De todas las temáticas que pueden surgir en el mundo editorial, si somos realistas, hemos de admitir que el universo de la moda cuenta con una escasa representación. A veces se sumerge en novelas que relatan historias o a través de biografías que narran la vida de un icono de la moda, como puede ser el de Grace Coddington, pero a nivel didáctico, no hay un referente que muestre un aprendizaje sobre esta y aporte luz propia. Hasta ahora. Hemos conversado con una creadora de contenido que trata la moda de una manera pura y lo traslada con letras a las hojas de papel de un libro digno de coleccionar llamado No tengo nada que ponerme. Hablamos con Nat Cebrián. ¡DALE AL PLAY!
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La moda es algo básico que, nos guste o no, compone nuestro día a día, puesto que debemos de vestirnos y vernos ante el espejo. Muchas veces puede subir la autoestima o no. Parece simple, pero es toda una filosofía. Una prenda es capaz de realzar el cuerpo y hacer que las calles sean nuestra pasarela propia o, al contrario, hacer que los ánimos no sean los óptimos para afrontar la jornada. El libro de Nat Cebrián no sólo habla de moda, sino que es una guía que puede llegar a ser la biblia de muchas mujeres.

«Soy de las influencers originales de Instagram, de aquella época en la que no existían ni siquiera los stories»
Quizás varios se pregunten… ¿Quién es Natalia Cebrián? Muy simple. La catalana es un referente de estilo y una de las pioneras en hacerse hueco en las redes sociales: «Soy de las influencias originales de Instagram, de aquella época en la que no existían ni siquiera los stories. Fue algo orgánico, puesto que estudié derecho y rápido me di cuenta de que no era lo mío. Lo acabé por una promesa con mi padre y, al terminar, me fui a Central Saint Martins, a Londres, algo que fue un sueño», confiesa. «Allí fue cuando me abrí la cuenta de Instagram y comencé a compartir los looks, mis viajes… De ahí surgió el movimiento. Volví a España y trabajé con una marca importante, con la cual luego colaboré como creadora de contenido», nos cuenta.
Nat Cebrián es un referente en el mundo de la moda y no sólo porque nosotros lo digamos, sino porque sus 636.000 seguidores lo acreditan. Es algo que ella no se imaginaba, puesto que contaba con un trabajo convencional, pero cuando existe pasión, no hay límite que lo pueda parar. Sus vídeos acaparan miles de me gustas, además de comentarios de mujeres alabando el contenido, porque no cuentan con un fondo vacío. La catalana inculca, enseña y nos dice cómo combinar prendas. Algo que para muchas personas puede parecer banal, pero existe un sentido más allá.
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«Estudié Derecho y rápido me di cuenta de que no era lo mío. Lo acabé por una promesa con mi padre y, al terminar, me fui a Central Saint Martins, a Londres»
Las prendas que llevamos en una jornada son capaces de expresar cómo nos sentimos ese día, es decir, tienen la habilidad de hablar por nosotros. Cada prenda que escogemos afecta a la manera de sentir, tu confianza y la forma en que te percibes a ti mismo. Los científicos llaman a esto «cognición vestida». Consiste en que los humanos no piensan sólo con el cerebro, sino también con el cuerpo. Por ello, si te vistes de una forma determinada, eso puede afectar a tu manera de pensar y a tu comportamiento. Esto puede sonar raro, pero la imagen corporal y la autoestima tienen una fuerte relación. Vestirse bien no es sinónimo de éxito, sino que es cuestión de aumentar la confianza y la felicidad, dos cosas que te ayudarán a acercarte a tus metas. Vestirse bien no es la respuesta, sino el primer paso hacia el éxito.

