Activar el mood isleño para disfrutar de los puentes siempre es una buena elección. Más aún cuando dejamos al Atlántico brillar el mayor paraíso nacional: Lanzarote. Independientemente de la fecha del año en la que se visiten, esta joya paradisíaca preserva el eterno verano y, por eso y por sus planes, se convierte en el mejor destino para garantizar un acierto en la localización. Entre planes y paisajes, aquí te presentamos la guía que necesitas para visitar Lanzarote durante el puente de mayo.
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La huella de un arquitecto
Algo que más llama la atención a primera vista de la isla es la uniformidad arquitectónica que se aprecia al descender al aterrizaje. Y el motivo se encuentra en la persona que dio nombre al propio aeropuerto: César Manrique. El arquitecto estableció el patrón arquitectónico de la isla: todo en blanco, con edificios de no más de tres o cuatro plantas y siempre respetando el paisaje. Así, la mejor forma de conocer la influencia de su obra es recorriendo a pie cualquier población de la isla. O bien visitar los centros culturales que recorren su trayectoria.
La primera de ellas, la Fundación César Manrique, se encuentra en la Casa del volcán, situada en Tahíche, es una de las construcciones más singulares de Manrique, que diseñó tras su regreso de Nueva York y donde vivió desde 1968 hasta 1988. El hecho de que se encuentre construida en una colada de lava proporciona a la planta inferior un diseño singular, ya que aprovechan cinco burbujas volcánicas naturales comunicadas mediante túneles excavados en la lava.

Con un paisaje contrario, esta vez rodeada del verde isleño, se encuentra la Casa-Museo del palmeral. Una construcción de los años setenta en la que el arquitecto abordó el lenguaje de la arquitectura tradicional reconsiderada desde una visión moderna en la que prima lo estético y el confort. Su interior alberga material original que el arquitecto dejó antes de fallecer, como bocetos o anotaciones.

Ambos pueden visitarse todos los días (festivos incluidos) de 10:00 h a 17:30 h.
Y la riqueza natural
La primera visita obligatoria natural de Lanzarote es el Parque Nacional de Timanfaya. Sorprende recorrer sobriedad del paisaje que deja «el único parque nacional de la red española de carácter eminentemente geológico», tal y como describen en la página de Turismo de Lanzarote. Recomiendan recorrerlo, no sin antes haber parado por el Centro de Visitantes situado en Mancha Blanca para conocer el contexto del parque previamente.

No es el único punto donde la naturaleza volcánica de la isla deja un paisaje donde la rugosidad de las calderas de lava ofrecen una auténtica lección de arquitectura natural. También puede visitarse en su auténtica esencia por Ciudad Estratificada Los Roferos, al norte de la isla, o recorriendo a pie el cráter del volcán de El Cuervo, situado en el centro.
Visitas enológicas
El vino es una de las joyas primarias de Lanzarote. Tanto que gran parte del territorio de la Geria posee la Denominación de Origen Lanzarote y guarda uno de los mayores atractivos de la isla, que extiende la experiencia entre los sentidos y el paisaje. Con el vino malvasía como estrella de la producción en todos sus tipos: seco, semi-seco y dulce. Entre su oferta, se alzan algunos de los nombres más importantes de la historia enológica de España.

El gran nombre propio se encuentra en las bodegas de El Grifo, las más antiguas de las Islas Canarias y una de las bodegas más antiguas de España que este año celebra su 250 aniversario. Y lo hicieron a ritmo de The Belingueo, las citas en pequeño formato del festival Sonidos Líquidos, traducidas en pequeños conciertos celebrados los domingos a mediodía con un aforo reducido en espacios singulares de gran atractivo enogastronómíco, turístico y cultural, como bodegas, mercados o vinotecas.

Sin duda, una de las mejores excusas para conocer la gastronomía líquida local a ritmo de los mejores grupos. Durante dos días, celebrando catas privadas y catas con maridaje, acompañadas por el ritmo de Los Mejillones Tigre y Repion.
Merece la pena guardar la fecha de julio también en el calendario para conocer cómo Sonidos Líquidos fusiona la música y la enología en el mayor festival sostenible nacional. Donde grupos como Lory Meyers o Wine Lips toman la bodega de la Geria para poner en alza la sostenibilidad y la producción local de Lanzarote.
Perderse entre las playas
Si preguntas a locales y visitantes, todos te recomiendan ir al mismo destino: la playa del Papagayo. Situada en el sur de la isla, se suma a la hilera de espectaculares playas que se abren paso por el litoral.

Especialmente interesante ascendiendo hacia el oeste donde, tras pasar Playa Blanca, se encuentra el punto de encuentro internacional de surfistas, La Misteriosa se refiere a una de las olas más grandes y poderosas del norte del Atlántico, ubicada en el exterior de la isla frente a La Santa.
Domingos de mercado
Todos los domingos, La Villa de Teguise, la que fuese la primera capital de la isla, cede sus calles a la celebración del mayor mercado de la isla. La mejor forma de recorrer esta ubicación, categorizada como uno de los pueblos más bonitos de España. Artesanía, productos locales y gastronomía enclavados en el recorrido histórico de la villa acaparando todas las calles a través de más de 400 puestos. El mercado puede visitarse todos los domingos en horario de 9: 00h a 14: 00h.

Gastronomía de estrella
Precisamente en Playa Blanca se encuentra el único restaurante con estrella de la isla, Kamezí. El restaurante forma parte del complejo turístico de lujo sostenible, Kamezí Boutique Villas, configurado por villas privadas con piscina en primera línea de playa. Sentarse a comer en Kamezí supone entrar por la puerta grande en la gastronomía local, a través de un recetario elaborado con productos isleños y centrado en un único menú degustación llamado Bernegal.

También merece la pena degustar el sabor más local servido en los Teleclubs, centros sociales que deben su nombre a cuando estos tenían las primeras televisiones de la isla y los vecinos se juntaban para comer y ver la tele. Hoy, son las embajadas de la gastronomía autóctona que abren paso a elaboraciones como las imprescindibles papas con mojo o la garbanza.
Excursión en barco a la Graciosa
Entrar en la graciosa aventura es aventurarse hacia la más pura naturaleza. La isla solo puede recorrerse andando, en bici o con los taxis disponibles en la isla. Se encuentra a unos 25 minutos en barco del norte de la isla y encapsula el mayor terreno natural de España.

Donde conocer el fondo marino en las aguas cristalinas de Playa Francesa, tomar el sol en la falda de uno de los cuatro conjuntos volcánicos de La Graciosa, en la Playa de la Cocina. O disfrutar de una vista panorámica de la isla desde la Montaña del Mojón.