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La escapada de lujo a Asturias que necesitas: el destino perfecto para desconectar

Lagos de Covadonga, Asturias
(Foto: Getty Images)
Marta Morales
  • Marta Morales
  • Graduada en Estudios Ingleses por la UA. Tras estudiar el Máster en Comunicación de Moda y Belleza (VOGUE) por la UC3M empecé a escribir para Glamour y Vogue, en ‘print’ y en digital, aunque terminé queriéndome enfocar en el sector del lujo. Por este motivo empecé mi andadura en COOL the lifestyle. Y aquí me encuentro, ejerciendo de redactora y periodista multimedia, especializada en belleza, moda, viajes y estilo de vida. Además, en mi afán por aprender y compartir lo que más me gusta, en junio de 2023 finalicé el Máster en Formación para profesora en la Universidad CEU San Pablo. Puedes seguirme en Instagram @martamoralesb.
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Asturias se presenta como el destino perfecto para una escapada de lujo este puente de otoño, el último antes de Navidad, ofreciendo una experiencia única para quienes buscan desconectar y reconectar con lo esencial. Entre montañas verdes, playas salvajes y pueblos con encanto, la región combina a la perfección naturaleza, cultura, gastronomía y bienestar. Desde exclusivos alojamientos rurales con spa hasta restaurantes galardonados donde saborear la mejor cocina del norte, cada detalle invita al relax y al disfrute. Una escapada a Asturias es mucho más que un viaje: es un refugio para los sentidos, un respiro de autenticidad y una oportunidad para vivir el lujo en su forma más natural.

Asturias
(Foto: Marta Morales)

La mejor escapada de lujo en España

El alojamiento elegido es el imponente Gran Hotel Brillante, en San Esteban de Pravia. En conversación con Fernando Artime, director del hotel, queda claro que este alojamiento va mucho más allá de la simple categoría hotelera. Cuando se le pregunta qué significa para él que el establecimiento haya sido catalogado como un hotel boutique, Fernando explica que «el concepto Boutique va más allá de los aspectos estéticos, que no dejan de ser menos importantes». Asegura que el proyecto, pionero en Asturias, busca ofrecer una experiencia integral, donde cada detalle cuenta: «Seleccionamos con mucho mimo todos y cada uno de los elementos del interiorismo junto con Beatriz Silveira, directora del proyecto interiorista. Pero un verdadero hotel boutique no sólo se mide por su decoración, sino también por la calidad de sus servicios, su restaurante y, sobre todo, por su personal, siempre dispuesto a atender al huésped«. El director añade que causar una buena primera impresión es esencial, y que todo –desde el aroma del lobby hasta la sonrisa en la recepción– está pensado para transmitir calidez y exclusividad.

Asturias, Gran Hotel Brillante
(Foto: Gran Hotel Brillante)

El nombre de su suite más emblemática, la Gran Suite Rubén Darío, también refleja la conexión del hotel con la historia y la cultura. «Rubén Darío pasó varios veranos en la antigua Pensión Brillante, ocupando una estancia con vistas a la ría del Nalón», relató el director. «Durante la rehabilitación del edificio, quisimos recuperar ese espacio y rendir homenaje a uno de los máximos representantes del modernismo literario». De esta manera, la suite combina el encanto histórico con el lujo contemporáneo, ofreciendo una experiencia única donde la literatura y la elegancia se dan la mano. «Queríamos que los huéspedes no sólo durmieran en una habitación, sino que vivieran un bonita de historia», comentó.

Gran Hotel Brillante, Asturias
(Foto: Gran Hotel Brillante)

Su restaurante, con productos locales y opciones gourmet, ofrece un menú de lujo con angulas a la bilbaína, percebes, pescado fresco y pastel de fresas al Champagne, acompañado de una botella de Champagne y una noche de alojamiento con desayuno. Esta experiencia, diseñada para combinar alta gastronomía y descanso en un entorno elegante, tiene un precio de 390 euros para dos personas y estará disponible hasta el 9 de marzo de 2025, salvo en Navidad. Tal y como explica Nella, la chef del hotel, «la carta está basada en la cocina tradicional asturiana, elaborada siempre con productos de primera calidad: pescados frescos de Cudillero, las famosas angulas del Nalón que se pescan frente al hotel, mariscos de nuestra costa o hortalizas de la huerta asturiana. Platos como el Royal de Pitu Caleya, los quesos asturianos o pescados como el pixin, no faltan en nuestra carta».