Crear los vídeos no es algo sencillo y es que hay que prepararse el contenido, saber qué vamos a mostrar y pensar que eso satisface lo que reclaman los seguidores. Después de alrededor de una década en las redes sociales, Nat Cebrián sigue sacando ideas y le pedimos que nos desvele cómo surgen. «Me inspiro en esas mujeres que me escriben y tienen una problemática. Con esto me refiero a que no saben qué ponerse para un evento, incluso a veces me dicen que tienen partes del cuerpo que les preocupan a la hora de hacer un estilismo… De ahí es donde sale mi contenido», nos cuenta. Lo que podemos leer a través de esta frase es que, para Nat, sus seguidoras son importantes y sus redes sociales no son sólo para mostrar productos, sino que a través de sus vídeos ayuda a las mujeres a sentirse mejor.
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«El otro día me escribió una señora con un comentario que me llegó al alma, porque me dijo que año tras año he seguido ahí y ella conmigo»
Las redes sociales ya son un emprendimiento en sí, donde crear una imagen de cara al exterior y retienes al público a través de un contenido interesante, que además aporte algo a aquella persona que esté al otro lado de la pantalla. Pero ahí no termina la cosa. El mundo de Instagram o TikTok está cambiando. Bajo esa sobresaturación, su mentalidad ha sido previsora y también cuenta con Nat Cebrián Studio, una empresa de branding y gestión de redes sociales, además del libro que nos presenta hoy y su próximo objetivo de reabrir su canal de YouTube.
En la actualidad existen dos tipos de personajes en el mundo banalizado de las redes sociales. Por un lado, los influencers muestran su estilo de vida y sus pasiones para construir audiencia, pero por otro están los creadores de contenido, que se enfocan en la producción de un contenido de calidad, valioso y original para sus seguidores, buscando participación y fidelidad. «El otro día me escribió una señora con un comentario que me llegó al alma, porque me dijo que año tras año he seguido ahí y ella conmigo», cuenta Nat Cebrián.
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«Lo primero que debemos pensar es en el zapato… A través de ahí, construimos el resto»
Cuando le preguntamos sobre la esencia que ha llevado a escribir el libro, nos deja una frase concisa, pero muy clara: «La idea fundamental detrás de mi perfil es que siempre tienes que renovarte». Lo que ella quería crear era algo que aportara contenido de valor. «Antes de lanzar el libro hice research y me di cuenta de que todo lo que tenía que ver con el mundo de la imagen estaba anticuado. La idea era actualizar estos conocimientos, junto a mi experiencia personal, y es una guía para encontrar tu estilo a todos los niveles, pero también tocamos el coaching, porque no puedes tener una imagen definida si no sabes quién eres por dentro».

Queda claro que este libro se desmarca de lo que hemos visto hasta ahora, puesto que nos ayuda a entendernos y, a través de ello, definir un estilo con el que nos sintamos cómodos. A veces incluso no sabemos cómo comenzar a vestirnos, pero Nat Cebrián lo define simple: «Lo primero que debemos pensar es en el zapato, porque si tienes que estar andando por la ciudad todo el día, igual hay que evitar el tacón. A través de ahí, construimos el resto. También hemos de pensar en los uniformes, es decir, esos conjuntos que sabemos que nos quedan bien y que nos funcionan para afrontar el día a día. Todo depende de la personalidad de cada uno, pero sí que hay que pensar que es mejor poco y bueno que mucho y malo. Hay que apostar por la calidad».
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«Nadie es eterno y hasta Madonna pasó de moda, por eso hay que saber reinventarse»
Su estilo es muy concreto y, a pesar de ser la guía de cientos de miles de mujeres, ella también tiene las suyas. «Yo soy una antigua, me encanta Olivia Palermo, creo que es un clásico que no va a pasar de moda, fue icónica. Es verdad que siento que su estilo es muy ecléctico, pero ha sabido dar forma a su imagen y su negocio, perdurando a lo largo del tiempo». Al igual que la neoyorquina o la italiana Chiara Ferragni, esas creadoras de contenido de los inicios han creado sus empresas a través de su marca personal, de una manera inteligente, para crear un negocio que perviva y su imagen se asocie a otros conceptos que se alejen de las redes sociales. Como bien afirma, «nadie es eterno y hasta Madonna pasó de moda, por eso hay que saber reinventarse».

Después de esta charla, nos queda clara una cosa y es que Nat Cebrián es pasión. Es una creadora de contenido cuya sonrisa ilumina cada vídeo y a cientos de miles de mujeres que buscan en ella un faro de luz, una solución a un problema común, pero que se vive en silencio: la moda. La banalidad no existe en su vocabulario y la cercanía habla de ella como persona, creadora de contenido y, lejos de ser un personaje más, lo que vemos es una realidad que se viste de ilusión para alguien que ha conseguido su sueño y lo hace crecer cada día.