Siempre se ha dicho que una buena compañía hace perfecta una cena. Lo mismo ocurre cuando buscamos el maridaje. Bien sea como anfitrión o como invitado, el maridaje en las cenas de Navidad y saber llevar la botella de vino perfecta siempre es sinónimo de buen gusto. Que se lo digan a Alexander Fleming cuando afirmó que: «Si bien la penicilina cura a los hombres, el vino les hace felices». Por eso, en COOL hemos querido recoger una selección de consejos de maridaje de nuestros expertos y una selección de vinos para estas fiestas y, por qué no, para guardar en nuestra wish list de 2025.
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El objetivo de encontrar un buen maridaje no es más que alzar la experiencia gastronómica de cada uno de los platos. Intensificar las texturas, potenciar los sabores… En definitiva, dar con la fórmula que nos ayude a empezar el 2025 con el mejor de los recuerdos en el paladar. Estos matices que llevan a la perfección los sabores se desarrollan en todos los procesos de producción del vino. Factores clave para guiar nuestra elección en caso de que queramos sorprender con unos matices determinados.
El vino, nuestro caballo ganador
«Elegir un vino diferente es atreverse a explorar», subraya Emilio Moro. Por eso, para maridar las últimas cenas del 2024 y las primeras del 2025, «busca vinos con personalidad única: matices sorprendentes, un equilibrio entre complejidad y frescura, y una expresión auténtica de su terroir».
Prioriza del origen
En este sentido, añade, lo mejor para acompañar la velada será «un vino que hable de su origen, que cuente una historia y conecte con los momentos importantes de nuestra vida siempre será una buena elección». Para estos momentos, Manuel Colmenero, sumiller de Cornamusa (Azotea Grupo), subraya que un crianza o reserva siempre serán una buena elección: «porque un vino con una pequeña crianza en barrica siempre va a tener más estructura, más cuerpo y por lo tanto nos va a acompañar mucho mejor para cualquier momento del día».
Más allá de la barrica
Si queremos algo diferente en un vino, con el que sorprender al resto de los comensales «lo que debemos priorizar es dónde ha hecho su crianza, hoy en día ya no sólo están las típicas barricas de madera de roble tanto americano, francés, español o húngaro. Existen otros recipientes para la crianza como ánforas (tinajas) de barro, depósitos de hormigón, cerámica, acero o barricas que han sido usadas para hacer whisky o vinos de jerez, eso es lo que puede diferenciar a los vinos a parte del tipo de uva que siempre nos aportará matices diferentes!, explica Colmenero.
Prepara el vino antes de servirlo
Respetar un buen vino es sinónimo de aprender cómo servirlo. No es lo mismo el protocolo a seguir en un tinto que en un blanco. Prestar atención en aspectos como la ubicación o la temperatura del mismo horas antes de que comience la cena influirá notablemente en el sabor que posea a la hora de degustar. Es importante tener en cuenta si el vino se ha desplazado y, por tanto, movilizado de una casa a otra o desde una tienda. En ese caso, Colmenero recomienda «dejarlo como mínimo un par de horas en un sitio quieto para que se estabilice y se asiente, luego abrirlo mínimo una hora antes de consumirlo para que el vino muestre su esencia».
Encuentra la temperatura
En el caso de los vinos tintos, para refrigerarlos, «si no se dispone de una cámara específica de vino usaremos algún cuarto que no tenga mucha luz y que mantenga una temperatura estable, que no oscile mucho (los cambios de temperatura bruscos hacen daño al vino)» afirma Manuel Colmenero. Además, a la hora de servirse es importante tener en cuenta que estos «deben respirar para desplegar su riqueza: un mínimo de 15 minutos antes de servir es ideal para los vinos más jóvenes y hasta una hora para los de mayor crianza», subrayan desde las bodegas de Emilio Moro.
Los blancos debemos enfriarlos a unos 8-10ºC en la nevera y mantenerlos en una cubitera durante la cena es clave para conservar su frescura. Cada detalle cuenta para que el vino esté en su punto perfecto y acompañe sin esfuerzo cada plato, detallan desde Emilio Moro. «Yo siempre recomiendo que las temperaturas muy muy frías no ayudan a los vinos blancos a expresarse, el frío tapa matices organolépticos tanto en nariz como en boca», enfatiza Colmenero.
