Tulum, en la costa caribeña de Yucatán, es uno de los destinos más de moda en México. No necesita demasiada presentación porque se ha hablado infinitas veces de este lugar. Sus playas de arena blanca, sus aguas turquesas, las maravillosas ruinas bien conservadas y los restaurantes y hoteles que encontramos allí, hacen de Tulum un destino de ensueño. Hemos hablado en muchas ocasiones de Tulum pero hoy vamos a hacerlo de tres hoteles que son un destino en sí mismo. Tres alojamientos que te recuerdan en cada rincón donde estás. Porque eso es importante: que los hoteles sean conscientes del lugar en el que están y te lo recuerden a cada momento.
Hotel Muaré
Es uno de esos hoteles en el que te invitan a ir descalzo. Una experiencia que, evidentemente, te conecta aun más con el lugar y con la naturaleza que te rodea, la jungla maya. ¿Y por qué Muaré? «Un muaré ocurre cuando se superponen dos patrones geométricamente regulares… Formando un patrón propio. Esto, precisamente, es lo que sucede en nuestro hotel. Se suceden diferentes experiencias en un mismo espacio… Cuando esas sensaciones y experiencias se superponen, se genera una experiencia propia». Tejidos naturales, habitaciones y villas abiertas a la naturaleza… Muaré es una experiencia en sí misma. Un hotel en el que caminar descalzo porque no sabes dónde empieza el alojamiento y dónde acaba Tulum.
La Valise Tulum
Otro de los hoteles boutique de la zona que nos gusta es La Valise. Una piscina climatizada infinita, habitaciones en forma de cabaña, hamacas para tumbarse y disfrutar del cielo estrellado por la noche… La Valise es el paraíso. Hay once villas y once habitaciones, dependiendo del tipo de estancia que queremos, aunque en ambas alas el trato es siempre exquisito. Un hotel sofisticado pero de espíritu bohemio… Tan único como sus huéspedes.
Jashita Tulum Hotel
Dicen que son el mejor secreto guardado de Tulum… Principalmente porque están alejados de todo. Un pequeño hotel boutique con solo 30 sofisticadas habitaciones entre bellas buganvillas y el mar del Caribe. Dormir en sus habitaciones que hacen que rocemos la jungla con nuestros dedos, hacer snorkel cerca del arrecife de coral de la zona, cenar en su magnífico restaurante Pandano -que mezcla la gastronomía mexicana y la italiana-, relajarnos en su zona wellness... Jashita es ese lugar donde relajarnos y alejarnos del frenesí que a veces azota Tulum.