Llega el mes de agosto y con él el momento de aplicar mis propios tips para conseguir crear la maleta perfecta, sin temor a olvidarnos nada en el lugar de origen… Con todo correctamente empaquetado, y con el enésimo repaso mental de los must para estos días de descanso emprendemos el camino, con ciertos nervios en el estómago, que nos llevará a Marbella, el lugar de vacaciones que se repite en mi imaginario desde mi más tierna infancia cada vez que evoco esta mágica palabra… vacaciones…
Así, madrileña de nacimiento y marbellí de adopción en la época estival, aterrizamos la familia al completo, cargados de maletas que volverán con los mejores recuerdos, esos que no pesan, en este municipio único de la Costa del Sol.
Un paraje que cuenta con 27 kilómetros de maravillosas playas de arena bañadas por el cálido Mediterráneo que contrasta con las montañas de la Sierra Blanca que las rodea. Cerca de 115 kilómetros cuadrados de ciudad en la que se puede disfrutar de planes perfectos tanto de día como de noche y del tan conocido lujo marbellí que vuelve a recuperar el esplendor de hace años.
Y aunque en los últimos tiempos a Marbella le han salido competidores a la altura como son Palma de Mallorca o Ibiza, podemos asegurar que siendo este municipio sinónimo de lujo, elegancia y glamour, nunca pasará de moda.
Destino cinco estrellas
El destino favorito de gran parte de la jet set patria e internacional, por Marbella podemos pasear y encontrarnos con Embajadores de altura como Antonio Banderas, Julio Iglesias o Carmen Cervera, entre otros.
Personalidades que han podido disfrutar de primera mano de días perfectos, de sol y playa, en la costa española y quizá recorrer el itinerario que hoy propongo y que para mí es sin duda perfecto…
Para comenzar el día, y coger energías, nada mejor que disfrutar de un desayuno en el innovador Rosas Café. Un concepto culinario completamente único en el que presumen de ser capaces de satisfacer a través de una cocina de lo más saludable incluso a los más golosos. Su carta cuenta con una amplia variedad que pasa por ofrecer desde pastelitos franceses a ensaladas de quinoa en un entorno realizado con el más exquisito gusto (y nunca mejor dicho). Un café que se adapta a los tiempos con su servicio de take away y que te ofrece también un catering si lo que tienes es un evento con el que sorprender a tus invitados. Además, se trata de un local dog friendly en el que tus mascotas se sentirán como en casa… ¿Qué más se puede pedir?
Pues algo más… salir de este precioso local y, previamente protegido, trasladarse a una de las 24 playas marbellíes. Entre mis favoritas, la playa de la Plage donde tomar tranquilamente el sol para recargarnos de vitamina D y poder afrontar un paseo por el caso antiguo de Marbella. Un paseo que te permite atesorar parte de la cultura marbellí, respirar el sabor marinero de la ciudad y sumergirte en su influencia árabe que queda patente en la estructura de sus callejuelas estrechas para llegar a auténticas obras de arte como la Capilla de San Juan de Dios, la calle Montenebro y la Plaza de los Naranjos, donde disfrutar de la típica estética andaluza y, en contraste, la Muralla Urbana árabe, fortificación declarada Bien de Interés Cultura, que contenía una antigua medina árabe y cuyo castillo es el vestigio musulmán más importante que se conserva en el municipio. En ella podemos encontrar diferentes métodos arquitectónicos y estilos, que se superponen de otras épocas, pudiendo incluso observar algunos capiteles romanos empotrados.
Mis lugares favoritos
Terminamos este particular recorrido reponiendo fuerzas en un rincón muy madrileño, la recién inaugurada Chocolatería San Ginés. Un trocito de historia de la capital, que abrió su primera cafetería en 1894, y que ahora podemos disfrutar en Tokio, Shanghai, Bogotá y, por supuesto, también en Marbella.
Una deliciosa merienda que podemos rebajar con un paseo en bicicleta por el paseo marítimo, en el que podemos sorprendernos con las vistas que nos ofrecen los lujosos yates que atracan en el puerto. Otra de las atracciones de Marbella, al igual que ir de shopping por su Milla de Oro donde se ubican las marcas más exclusivas en esta Meca del lujo española.
Mis tiendas favoritas son muchas, por lo que voy a destacar la de la diseñadora top mexicana Daniela Villa, un icono internacional en el que podemos adquirir uno de sus maravillosos estilismos para disfrutar de la conocida noche marbellí en uno de sus elegantes clubs o con los que sentirnos auténticas top models desfilando con amigas, al ritmo de la música.
Y, para terminar la jornada, mi recomendación más personal, el Marbella Club Hotel. Un resort cinco estrellas, con una elegante sencillez que para mi es visita obligada desde que acudía a disfrutar de una maravillosa cena en compañía de mis padres desde mi más tierna infancia.
Recuerdos que se quedan grabados en el alma y que se han convertido ya en una tradición dentro de la familia Oliva cuando visitamos este rincón de la geografía española.