Nuestros vinos recomendados
Valduero reserva blanco 2016. 100% albillo mayo con D.O. Ribera del Duero. Este vino blanco posee un aroma frutal y un característico color dorado proporcionado por la crianza en barrica.
El vino de autor Vilano se ha posicionado entre los 100 mejores del mundo según Wine Enthusiast. Este Ribera del Duero, producido en el pago Vilano en Pedrosa de Duero, destaca por su edición limitada de solo 4,100 botellas. Su tempranillo de altísima calidad y crianza de 24 meses en barricas de roble francés lo convierten en un objeto de deseo exclusivo, disponible únicamente en restaurantes, tiendas gourmet seleccionadas y para clientes privados.
Uno de los vinos más elegantes de Habla es Duende. Su añada 2022 combina aromas cítricos, notas florales y un sutil toque ahumado, convirtiéndolo en una experiencia única tanto por su sabor como por su diseño sofisticado.
Chardonnay y Cariñena Blanca D.O. Empordà (Cataluña). Aromas de frutas blancas y notas florales, con un sabor envolvente y fresco, que lo hace ideal para acompañar con carnes y mariscos.
Gran Vino Pazo Barrantes 2020 ha sido nombrado el mejor albariño del mundo por la prestigiosa revista Wine & Spirits. Producido con uvas albariño cultivadas en doce hectáreas, su añada 2020 destaca por su excepcional calidad, a pesar de contar con un 25% menos de producción.
Entre nuestra selección no puede faltar un Godello como La Baraja. Elaborado con uva Godello de Petín (Valdeorras, Orense), cultivada en suelos arcillo-ferrosos y con pizarra, este vino destaca por su intensidad, carácter franco y complejidad, con un final largo y persistente.
Marqués de Murrieta 2020 con estuche artesano, vienen dos botellas. Elaborado con tempranillo, mazuelo, graciano y garnacha, cada variedad aporta una personalidad propia para ensamblarse en un equilibrado vino tras una crianza en barrica.
Vino rosado D.O. Utiel Requena elaborado con uva Pinot Noir 100%, de Bodegas Hispano Suizas.
Este Marqués de Riscal ha sido elaborado con viñas prefiloxéricas, de las zonas de Aldeanueva del Codonal y Aldehuela, en Segovia. El mejor acompañamiento para pescados en salsa, carnes blancas, cordero asado, quesos, verduras a la plancha y legumbres.
Viña Monty Graciano 2016 de Bodegas Montecillo, ha sido galardonado con el prestigioso premio Best in Show en los Decanter World Wine Awards 2024, obteniendo 97 puntos y posicionándose entre los 50 mejores. Es el único tinto de la D.O.Ca Rioja en lograr este reconocimiento y el primer vino elaborado exclusivamente con graciano en entrar en este selecto listado.
Pazo de Señorans añada 2014 es un albariño de intensidad alta, con gran profusión de aromas terciarios de crianza.
Hacienda Monasterio Reserva. DO Ribera del Duero elaborado con 80% Tinta del Pais, 20% Cabernet Sauvignon con 18 meses en barrica de roble francés de Allier. Ideal para el maridaje con aperitivos, embutidos, quesos curados o carnes rojas.
Bodega Blecua 2016. Vino tinto con crianza elaborado en la zona de Somontano, España con Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Garnacha.
Albina Essencia 2012 destaca por su aroma a mora, cassis, vainilla y regaliz, con sabores complejos de bayas silvestres, chocolate, clavo, cuero y hierbas mediterráneas secas. Sus taninos poderosos y un final de hinojo lo convierten en un vino profundo e ideal para disfrutar ahora o conservar hasta 2034, según los expertos.
Pago Negralada 2018es un tempranillo de D.O. Abadía Retuerta. Elaborado con uvas tempranillo en suelos de gravas y arena, este vino de largo recorrido tiene un gran potencial de envejecimiento.
Malleolus de Valderramiro 2021. Este vino tinto de D.O. Ribera del Duero es un vino expresivo y maduro, ideal para el maridaje en cualquier momento de la comida.
Bodega Coviñas presenta un vino blanco joven de Valencia, elaborado con Macabeo y Sauvignon Blanc. De color amarillo pálido con reflejos verdosos, destaca por sus aromas a hierba fresca y notas cítricas. Fresco y de final persistente.