En el mundo hay tantos lugares increíbles a los que viajar… Que quedarse con unos cuantos, o hacer una lista de cuáles queremos visitar, es misión imposible. Cuando te dedicas al mundo de los viajes, esto se complica aun más. Sobre todo cuando conoces hoteles increíbles… O cuando te toca escribir de lugares epatantes. Es el caso de Cirqa, un hotel en la ciudad peruana de Arequipa. Un alojamiento muy especial, en un antiguo monumento, que se ha convertido en el más lujoso de la zona. Un Relais & Chateaux que merece una visita.
El lugar
Cirqa se encuentra en la fantástica ciudad de Arequipa, cuyo centro es Patrimonio de la UNESCO. Y su ubicación es muy especial, ya que era un antiguo monasterio de 1540, momento de la fundación de la ciudad. Las paredes en las que se duermen han sido testigos de este lugar. Este lugar se convierte en un parador, como los que conocemos en España, y se inspira en la vida monacal, para aportarle al viajero que llega una sensación de tranquilidad y pausa.
Los interiores
¿En su interior? Una mezcla del lujo con las cálidas tradiciones ariquepeñas, como ellos defienden. «El parador combina su arquitectura original de piedra con matices contemporáneos», explican desde Cirqa. No es demasiado grande. Cuenta con once habitaciones, un patio con una piscina circular, un rooftop para observar las vistas, una terraza, un comedor y una zona de relax y su patio. Y para desconectar aun más, una sala donde poder disfrutar de un magnifico masaje.
La gastronomía
La gastronomía de Arequipa también está presente en el hotel. De hecho, la cocina peruana es una de las más aclamadas en el mundo. Los fogones del hotel, dirigidos por María Fé García, se inspiran en lo que se come en la ciudad, pero sobre todo en las picanterías que hay en casi cada esquina. Un menú simple, que cambia cada temporada, lleno de sabor y especias. La historia de la chef, por cierto, merece la pena descubrirla. Al nacer su hija decidió dar un vuelco a su vida y así se convirtió en una prolífica cocinera. Además de comer y descansar, también podemos realizar excursiones. Al centro de la ciudad, a los valles de alrededor -a hacer hiking, rafting, biking-, al Altiplano -a su maravillosa salina y al Parque Natural de Aguada Blanca- y a los volcanes.
Un hotel para soñar
Cirqa nos recuerda, de alguna manera, que no estamos demasiado lejos del desierto. El color de sus muebles y de las paredes de este antiguo monasterio, nos recuerdan que estamos en un lugar muy especial. Arequipa está construida con piedra volcánica blanca, porque está rodeada de cuatro volcanes. De ahí que la llamen la Ciudad Blanca. Sus cañones, los parques naturales de alrededor, y ese paisaje tan icónico, convierten a este hotel un alojamiento aun más maravilloso. ¿Ponemos rumbo a Arequipa? Perú es siempre una buena idea.