Las exigencias del director de ‘Los juegos del hambre’ en Asturias: vino español, cocinera local en el set…
Por las carreteras sinuosas del Parque Natural de Somiedo (Asturias) no dejan de circular estas semanas unas 85 furgonetas Mercedes V-Class. Todas conducen cada día al mismo destino: el set de rodaje de Los juegos del hambre: amanecer en la cosecha, la nueva entrega de la exitosa saga distópica creada por Suzanne Collins y dirigida, una vez más, por Francis Lawrence. Cada chófer cobra 800 € semanales, nos cuentan, y transportan desde Oviedo hasta Pola de Somiedo a los actores principales y parte del equipo técnico. A finales de junio, aterrizó el núcleo duro del reparto (incluido Ralph Fiennes, quien interpretará a un joven Coriolanus Snow, en un papel que promete marcar un antes y un después en la franquicia) y desde entonces más de 250 personas han tomado literalmente el valle.
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Aunque en un primer momento el director barajó varias localizaciones entre los Pirineos y otras zonas del norte peninsular, finalmente se decantó por el impresionante paisaje de Valle de Lago, en Somiedo. No fue una decisión sencilla: rodar en un parque natural protegido implica cumplir estrictas regulaciones ambientales, algo que no ha pasado desapercibido para los grupos conservacionistas, que ya han alzado la voz.
Algunos naturalistas denuncian que el volumen de vehículos, maquinaria, generadores eléctricos y el flujo constante de personal técnico pueden alterar la biodiversidad del entorno, especialmente en un ecosistema tan delicado como el asturiano. Desde la producción, en cambio, aseguran que todo el trabajo se está desarrollando en coordinación con las autoridades locales y respetando los límites establecidos por la normativa del parque.
— PanemPropaganda.com (@panempropaganda) June 30, 2025
Un pueblo convertido en Hollywood rural
Pola de Somiedo vive estos días una transformación sin precedentes. Nuestra fuente (confidencial) nos cuenta que el polideportivo del pueblo se ha reconvertido en espacio para el vestuario y el atrezzo, mientras que el colegio local ha sido tomado por máquinas de coser, patronistas y sastres que trabajan a destajo para crear los trajes de esta nueva entrega, centrada en Haymitch Abernathy (mentor de Katniss Everdeen) y su participación en el segundo Vasallaje de los Veinticinco, durante la 50ª edición de los Juegos.
La película, basada en la nueva novela de Suzanne Collins , llegará a los cines en noviembre de 2026. Y ya promete convertirse en uno de los eventos cinematográficos más esperados del año.
Caprichos gourmet en plena montaña
Pero si algo está llamando la atención entre los vecinos de Pola (más allá de los cortes de carretera y los grupos de técnicos en cada esquina) son las exigencias del director. Francis Lawrence ha quedado enamorado de la gastronomía local y, según fuentes del equipo, ha impuesto un requisito tan simple como contundente: en el set solo se sirve vino Ramón Bilbao. Nada de otras etiquetas. Además, tras negociaciones con varios restaurantes de la zona, se pidió a uno de los establecimientos más reconocidos de Pola (todo apunta a que podría ser Casa Miño o Sidrería Carión, dos de los más valorados de la localidad) que cocinara para el equipo. El restaurante se negó por no poder asumir tal volumen de trabajo… así que finalmente han contratado a una cocinera local que se encarga de alimentar a un equipo que ya supera los 250 trabajadores.
A lo largo del Camino de la Sombra, la ruta desde la que puede divisarse parte del rodaje de Los juegos del hambre al final del recorrido, hay personal de seguridad (muchos venidos de distintos puntos de España) encargados de vigilar que nadie se acerque a tomar fotos o vídeos. El set es confidencial y el hermetismo forma parte del contrato de rodaje. No es para menos: una superproducción de este calibre mueve cifras millonarias y mantiene bajo llave hasta el más mínimo detalle de su ambientación.
Nadie imaginaba es que Los juegos del hambre terminarían celebrándose, simbólicamente, en un valle donde los osos aún campan a sus anchas y las noches se tiñen de un silencio que nada tiene que ver con Hollywood… Hasta ahora.