Yannick Nézet Séguin, al frente del Concierto de Año Nuevo de Viena, entre los directores mejor pagados
Quién es Yannick Nézet‑Séguin y por qué se ha convertido en una de las figuras más relevantes de la música clásica actual. El director canadiense, al frente de la Orquesta de Filadelfia y de la Metropolitan Opera House de Nueva York, tomará la batuta del Concierto de Año Nuevo de Viena 2026, una de las tradiciones musicales más emblemáticas del mundo. Este evento reúne a millones de espectadores cada 1 de enero, combina valses y polkas de la familia Strauss con debut de compositoras femeninas y piezas inéditas, y representa un momento único donde historia, prestigio y talento se unen en la Sala Dorada del Musikverein. Te contamos todos los detalles y curiosidades.
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Cada primer día del año la televisión de millones de casas se enciende para sintonizar la cadena donde los 145 músicos de la Orquesta Filarmónica de Viena toman la Sala Dorada del Musikverein de Viena. Dejando que sus acordes lleguen a una audiencia de más de 50 millones de espectadores a través de la televisión y el streaming.
Porque conseguir entradas no es tan sencillo. Debido a la gran demanda de entradas para el Concierto de Año Nuevo, éstas se sortean exclusivamente a través de la página web de la Filarmónica de Viena a principios de año. De este modo, se garantiza que visitantes de todo el mundo tengan las mismas oportunidades de ganar entradas para el concierto.
Y no pienses que es algo que la gente pueda intentar para meter como plan de un viaje improvisado en estas fechas a la ciudad. Hay quienes intentan conseguir las entradas durante más de un año, y es que las inscripciones para participar en el sorteo de entradas se recogen desde el día 2 de enero hasta el 23 de enero. Lo que nos espera este año será el debut de dos grandes compositoras, actuaciones sin igual y un programa «variado y animado«, ha anunciado el director de la Filarmónica de Viena, Daniel Froschauer.
Yannick Nézet-Séguin y su millonario sueldo
Con esta ya serían 86 ediciones llegando a miles de hogares y esta edición, el encargado de llevar la batuta (en sentido literal) será el canadiense Yannick Nézet-Séguin, el director musical de la Orquesta de Filadelfia desde 2012 y de la Metropolitan Opera House de Nueva York desde 2018. Toma así el relevó de grandes artistas como Georges Prêtre, Franz Welser-Möst, Zubin Mehta, Mariss Jansons, Gustavo Dudamel o Christian Thielemann para situarse frente a los músicos y dejar que la magia de la Navidad llegue a los hogares en forma de melodía.
Yannick Nézet‑Séguin, además de ser el encargado de dirigir el Concierto de Año Nuevo de Viena 2026, figura entre los directores de orquesta mejor remunerados del mundo. Según una estadística anual publicada por Drew McManus, ocupa una destacada posición en el listado de los diez maestros con mayores ingresos, con unos 1,42 millones de euros anuales por su labor al frente de la Orquesta de Filadelfia (sólo por debajo de nombres como Gustavo Dudamel o Riccardo Muti), lo que refleja no sólo su prestigio artístico sino también su relevancia en el panorama musical global contemporáneo.
Una tradición musical internacional
La tradición de sentarse para escuchar las piezas del Concierto de Año Nuevo se remonta a 1941, aunque su origen se remonta a dos años atrás. Por aquel entonces, se retransmitía a través de la radio y no sería hasta 1959 cuando este llegaría a la televisión. Este año pasó a convertirse en una producción de la televisión austriaca ORF, en coproducción con la Unión Europea de Radio-Televisión (UER-EBU-Eurovisión), que la retransmite a más de 150 países de todo el mundo.
Algo que hoy destaca de esta interpretación es que es todo un privilegio para los directores poder ponerte al mando de la orquesta. Sin embargo, en sus orígenes, este puesto fue ocupado por dos grandes figuras de la música clásica austriaca. El primero en ponerse a la batuta sería Clemens Krauss, quien ocuparía el puesto desde el 41 hasta su muerte en 1954.
