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Cría Cuervos, el vino millennial para quienes tienen «ganas de vivir»

Foto: Cría Cuervos
Foto: Cría Cuervos
Josefina Grosso
  • Josefina Grosso
  • Mi primer regalo de Reyes fue un micrófono y a los 6 años ya hacía mis primeros pinitos en prensa 'editando' un periódico casero con mis primas llamado 'Informakids'. Esto, por aquel entonces, debió hacer saltar todas las alarmas en mi familia, dedicada en lleno al mundo de la medicina, que asumieron desde el primer minuto que abandonaría el barco sanitario sin pensarlo y sin anestesia. Allá por los 90, estaba ya claro que mi destino, iba encaminado al periodismo y la comunicación. Televisiva y 'plumilla' a partes iguales, me considero periodista multimedia y en COOL, disfruto de todos y cada uno de los reportajes que hago. Las entrevistas en profundidad, son mi pasión. Orgullosa de formar parte de este proyecto que hacemos día a día con exquisita dedicación y esfuerzo. Convencida, como Machado, de que 'se hace camino al andar' y de que lo sueños se trabajan todos los días.
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‘Cría cuervos y te sacarán los ojos’, dice el sabio refrán español y, David Martín, Pedro Obiang, Adrián Martín, Sandro Ávila y Javier Muñoz Lazaga son de alguna manera esos ‘cuervos’. Cinco jóvenes que dieron ese golpe en la mesa desafiando a las bodegas de la ‘vieja escuela’ lanzando un vino que rompe esquemas.»Nuestro verdejo empata en calidad con los de siempre pero lo entrega una marca joven, fresca y divertida», asegura a COOL Javier Muñoz Lazaga, uno de los fundadores de Cría Cuervos, el vino millennial que se sale de lo establecido y que, según sus propias palabras, es un caldo «de espíritu joven para los que tienen ganas de vivir».

Un negocio nacido en pleno confinamiento que, desde su lanzamiento en diciembre, ha tenido una excelente acogida.»De momento hemos vendido algo más de 20.000 botellas y pusimos nuestro vino a la venta el día 1 de diciembre. Es un gustazo ver cómo la gente disfruta de un producto por el que tanto nos esforzamos», nos cuenta entusiasmado Javier, uno de sus creadores. Todo un triunfo para un grupo de 5 chicos que no superan la treintena (algunos de ellos casi, ni la alcanzan) con una buena idea de negocio que comenzó a fraguarse «copa de vino en mano» y reuniones de zoom mediante: «Siempre hacíamos videollamadas preguntándonos sobre qué vinos comprábamos y bebíamos cada uno y así, surgió la idea».

El vino Cría Cuervos
El vino Cría Cuervos

5 jóvenes creadores y una sumiller

El equipo de Cría Cuervos/Foto: Cria Cuervos
El equipo de Cría Cuervos/Foto: Cria Cuervos

Los responsables de la aventura de Cría Cuervos son jóvenes, entusiastas y con experiencia previa en distintos negocios. Lo de emprender, les viene de lejos. «Emprendiendo sí teníamos experiencia. Pero en el sector del vino… ¡ninguna más allá de encantarnos! Creo que ninguno diríamos que el comienzo haya sido difícil. Trabajamos muchísimas horas sin descanso, pero felices. Somos unos afortunados porque nos dedicamos a lo que nos apasiona. Ver cómo va creciendo la empresa, como de una idea pasa a ser una realidad, es una maravilla», afirman a COOL. Y crecer, crecen. De venta online en su página web, actualmente también puede degustarse en en más de 100 restaurantes de Madrid como por ejemplo Art&Sushi, Salterius, Pólvora, Pante, Gala o El Rincón de Vespok y sumando.

El verdejo de 'Cría Cuervos'
El verdejo de ‘Cría Cuervos’

5 almas aventureras a las que parece no resistírsele ninguna idea. «Adri, David y yo somos socios en WeareCumbre, una consultora de marca en la que hacemos branding y comunicación. Por otro lado, esta Sandro, es DJ y director logístico y administrativo de su hermano, Danny Avila». Más tarde, entraría al grupo Pedro (ex Atlético de Madrid, West-Ham United y Sampdoria), con gran gusto por el sector vinícola y, se hizo la magia. «Organizamos una serie de reuniones en Italia, ya que ahora juega en el Sassuolo, y se unió también al equipo. La verdad es que entre todos hay muy buena química. Somos equipazo», afirma orgulloso Javier.

Pero, no todo es talento masculino en esta empresa vinícola. Laura Sánchez Lara es el nombre de la sumiller profesional a la que acudieron al iniciar el proyecto. «Laura es una persona increíble. Su ayuda y su trabajo son fundamentales para nosotros. Ella es periodista especializada en gastro y sumiller por la Cámara de Comercio. ¡Es una enamorada del vino y tiene mucho hambre de Cría Cuervos!», apuntan.

Un verdejo ecológico y lleno de matices

Foto: Cría Cuervos
Foto: Cría Cuervos

«Nuestro vino es un verdejo que no aburre ni cansa. Cero cabezón, se bebe fácil y se disfruta constantemente, desde la primera copa hasta la última». Así describen a su bebé estos chicos emprendedores. Un caldo fresco para quienes tienen ganas de vivir la vida como, parece, que ellos la conciben: sin reparos. Cría Cuervo es además, un producto ecológico: «Nuestro vino es eco porque no utilizamos ningún químico o producto artificial en ninguna parte del proceso. Desde la tierra hasta el embotellado, todo es 100% al natural», aseguran con orgullo.

El vino Cría Cuervos
El vino Cría Cuervos

Aseguran a COOL que el de Cría Cuervos es un Rueda que «marida con todo». «Diríamos casi seguros que no falla con ninguna comida. Pero nosotros lo disfrutamos muchísimo por ejemplo con el sushi, con unos buenos mejillones o con una simple tabla de queso».

‘La Seca’, el alma de Cría Cuervos

El pueblo de La Seca se encuentra en la provincia de Valladolid y es, un lugar de gran tradición vinícola sobre todo, en cuanto a vinos blancos se refiere. Y es en en esta localidad, cargada de costumbre y haceres a la vieja usanza, en la que los chicos de Cría Cuervos confiaron para elaborar su Rueda  millennial. «La Seca ha dado luz a vinos maravillosos. Nuestros viñedos son trabajados y cuidados por la tercera generación de una familia enamorada de la uva y el respeto al campo. Cuando paseas por allí , olvidas todos tus problemas».

La tradición de La Seca, unida a la frescura de los 5 chicos que conforman este sueño nacido al calor de las interminables videollamadas del confinamiento, hacen de Cría Cuervos una proyecto apasionante con un fruto apetitoso: su vino. Un producto con el que, respetando la tradición, han conseguido ser esos cuervos que, ya criados, vuelan con éxito en un industria tradicional y competitiva. Y lo hacen, saboreando el «aquí y ahora» como reza, su vital eslongan.