«El lujo está en la calma, en los detalles y en el tiempo que puedes dedicarte a ti mismo»

Los Llaureles, Asturias
(Foto: Los Llaureles)

La gastronomía asturiana es otro de los grandes atractivos. Platos como la fabada asturiana, los quesos locales o el clásico cachopo son un deleite para cualquier paladar.  Para una experiencia culinaria exclusiva, el restaurante Los Llaureles, distinguido con un Sol Repsol, ofrece menús degustación que combinan tradición, creatividad y libertad culinaria. Su chef, Carlos Gallego, entiende la cocina como «un lienzo en blanco» en el que no existen fronteras entre lo local y lo externo: «no se trata de encorsetarse en un discurso, sino de tener total libertad para cocinar los ingredientes que te estimulen, sea de donde sean».

Los Llaureles, Asturias
(Foto: Marta Morales)

En esa búsqueda constante de equilibrio y emoción, Carlos estructura sus menús con un hilo narrativo que evoluciona desde platos reconfortantes hasta sabores intensos, siempre con el objetivo de sorprender al comensal. La almendra es uno de sus ingredientes estrella –»me gusta mucho usarla para fondos y guisos por la potencia, aroma y textura que aporta»–, mientras que su reinterpretación de la sopa Tom Yum tailandesa demuestra su capacidad para fusionar culturas y provocar sensaciones: «me apetecía que al llegar el cliente empezasen a funcionar sus papilas gustativas con esta versión helada de una sopa tan famosa en Tailandia«.

Los Llaureles, Asturias
(Foto: Marta Morales)

Esa sensibilidad también se refleja en su respeto por los productos más humildes. «Entendiendo el producto, diseccionándolo y aplicándole diferentes técnicas, pueden extraerse muchos matices de algo tan sencillo como una cebolla o un tomate», afirma. Incluso platos tradicionales como el Pote del Pintu son transformados con sutileza y técnica, utilizando la mantecosidad de Les Fabes emulsionadas con mantequilla y un toque crujiente de berza «para mantener la tradición pero concentrar el sabor en pocas cucharadas». De la trayectoria de Los Llaureles, Carlos confiesa que no podría elegir un sólo plato como favorito: «cada uno tiene su historia y su porqué, y todos salen con la misma ilusión y cariño». En su cocina, la tradición asturiana y la innovación contemporánea conviven con naturalidad, y en su salón se disfruta de las vistas a la naturaleza del concejo de Cabranes.

Cachopo, Asturias
(Foto: GTRES)

Y si hablamos de cachopo, hay algunos consejos para disfrutarlo al máximo: el filete debe ser tierno, el relleno de jamón serrano y queso asturiano, el empanado crujiente y la fritura perfecta. Acompañarlo de sidra escanciada o vino blanco y compartirlo en buena compañía convierte esta receta en una auténtica experiencia asturiana. Si hay dos lugares donde disfrutar de cada bocado son el restaurante La Guía y Sidrería Carroceu en Ribadesella.

Covadonga
(Foto: Marta Morales)

Entre los planes destacados se encuentra el Santuario de Covadonga y los cercanos Lagos de Covadonga, lugares emblemáticos donde se mezclan historia, espiritualidad y un paisaje natural impresionante. La visita a este conjunto permite conectar con la esencia más auténtica de Asturias.

Covadonga
(Foto: Marta Morales)

Otro imprescindible es el Museo y Circuito Fernando Alonso, que permite conocer la trayectoria del campeón asturiano y experimentar la velocidad en karts en su trazado homologado.

«Una oportunidad única para los más intrépidos»

Museo Fernando Alonso
(Foto: Marta Morales)

Para los amantes del senderismo, la Ruta de las Xanas es obligatoria. Este sendero discurre entre roca y bosque encantado, por un desfiladero de ensueño que ha sido llamado «el pequeño Cares». Los paisajes, el musgo, la vegetación y el murmullo del río crean un entorno mágico y rejuvenecedor. Tras la caminata, volver al hotel y relajarse en sus instalaciones ofrece un contraste perfecto entre aventura y confort.