Gastro

‘Tardevieja’: dónde tomar el aperitivo antes de despedir el año

(Foto: Pinterest)

Hay tradiciones que no necesitan explicación, sólo repetición: como brindar a las doce, comerse las uvas, estrenar algo rojo… y, cada vez más, salir a tomar el aperitivo en la tarde de la Nochevieja. Ese ratito mágico entre que la ciudad aún no se ha vestido de gala y todo el mundo empieza a cruzar mensajes de ¿nos vemos antes?, donde una caña fría, un vermut o unas buenas tapas saben a cierre de ciclo, a risas cómplices y a promesa de lo que vendrá. El aperitivo del 31 es más que un gesto gastronómico: es un pequeño ritual de transición, una excusa social para juntarse, brindar por lo vivido y calentar motores antes de la cena. En Madrid, además, es casi una liturgia. La ciudad late, las barras echan humo y los locales se llenan de ese ambiente tan madrileño de «vamos, que se acaba el año».

Aquí tienes una ruta impecable, variada, castiza, gourmet, moderna, para saborear el aperitivo de Nochevieja como merece: en buena compañía y en sitios donde la calidad manda.

Celso y Manolo

Clásico madrileño reinventado, este restaurante-taberna es uno de esos lugares donde el vermut se pide sin pensarlo dos veces y las tapas llegan con la misma naturalidad que el buen ambiente. Su estética castiza, su barra siempre viva y platos como las gildas, las croquetas o la ensaladilla convierten este lugar en parada esencial para arrancar la última mañana del año. Con alma de tasca de toda la vida y un toque contemporáneo, Celso y Manolo es pura esencia de Madrid.

(Foto: Celso y Manolo)

Carbón

Si quieres comenzar la jornada con algo más sofisticado, Carbón es tu sitio. Cocina a la brasa, producto de máximo nivel y una estética cuidada que te hace sentir en un refugio urbano donde cada detalle importa. Perfecto para quienes buscan un aperitivo con un punto elegante: unas verduras a la brasa, un vino bien elegido o un bocado de pescado hecho al calor del carbón que prepara el paladar para una noche especial.

(Foto: Carbón)

Ostras Pedrín

En Chamberí, esta barra especializada en producto marino es sinónimo de homenaje. Ostras fresquísimas, conservas prémium, ahumados, salazones y un ambiente que te transporta a una lonja sofisticada. Ideal para una Nochevieja con sabor a mar: ligera, sutil y muy celebrable. Un vermut, una ostra y un brindis: no hace falta más.

(Foto: Ostras Pedrín)

Ultramarines del Coso

Moderno, espontáneo y con espíritu de barrio, este espacio destaca por un tapeo potente que mezcla tradición y guiños contemporáneos. Desde sus croquetas hasta los ahumados, pasando por propuestas muy de picoteo, Ultramarines del Coso es el lugar perfecto para quienes buscan un aperitivo informal, animado y con personalidad, ideal para empezar la última tarde del año en modo disfrute.

(Foto: Ultramarines del Coso)

Uval

Un restaurante que combina cocina de mercado con sensibilidad contemporánea. Su propuesta fresca, equilibrada y muy cuidada en plena Plaza de los Delfines funciona especialmente bien al mediodía: platos ligeros, vinos bien escogidos y una atención impecable. Uval es la opción perfecta para quienes quieren un aperitivo más calmado, con sabor y sin prisa. uno de nuestros favoritos para disfrutar del aperitivo de Nochevieja antes de la San Silvestre.

(Foto: Uval)

La Castela

Emblema absoluto del aperitivo en Madrid. Barra abarrotada, marisco de primera, tapas impecables y ese ambiente inconfundible de taberna madrileña donde cada visita se vuelve un rito. Aquí se viene a disfrutar de una caña bien tirada, unas gambas, unas cocochas o una ración que te reconcilia con el final del año. Puro clásico.

(Foto: La Castela)

Arzábal

Las tabernas Arzábal se han ganado un sitio de honor en la ruta del aperitivo gracias a su reinterpretación moderna del tapeo. Su mezcla de tradición, producto top y energía vibrante hace que cualquier visita se sienta especial. Croquetas, gildas, vinos, raciones… perfecta combinación para despedir el año con estilo.

(Foto: Arzabal)

Patio de Leones

Color, música, vermú helado y una estética que mezcla espíritu castizo y frescura contemporánea. Patio de Leones es pura celebración, un lugar perfecto para quienes asocian el aperitivo a fiesta, ambiente y buena energía. Aquí todo invita a brindar: la barra, la terraza, la gente y la carta pensada para compartir.

(Foto: Patio de Leones)

La Maruca

Elegante, luminosa y con una carta que ya es un clásico de Madrid. La Maruca es ideal para quienes buscan un aperitivo equilibrado: ni demasiado formal ni demasiado informal. Empanadillas, rabas, ensaladilla, buenas raciones y un ambiente siempre agradable. Una opción infalible para reunirse antes de las campanadas.

(Foto: La Maruca)

Casa Canito

Con alma de taberna moderna, Casa Canito destaca por su producto fresco, su cocina sincera y una oferta pensada para compartir. Su ambiente cálido y su propuesta honesta lo convierten en un lugar perfecto para una parada tranquila antes de la gran noche.

(Foto: Casa Canito)

Bar Vergara

Un bar madrileño de los de verdad: barra viva, tapas sabrosas y ese ambiente social donde se mezclan generaciones. Aquí el aperitivo sabe a tradición: caña, vermut, tortilla, boquerones… y mucha autenticidad. Perfecto para quienes buscan un plan castizo y sin artificios.

(Foto: Bar Vergara)

Berria Wine Bar

Para los amantes del vino, no hay mejor sitio. Berria es una catedral enológica con referencias difíciles de encontrar y un equipo que sabe recomendar como pocos. Ideal para un aperitivo más sofisticado: un buen blanco, un espumoso o un tinto elegante acompañados de picoteo fino. Nochevieja gourmet.

(Foto: Berria Wine Bar)

Varra Fina

Moderno, creativo y con un concepto que mezcla técnica y diversión. Varra Fina es la opción perfecta si te gusta descubrir sabores nuevos y acompañarlos de buenos cócteles. Su barra es animada, sus platos sorprenden y el ambiente invita a alargar el aperitivo sin mirar el reloj.

(Foto: Varra Fina)

Barra Alta

Cocina de producto con acento mediterráneo, platos bien ejecutados y un estilo desenfadado pero elegante. Barra Alta funciona especialmente bien como primera parada del día: tapas frescas, vinos bien escogidos y una energía muy de celebración discreta. Ideal para cerrar el año con gusto.

(Foto: Barra Alta)