Ese año ocuparía su puesto el primer violín de la orquesta, Willi Boskovsky, y lo haría hasta 1979. Ya con su retirada, la orquesta decidió no contar con un director permanente, sino dejar este puesto a grandes figuras. Y desde 1987, el concierto ha sido dirigido por una persona diferente cada año. ¿El primero en hacerlo? El célebre director de orquesta austriaco c.
Una orquesta centenaria
Si te preguntas cuán importante es la Orquesta Filarmónica de Viena, lo primero a tener en cuenta es que se trata de una agrupación cuya organización e historia son de las más importantes del mundo desde hace casi dos siglos. Desde hace más de 180 años, representan uno de los conjuntos musicales de música clásica más prestigiosos del mundo, y aquí el por qué.
Su origen se remonta a 1842, por aquel entonces conocida bajo el nombre de «Academia Filarmónica«, y estrenó su gran debut con el Gran Concierto. Desde entonces, esta orquesta ha consolidado el «sonido vienés» como una identidad musical de este país, siendo reconocida por músicos y profesionales. Pero, más allá de ello, llama la atención su forma de entender este arte y la organización de esta entidad.
Su organización representa una sociedad democrática en la que no cualquiera puede entrar y es que formar parte de esta Orquesta requiere de ciertos requisitos. El primero es que todos los músicos deben pertenecer a la Orquesta de la Ópera de la Corte Real (ahora la Ópera Estatal) y llevar en esta agrupación un mínimo de tres años de experiencia.
Decimos democrática porque todo lo que toma lugar dentro de la agrupación y sus músicos se decide en una asamblea general, donde participan todos sus miembros. Incluso poseen un comité administrativo que toma todas las decisiones principales que acontecen en esta agrupación en su día a día.
Su sede se encuentra en el Wiener Musikverein desde el momento en el que se afianzaron sus bases, aproximadamente alrededor de 1870. En concreto a la Goldener Saal, una sala con una acústica especial para grandes formatos musicales. Actualmente, la agrupación está formada por 145 músicos donde se encuentran las siguientes agrupaciones instrumentales: Concertino, primer y segundo violín, viola, violonchelo, contrabajo, arpa, flauta, oboe, clarinete, fagot, bocina, trompeta, trombón, tuba y percusión.
¿Qué piezas podemos escuchar?
Frente a la evidencia de ser un concierto de música clásica y, por tanto, recoger un repertorio de piezas clásicas, lo cierto es que el origen de las canciones que interpretan también tiene ciertos detalles bastante curiosos. Si entramos en los estilos de su repertorio podremos escuchar vals, polka, polka mazurca, marcha, galope, scherzo, cuadrilla y contradanzas.
Tradicionalmente, la música principal de este concierto recoge algunas de las piezas más significativas de la familia Strauss. De hecho, el concierto siempre concluye con el Vals del Danubio Azul (Johann Strauss hijo) y la Marcha Radetzky (Johann Strauss padre), y entre medias las canciones van incluyendo obras o artistas representativas del panorama austriaco de música clásica y actuaciones del Ballet Estatal de Viena.
El próximo concierto comenzará con la obertura de la opereta Indigo y los cuarenta ladrones. Con un debut estelar que dará paso a continuación, y es que, por primera vez en este evento, el vals Cuentos del Danubio de Carl Michael Ziehrer, la polka Brausteufelchen de Eduard Strauss y el Malapou-Galoppe de Joseph Lanner sonarán interpretados por la orquesta.
También hay lugar para descubrir o volver a escuchar piezas de grandes compositoras femeninas y aquí Josephine Weinlich (1848-1887), la mujer fundó en Viena la primera orquesta femenina de Europa, tomará un hueco en la programación cuando se interprete su polka Canciones de Sirenas. La segunda compositora femenina que será interpretada será Florence Price (1887-1953), de quien podremos escuchar su vals Arco iris.