5 minutos con la experta en quesos Clara Diez
En una tabla de quesos, no todo vale. Este es uno de los mensajes con el que coincidirán los más gourmet si les hablamos de una combinación, o de una pequeña cata, de este manjar. El universo del queso es tan variado que podríamos distinguir entre más de 2000 variedades, y hemos conversado con Clara Diez sobre uno de los proyectos más innovadores de Madrid (basado en la producción artesanal de quesos): Formaje.
La vallisoletana afincada en Madrid de tan solo 29 años, nos ha contado en primera persona sobre este proyecto que nació hace no mucho de la mano de su marido, Adrián Pellejo. Hoy se han hecho, sin lugar a dudas, un hueco en el universo del queso, posicionándose como unos de los expertos más reconocidos en nuestro país. Pero no olvidemos que se trata de perfiles muy jóvenes, por eso están a la última en RRSS, donde su trabajo es tan impecable que ya han colaborado en diferentes proyectos como con restaurantes, como Grosso Napoletano entre otros. Y también con marcas de ropa.
«No concibo el queso más allá de una perspectiva artesana. Le doy mucha importancia al respeto por los entornos».
Aunque, no únicamente este proyecto sabemos reconocerlo en España; sino que Clara Diez, con su trayectoria en el mundo de los quesos, ya aparece en 50 Next. Una lista de jóvenes de 34 países en los seis continentes, que están moldeando el futuro de la gastronomía. Probablemente, los líderes gastronómicos de las futuras generaciones, según esta publicación de rankings.
Esta plataforma de quesos, Formaje, se encarga de escoger y distribuir quesos totalmente artesanos para distribuir en España a través de una tienda física y de su página web. Así dan a conocer la filosofía más artesana y promover la cultura que esconde el resultado final de un queso. Desde sus cadenas de producción, hasta que vemos su presentación final en tienda.
Su queso más COOL
«Hay un queso muy COOL que se llama Espadán, que se hace en la sierra de Espadán. Me parece una maravilla elaborada con queso de cabra, es muy funky, tiene unos aromas muy animales. Además, se elabora en lotes muy pequeños, de manera que su disponibilidad es muy irregular», explica Clara.