este tramo de la calle desde hace muchos años. Hace unos meses este trasiego cesó por el cierre de Mazarino… Pero ahora este icónico local ha vuelto a abrir sus puertas, brillando como nuevo con su recién estrenado toldo rojo. En él podemos leer la nueva apertura del barrio: L’Entrecote Café de París.

Foto: Café de París
Foto: @cafedeparis.lentrecote

Diez años después de la primera apertura, en Conde de Aranda, Pablo Caruncho -quien está detrás de Café de París en Madrid-, abre la tercera dirección. ¿Cómo conoció el icónico Café de París? «Hace muchos años en Ginebra, es un restaurante con 100 años de historia y parada obligada si pasas por allí», nos cuenta.

¿El por qué de su éxito? «Es una marca que lleva casi 100 años haciendo felices a sus clientes, no fallamos, hemos atravesado guerras y pandemias, y la gente encuentra en nosotros un espacio para disfrutar», explica el propio Pablo. Igual que en Mazarino encontrábamos a familias de Chamberí, en estos primeros días de Café de París hemos comprobado que sigue siendo un restaurante familiar, pero les visita todo tipo de clientela. «Nos visita gente a la que le une el gusto por las cosas bien hechas».

Foto: Café de París
Foto: @cafedeparis.lentrecote

Un lugar emblemático

Que el nuevo Café de París haya abierto en un lugar como Mazarino no es fruto de la casualidad. «El nuevo local es un lugar emblemático, con una arquitectura muy especial, es uno de esos sitios que recuerdas siempre. Le hemos dado el aire parisino, como tiene el resto de locales de la marca», dice Pablo. Se percibe lo que fue, pero también ese toque más contemporáneo -pero sofisticado- que requiere un lugar así.

La fórmula es la misma que en el resto de restaurantes y que el original en Suiza: ensalada, su fantástico lomo de vaca fileteado, la salsa de mantequilla de Monsieur Boubier y una fuente de patatas fritas. El secreto está en su salsa, del que siempre se quiere saber su éxito pero ya se sabe, este nunca va a ser desvelado. Una salsa adictiva como deliciosa, que ha sido imitada en muchas ocasiones pero igualada… Jamás. La salsa llega desde Ginebra, religiosamente. No se prepara allí. El secreto está intacto.

Foto: L’Entrecote Café de París
Foto: Café de París

¿Es la primera vez que se disfruta de Café de París? Pablo Caruncho nos da un consejo: «Que disfruten y se olviden un poco de los modales». Repetir sin moderación de las deliciosas patatas fritas que bailan en las fuentes es obligatorio. Reservar mesa para encontrar hueco para cenar o para comer, también. La clientela de Mazarino se pasa de vez en cuando a probar el secreto de este sitio. Los que ahora tienen un Café de París más cerca de casa, también. Bienvenue dans le quartier!