Tenerife, la paradisíaca isla arropada por las aguas del Atlántico que ofrece un eterno y cálido verano. Isla de arenales infinitos y naturaleza virgen. Sin duda, uno de los sitios que encabezan las listas de lugares a los que hay que ir, al menos, una vez en la vida. Pero no sólo por el sol, la costa y por sus asombrosas piscinas naturales, sino por la oferta tan variada que este destino ofrece. Hoy, en concreto, queremos compartir con vosotros nuestra experiencia en el lujoso resort Bahía del Duque, donde Cristina de Juan, directora general del hotel, nos acompaña para desvelarnos cada detalle de este mágico lugar. Podéis acceder al enlace para disfrutar de la entrevista, pero, también, seguir leyendo para vivir la experiencia a través de nuestros ojos.
Pura exclusividad
No sólo la vegetación exuberante y la gran extensión que ocupan las instalaciones del Hotel Bahía del Duque contribuyen a que uno se sienta en un mundo aparte, también el personal viste con una vestimenta que se fusiona con el entorno.
La indumentaria del servicio nos remonta a los siglos XVIII, XIX y principios del XX, y está inspirado en la indumentaria tradicional canaria. El investigador Juan Cruz, máximo experto en el tema, fue el asesor en la adaptación de la vestimenta típica de las islas a los uniformes, empleando telas más ligeras y confortables que las originales.
Alojamiento
Las habitaciones del resort ofrecen impresionantes vistas a la playa del Duque o a los exóticos jardines del mismo. Sus exclusivos amenities y una cuidada y elegante decoración, convierten cada uno de los alojamientos en el lugar ideal para el descanso. De entre las distintas posibilidades de alojamiento podemos destacar las habitaciones deluxe, las suites o la suite triple Imelda.
Si consideramos estos alojamientos como auténticas maravillas, el Bahía del Duque ofrece unas Casas Ducales situadas en un lugar privilegiado y exclusivo del hotel. Cada una de ellas recrea una Hacienda Colonial, cuyo diseño se inspira en el Palacete Martí Dehesa y la Casa Maffiotte, iconos arquitectónicos de Santa Cruz de Tenerife.
Para quienes buscan la mayor privacidad y un servicio muy personalizado, están las Villas del Duque, un referente del lujo más exclusivo. Se trata de cuarenta residencias obra del prestigioso interiorista Pascua Ortega y del arquitecto Teótimo Rodríguez, con la colaboración del decorador canario Perico Mesa.
Sus piscinas y playa
Su espacio exterior tiene cinco piscinas: tres son de agua dulce, dos de ellas climatizadas; dos de agua salada y una para niños.
Uno de los valores más importantes del hotel es su playa, configurada por cinco conchas a lo largo de 950 metros de litoral. Esta playa, conocida como playa del Duque, cuenta con casetas individuales y servicios exclusivos para los clientes del hotel, como entrenamiento de deportes acuáticos, picnic en la playa, etc.
Gastronomía internacional
Bahía del Duque y su chef ejecutivo Juan Miguel Cabrera invitan a sus clientes a disfrutar de un viaje por los sentidos y descubrir un mundo de exquisitos sabores a través de la alta cocina.
Cautivar el paladar y aventurarse en las diferentes culturas culinarias de la mano de los chefs del resort –donde aromas y sensaciones son los protagonistas de una experiencia gastronómica única– es un auténtico privilegio.
Bahía del Duque ofrece un concepto gastronómico único con identidad propia, en el que el cliente dispone de nueve restaurantes y catorce lounges donde degustar exquisitos platos de cocina: internacional, italiana, japonesa, francesa, vasca y canaria.
Universo wellness
Su universo de bienestar se inspira en el poder del Océano Atlántico y el sol de las islas Canarias. Un retiro espiritual y físico excepcional ideado para sorprender a los cinco sentidos.
Bahía del Duque invita a sus clientes a sentir los beneficios de un fascinante viaje regenerador guiado por su experto equipo de terapeutas, nutricionistas, entrenadores y fisioterapeutas. Una oportunidad única de disfrutar del deporte, así como de la paz que transmite el resort.
Sin duda, todo aquel que visite el resort debe dejarse sucumbir a un estado de calma y felicidad disfrutando de una agradable mañana en su singular refugio con circuito de talasoterapia al aire libre llamado ‘Bahía Wellness Retreat’.
Este área se complementa con un hamman, saunas, duchas escocesas, pileta de agua fría y solárium al aire libre con zonas de sombra.