Las obras de arte de Anni Laukka que nos hacen reflexionar a través de las sombras
La actualización del arte supone una recreación que puede llegar a despertar sentimientos y tiene la capacidad de hacer reflexionar al ser humano a través de formas abstractas y trabajadas. Nada tiene que ver con el arte clásico, que plasmaba historias sobre un lienzo y el análisis de los detalles nos hacía observar la historia que hay detrás de la pintura. En la actualidad, la conceptualización artística se ha convertido en una crítica social, sobre la cual tenemos que estudiar y reflexionar, asumiendo esa crítica generalizada sobre lo que es la sociedad. Muchos artistas lo definen a través de obras explícitas, pero otros juegan con deshechos que no nos imaginaríamos y crean sombras sobre paredes limpias, recreando formas exactas de situaciones cotidianas concretas. Una artista finlandesa destaca sobre esta representación y se llama Anni Laukka, una creadora abstracta cuyas luces y sombras son aclamadas en medio planeta.
- Beneficios de la arteterapia para la salud mental
- Arte en miniatura, la exquisitez del tamaño de una moneda
Cuando te encuentras con una obra de Laukka, no provoca otra cosa que pararte para analizar los detalles. Es increíble como crea las composiciones, puesto que comienza a través de un esqueleto externo, que representa una sombra perfecta, emulando figuras que representan una cotidianidad. Un tipo de arte conectado con la sombra de nuestro ser, que desarrolla una obra visual que analiza nuestra persona en cuanto al campo digital se refiere. Parte de su obra se reproduce en el interior de espacios, creando una perspectiva personal sobre nuestro interior, mientras que otras de sus obras, se reproducen a través de un espacio abierto.
Toda obra de arte tiene su punto reflexivo y el concepto que pesa sobre las mismas nos invita a que observemos de fuera hacia adentro. Hacemos un análisis sobre los sentimientos propios, las emociones y como todo ello se plasma hacia el exterior, a través de una sombra. Muchas de sus figuras no tienen un sentido concreto, lo cual representa el caos que sucede sobre nuestro día a día y las confusiones diarias que nos provocan las influencias externas. Genera su arte a través de un juego de perspectivas que nos obliga a pararnos a pensar.
En cuanto a sus obras en el exterior, la reproducción de la historia es muy simple. A través de momentos, debajo del agua o incorporados en medio de la naturaleza, nos hace recapacitar sobre la necesidad de la desconexión del mundo y reconectar con la tierra, reconectar con nuestra propia esencia y ausentarnos de una alternativa digital para centrarnos en nuestro propio conocimiento y pensamiento. Una reflexión sobre la absoluta abstinencia digital.
Sobre la composición de sus obras, la artista usa todos los gadgets que puede encontrar, siempre relacionados con su existencia en la cotidianidad y como la conjunción de los mismos forma parte de nuestro ser. Todos ellos, aunados en una figura, son capaces de contar narraciones silenciosas diferentes, llegando a plasmarse sobre el sentimiento del espectador.
Se trata de avivar las emociones y despertar los sentidos, a través de un punto de vista que componen nuestras propias luces y sombras, la exposición hacia el exterior sobre la situación de nuestro interior, en definitiva, luces y sombras que nos las imponemos nosotros mismos.