Viajes

La última escapada del verano al palacio de Estambul que fue de un sultán

(Foto: Ciragan Palace)

Estambul, en Turquía, es uno de esos lugares mágicos que hay que visitar alguna vez. Con un pie en Europa y otro en Asia, de manera literal, en sus calles encontramos mezquitas y palacios, baños, zocos… Un pasado otomano que sigue latente en sus calles. Pasear el pasado es maravilloso pero… ¿y dormir en él? ¿Por qué no hospedarnos en el palacio de Estambul que una vez fue de un sultán? Estamos hablando de Ciragan Palace Kempinski, uno de los hoteles más increíbles de la zona… Y probablemente el hotel más bonito de Estambul.

(Foto: Ciragan Palace Kempinski)

Residencia de sultanes

En el palacio otomano más famoso de la ciudad, en la orilla del Bósforo, es un alojamiento imperial con 317 habitaciones. Un icono de la ciudad que ha sido reformado recientemente, ahora que pertenece a Kempinski -el grupo de hoteles de lujo más antiguo de Europa– aumentando su opulencia y su riqueza. Un trabajo que ha sido realizado por su director Ralph Radtke, el conocido arquitecto Mustafa Toner y el experto en arte otomano Serdar Gülgün. Sin duda, han hecho un gran trabajo.

(Foto: Ciragan Palace Kempinski)

Este rediseño ha potenciado el esplendor de este lugar icónico en Estambul, mezclando el pasado con el futuro, convirtiendo este hotel en lugar absolutamente atemporal… Que sin embargo, nos transporta a diferentes lugares de la historia. ¿La inspiración? Además de la historia del palacio otomano, los preciosos jardines históricos, que también forman parte del mismo. Porque Ciragan Palace Kempinski nos hace soñar fuera y dentro.

(Foto: Ciragan Palace Kempinski)

La decoración

¿Detalles de la decoración? «En el centro del vestíbulo hay una unidad de asientos octogonal, una característica común en los salones de palacio que facilita conversaciones cómodas para los invitados. Encima del asiento hay una colección de figuras de tortugas que llevan un globo terráqueo, que simboliza la longevidad y la sabiduría, con vínculos históricos con las festividades de los tulipanes del pasado celebradas en el Palacio Çırağan», nos explican desde el hotel.

(Foto: Ciragan Palace Kempinski)
(Foto: Ciragan Palace Kempinski)

«Las áreas de recepción y conserjería exhiben cerámicas de Iznik de estilo de los siglos XVI y XVII, mientras que los exclusivos candelabros de estilo veneciano inspirados en Murano añaden un toque contemporáneo con sus sombreros a rayas» siguen describiendo. Este palacio otomano es un lujoso museo.

(Foto: Ciragan Palace Kempinski)
(Foto: Ciragan Palace Kempinski)

Gastronomía turca

Cada una de las habitaciones y suites tienen detalles decorativos con motivos Çintemani, que nos trasladan continuamente al Imperio Otomano. Si queremos volver a la Turquía del presente, nada como probar la oferta gastronómica de Ciragan Palace Kempinski, inspirada en la gastronomía turca. Gazebo es la reina de la corona, un restaurante turco con influencias mediterráneas. Un restaurante inspirado en los jardines mediterráneos con una gran biblioteca que nos hace soñar con leer sus libros. Tugra, en la primera planta del palacio, propone alta gastronomía y es uno de los restaurantes más romántico de Estambul. Si queremos algo más informal Bosphorus Grill, y si queremos una copa, su C Bar.

Imposible no sentirse como un sultán en este magnífico palacio otomano, uno de los más famosos de la ciudad de Estambul. Parece increíble que en la actualidad se pueda dormir en un lugar así. Pero en el presente parece que hay sueños que se pueden hacer realidad. Ya tenemos excusa para volar a Estambul, la última escapada del verano.