Hay hoteles que son especiales porque sí. Y muchas veces no nos fijamos en ellos porque simplemente buscamos un lugar donde dormir. A veces no deberíamos viajar a una ciudad concreta, a veces deberíamos visitar un lugar concreto. Un alojamiento especial por su estética puede ser un destino. Como ejemplo te hablamos de L’Arlatan, el hotel boutique más ecléctico de Francia.
Maja Hoffman es la coleccionista detrás de este hotel tan colorido -ubicado en un edificio medieval-, pero quien ha dejado la huella artística -y el responsable de que nos llame tanto la atención- es Jorge Pardo. Un artista que podemos encontrar en lugares como el Tate Modern de Londres. Pero Pardo no ha trabajado solo, lo he hecho con su equipo ubicado en Yucatán, México. Porque estamos hablando de un hotel con sus habitaciones y sus salas comunes. Un hotel especial en todos los sentidos al que se le han añadido muchas horas y trabajo.
Arlés, al sur de Francia, es la ciudad que da cobijo a L’Arlatan. Y ha sido refugio de artistas como Vicent Van Gogh, y precisamente algo del artista holandés podemos ver en las 34 habitaciones de este hotel. Un alojamiento que tiene seis estudios artistas, para esos Van Gogh contemporáneos que buscan inspiración en este rincón francés.
Cada rincón de este hotel es especial y fotogénico. Cada una de las habitaciones tiene un color diferente y el suelo de cada lugar tiene un dibujo a cada cual más original. Hay más de 6.000 metros cuadrados de mosaicos. Y en cada rincón encontramos una pieza de arte contemporáneo. «Es una explosión de color, luz y arte», explican desde el hotel.
En todo el hotel se respira la misma esencia -nos recuerda también al México del estudio de Pardo- pero nada se repite. Además, los elementos originales quedan resaltados. Encontramos una chimenea barroca, con una silla de los años 70 con una alfombra más rústica. Y todo encaja en L’Arlatan.
El hotel cuenta con un bar donde beber cócteles y un restaurante al que acuden numerosos locales. Mezclarse con Arlés sin salir del hotel es posible. Su carta está supervisada por el chef Armand Arnal, que cuenta con su restaurante La Chassagnette a pocos kilómetros de Arlés. Y un precioso jardín con piscina para ver el tiempo pasar mientras llegan las musas. ¿Es L’Arlatan el hotel más artístico de la zona? Probablemente.