Las calas que Rafa Nadal venera como marqués de Llevant de Mallorca
Ilustrísimo Señor Rafael Nadal, así es como el protocolo dicta que la alta sociedad debe dirigirse a uno de los mejores tenistas de la historia. Si bien es cierto que para muchos será difícil desligar al tenista de la icónica frase Vamos Rafa. Y es que a la larga lista de hitos de la vida de Rada Nadal se suma la concesión de su título nobiliario como Marqués del Llevant de Mallorca. Pero, más allá del título, ¿qué sabemos realmente de esta región de la isla que Nadal honra con tanto orgullo? En este reportaje desvelamos las calas más espectaculares y otros tesoros escondidos del Llevant mallorquín, ese rincón donde el campeón cambia la raqueta por la calma mediterránea.
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Ni retirado del deporte dejan de llegarle reconocimientos a Rafa Nadal. A pocos meses de que su huella quedase inmortalizada sobre el campo del Roland Garros, sobre el que se ha alzado con 14 títulos, el tenista ha superado las fronteras del deporte para alzarse con un título nobiliario. Noticia que resonó con más fuerza aún porque, aunque actualmente este cargo conlleva una carga meramente simbólica, se trata del primero que entrega el rey Felipe VI desde que tomase posesión de la corona, hace ya once años.
Cierto es que no se trata de un territorio cualquiera y es que el tenista ostenta el marquesado de Llevant, una comarca situada en la isla de Mallorca cuyo principal municipio es Manacor, lugar del origen del tenista. Del que tantos años ha sido embajador proyectando la imagen del pueblo y asentando en ella la base de su Rafa Nadal Academy, que ahora bien podríamos decir que es un imperio mundial de la formación de futuros números 1 del tenis. Más allá de ser el lugar que ha visto crecer al tenista, este área de la isla de Mallorca engloba patrimonio, paisajes únicos y visitas obligatorias de la isla.
Llevant de Mallorca
Llevant, en castellano Levante, es una región al noroeste de la isla de Mallorca, conocida por su orografía y playas, que limita con el Llano al oeste y el Migjorn al sur. Está conformada por cinco municipios, entre los que se encuentra Manacor, su capital. Pero hay mucho que ver más allá de las huellas que el tenista ha ido dejando en este lado de la isla.
Manacor
Bien es cierto que sería algo paradójico intentar empezar a hacer este recorrido sin hacer primero una mención al lugar donde nació, creció y actualmente reside Rafa Nadal junto a su mujer y su hijo. Reside en una espectacular mansión en Porto Cristo situada en una finca de casi una hectárea de terreno con vistas al puerto. Claro que esta non es la única construcción con el sello del tenista en este municipio y es que aquí también se encuentra la academia de tenis con su nombre y su Museo.
Manacor es el lugar en el que reside el centro cultural, histórico y deportivo del levante de la isla. Dentro de su patrimonio pueden visitarse algunos puntos de gran relevancia histórica como el conjunto prehistórico de s’Hospitalet Vell, el Claustro del Convento Sant Vicenç Ferrer (declarado Monumento Nacional, s. XVII), el Museo de Historia de Manacor en la Torre dels Enagistes (s. XIV), la Institución Mossèn Antoni Maria Alcover y Molí d’en Fraret, que actualmente actúa como la sede de la sección etnográfica del Museo de Historia.
Misma historia que se respira en algunos de sus enclaves gastronómicos más representativos. Sin duda, entre los nombres más icónicos de este rincón de la isla se encuentra Fonda Can March, que este año cumple su centenario. A sus mandos, el chef Miquel Gelabert transforma lo que denomina como “la nueva cocina mallorquina” centrado en el producto local y de temporada.
Las calas más top: En el litoral, hay algunas de las calas más especiales y menos transitadas de la isla, donde podemos encontrar Cala Varques, reconocida por albergar un paisaje virgen y a la que sólo puede accederse a pie. Además de Cala Petita, Cala Magraner, Cala Moreia y Cala Morlanda. Claro que también están aquellas ubicadas en puntos más céntricos y, por tanto, algo más masificadas como son Cala Manacor o Cala Romàntica.
Son Servera
Son Severa es el lugar perfecto donde cada tipo de viajero encuentra su mejor momento. Desde el deporte en sus campos de golf, las rutas por la Vía Verde Manacor–Artà y los icónicos arquitectónicos e históricos de su centro. Recomendable acudir al mercado de los viernes, que toma las calles con más de 200 puestos locales.
