Guillermo del Toro es un artesano del cine y muestra de ello es su última producción, ‘Pinocho’. A contracorriente de la Inteligencia Artificial, el cineasta ha apostado por el stop motion, fotograma por fotograma. Una técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos inanimados por medio de una serie de fotos que se suceden unas a otras. La película se puede ver en Netflix y está llamada a ser la película de la Navidad. Y si estos días tienes pensado viajar a Nueva York, no puedes dejar pasar la oportunidad de ver la exposición en el MoMA sobre esta película.
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La exposición del MoMA, bautizada como ‘Pinocho, de Guillermo del Toro’, estará disponible hasta abril de 2023.
Está concebida de tal manera que los visitantes vivirán la experiencia de estar en un plató de cine y descubrirán cómo trabajaba el equipo de Del Toro, formado por diseñadores, artesanos y artistas de animación en Portland, Oregón, Guadalajara, México e Inglaterra.
La exposición incluye arte de producción, accesorios y una mirada a las diversas fases de la fabricación de títeres.
Tampoco faltarán los escenarios, las pruebas de movimiento y las instalaciones donde se realizó el stop motion que da vida a los personajes de la historia.
Del Toro y su conexión con Pinocho
«Ninguna forma de arte ha influido más en mi vida y en mi trabajo, y ningún personaje ha tenido una conexión tan personal conmigo como Pinocho», expresa Guillermo del Toro para explicar que esta película, en parte, es intimista.
La exposición tiene una parte inmersiva en la que deja claro que el Pinocho de Del Toro es una carta de amor arrebatadora y una obra de arte de animación stop motion.
Una nueva visión
Mientras que la historia original de Carlo Collodi, de 1883, y otras versiones posteriores se centran en la obediencia de los niños, Del Toro hace una oda a la «desobediencia justa, la familia justa y lo que significa estar verdaderamente vivo».
La iglesia es uno de los escenarios centrales de la película. «Queríamos hacer una iglesia que se sintiera hecha a mano por miembros del pueblo. Pero además, vas a ver pequeños detalles en la vidrieras de ‘El laberinto del fauno‘», desvelan responsables del filme.
«Estos objetos inanimados, que comienzan como un dibujo lineal de un personaje, luego pasan a una escultura que es la maqueta», detalla el diseñador de producción Guy Davis.