Felipao: su escultura post-COVID
Si los colores desaparecieran y tuviera que salvar solo uno sería el violeta y si sus obras fueran una canción sería Every breath you take de Police. Además, como material prefiere el bronce porque “dura toda la vida”. El artista Felipe García-Bañón Sanz-Briz, más conocido como Felipao, nos ha dedicado unos minutos este mes de diciembre para hablarnos de su atrevida trayectoria profesional y de los proyectos en los que ahora se encuentra inmerso.
Habiendo superado la COVID- 19 en el mes de marzo y tras diez días en los que lo pasó verdaderamente mal, la inspiración llamó a su puerta brindándole la oportunidad de crear en pro de la reflexión. Pensó en la rapidez con la que todo transcurre en nuestro tiempo y dio vida a la tortuga Speedy, una escultura que es reflejo de todo cuanto ha pasado. “Pensé en la tortuga que es un animal longevo. La tortuga es un animal que representa muchas cosas en las que deberíamos de pensar. Es un animal que da suerte en el Feng Shui y tenemos mucho que aprender de esto”, nos dice. “Con el COVID han cambiado mucho las cosas”, sostiene. “La gente ha estado tres meses encerrada pensando”, afirma. Nos cuenta que quería presentar a Speedy estas navidades pero que al final se ha decantado por darle más tiempo y cariño a esta obra tan especial. Así, hará una pequeña exposición de fin de año y desvelará su singular creación en primavera. Para Felipao Speedy es una pieza que hará que el COVID no se le olvide nunca.
“Me compré un cuadro con mi primer sueldo y hace diez años hice de mi hobby mi profesión”
Felipao se define como “un artista un poco atípico”. “No estudié Bellas Artes”, afirma. «Vengo del mundo de la empresa y he sido autodidacta. He ido haciendo camino al andar”, nos cuenta. Hace una década, el escultor abandonó la industria farmacéutica para hacer de su afición su profesión. Preguntado por cómo comenzó su andadura en el fascinante universo artístico nos revela que “siendo coleccionista”. “Me compré un cuadro con mi primer sueldo y hace diez empecé de cero en el mundo del arte porque era lo que verdaderamente me gustaba”, dice en un halo de nostalgia. Reconoce, sin embargo, que los inicios no fueron fáciles. “Sabía que era arriesgado pero no podía quedarme en mi zona de confort”, apunta. Y con esa valentía fue ascendiendo en términos de popularidad. Hoy está sumergido en dos apasionantes proyectos: la creación de una menina de chocolate con Chocolates La Colonial y el diseño de unos apliques de pared y una lámpara de mesa con Lámparas Oliva.
A Felipao las musas lo pillan trabajando
El denominador común de las obras de Felipao es la observación. El artista asegura que “la inspiración te puede venir de mil maneras” pero que uno sobre todo la encuentra “saliendo de su habitáculo”. Así, afirma que “viajar es una fuente de inspiración muy buena”. Recomienda a los artistas observar todo cuanto les rodea y fijarse en las cosas nimias, que son aquellas que nos pueden aportar una idea. “La inspiración es algo etéreo y llega cuando estas trabajando. No tiene una formula matemática”, defiende. “Yo me guío por mi intuición”, apuntala. “No soy mitómano”, confirma. “Dicho esto me encanta Andy Warhol por ejemplo”, termina.
Arte en el hogar: recomendaciones de Felipao
P: ¿Cuál es el mejor lugar que podemos escoger para colocar en casa una escultura?
R: La lógica dice que el salón pero el dormitorio también es un buen sitio porque es un lugar en el que se hace mucha vida. También la cocina. Aunque es un sitio poco habitual, no lo veo mal. El mejor sitio es donde mas estés.
P: ¿Qué soporte debemos escoger para que las esculturas luzcan en casa?
R: A mi me gusta colocarlas sobre una base de metacrilato porque las realza. Es una base elegante y no le quita protagonismo a la escultura.
P: ¿Qué consejo darías a la gente que compra arte?
El consejo que daría a la gente que compra arte es que siempre compre que le guste y le emocione. Que nunca compre por motivos especulativos. El arte es algo que se recuerda. Casi siempre heredas el cuadro de tu tía, el del despacho de tu padre… El arte se transmite de generación en generación. Está asociado a muchos recuerdos. Te recomiendo que compres obras que no necesites que te expliquen. Lo importante es que la veas y digas “esto me encanta”.