Entre los monumentos que alberga en su interior encontramos la Església Nova, de corriente neogótica diseñada por el discípulo de Gaudí, Joan Rubió. También Es Pastoret es un escultura que conmemora el recuerdo de la epidemia de 1820.
Artá
Artá es una de esas visitas obligatorias para quienes quieren entender Mallorca. Principalmente porque en sus 140 kilómetros cuadrados residen algunos de los resquicios más importantes de la historia insular. Sus calles conservan los suelos empedrados, las estructuras medievales y el patrimonio local que aún se mantiene vivo en los artesanos locales que habitan la zona.
Donde no puede faltar un paseo por su casco antiguo, tanto por la zona baja como por el barrio aristocrático situado en la parte alta, que conserva los palacios de los ricos terratenientes de la zona. Sobre todo los martes de 9:00h a 14:00 h cuando el pueblo celebra su mercado semanal situado en el centro de la localidad, en la calle Ciutat y en la plaza del Conqueridor.
El edificio más fácilmente reconocible es la Iglesia de la Transfiguración, una construcción del siglo XVI que se alza entre los edificios del pueblo dejando a la vista su estilo gótico. También junto al pueblo, siguiendo unas escaleras ubicadas entre un camino de cipreses, encontramos el Santuario de Sant Salvador.
Si entramos en historia, Ses Paisses, a pocos kilómetros del centro, encuentra los restos de una ciudad prehistórica mallorquina descubierta en los años 60 por el arqueólogo italiano Giovanni Lill. Sus investigaciones pudieron determinar que ese lugar tenía una antigüedad de más de 1.000 años.
Siendo su última y obligatoria parada, el Parque Natural de Llevant. Uno de los rincones más bonitos de la isla para practicar senderismo, disfrutar de la naturaleza virgen y contemplar las vistas al mar cristalino. Y las Cuevas de Artà, consideradas como una de las más fascinantes y misteriosas.
Capdepera
En lo alto de una colina, se encuentra Capdepera. Conocido por su gran Castillo, uno de los edificios más representativos y visitados de este lugar. Fue construido en 1300 como defensa a los ataques piratas, siendo una de las fortificaciones más importantes de la isla que fue declarada como Bien de Interés Cultural y que actúa como museo desde el 83.
Aunque sin duda alguna, el edificio que con más cariño preservan sus ciudadanos es la Iglesia de San Juan y es que en su interior se encuentra la Virgen de la Esperanza. Tal importancia reside en los milagros en las defensas contra piratas y sarracenas que se le atribuyen a la Virgen. En segundo lugar, quedaría la Torre de Canyamel, ya que fue considerada una de las torres de vigilancia militar más importantes de Mallorca.
Las calas más top: También el faro es una de las joyas arquitectónicas que, aunque no se puede visitar por dentro, puede accederse a sus inmediaciones y apreciar esta joya de la arquitectura marina que data de 1861. Junto a este, otra de las joyas del litoral de Capdepera las encontramos en las calas que bordean la costa. Algunas de las más conocidas son Cala Agulla, Cala Mesquida, Font de sa Cala, Canyamel, Cala Moltó y Cala Gats.
Entrando en la gastronomía, Capdepera puede presumir de dar cobijo a dos grandes referentes de la isla en lo que a alta cocina se refiere. Empezando por el restaurante Voro, con dos estrellas Michelin. Siguiendo la corriente mediterránea de la autenticidad, el producto y la estacionalidad, el chef Álvaro Salazar ha impartido a la carta su propia filosofía de entender el «buen comer del Llevant mallorquín».
Este restaurante se encuentra en un edificio independiente del Cap Vermell Grand Hotel. Con una estrella Michelin también se encuentra Fusion19, capitaneado por el tándem formado por los chefs Aleix Serra y Marc Marsol.
Sant Llorenç des Cardassar
Rodeada por diferentes montes de la Sierra de Levante, este lugar es el idilio perfecto para los amantes del senderismo y de las rutas a pie por la isla. Destacando entre ellas la Via Verde, que transcurre por Manacor, Sant Llorenç, Son Carrió, Son Servera y Artà. Por los caminos pueden verse construcciones tradicionales de las possessió, fincas rurales de gran extensión con una casa principal y terrenos dedicados a la agricultura o ganadería.
La cala más top: En bicicleta, la mejor ruta corresponde a un diseño de la deportista Marga Fullana. Se la conoce como la Ruta BTT y comienza en la estación de tren y atraviesa diversos caminos hasta llegar a Cala Millor.