Cultura

Entrevistamos a la cantante Barei: «Eurovisión fue un espejo muy grande en el que mirarme»

Nos guste o no, los sentimientos son los que, en muchas ocasiones, marcan un camino. Pensamos, analizamos y ejecutamos, pero lo que hay en nuestro interior es lo que nos indica los próximos pasos. Recurrimos a la música como terapia y a escuchar esas voces que nos ayudan a recapacitar a través de acordes y letras que entienden sentimientos. Eso es lo que hace el nuevo álbum de una de las artistas más reconocidas de nuestro país. Desde una vida componiendo a un salto en el escenario de Eurovisión que la puso en el mapa. Nos sentamos a hablar con Barei.

(Foto: Barei)

Bárbara Reyzábal González-Aller, madrileña de nacimiento, siempre fue una enamorada de la música, pero la quería llevar a otro nivel. Su carácter afable y extrovertido le impulsó a crear sus propias versiones de canciones de artistas como Christina Aguilera, Laura Pausini o Daddy Yankee con tan sólo 16 años. Hoy nos presenta su nuevo álbum, TR3C3, el cual tiene un atractivo sonido, pero un trasfondo que no es igual a lo que solemos encontrar.

Muchos artistas saben definirse a sí mismos de forma muy clara, mientras que la respuesta de la cantante fue «no nos podemos definir en sólo una frase». Algo que nos resulta curioso y nos deja una pista de que la continuación de la entrevista no va a ser igual que las demás. Aunque nació en un entorno de empresarios, su vocación fue más artística y nos cuenta que en su casa siempre se vivió entre acordes. «En mi familia hay muchos músicos, pero dedicados pocos. Cuando terminamos de comer, bailamos y es algo que es tradición», nos cuenta la artista. Esos momentos los convirtió en su vida y, como bien afirma, «he tenido la suerte de contar con el apoyo de mi familia, sobre todo de mi madre».

(Foto: Barei)

Sus comienzos en el escenario se remontan al 2001, cuando participa en el Festival de la Canción de Benidorm, junto a Gonzalo Nuche en el dúo Dos Puntos, con el tema Abrazo del tiempo, con el que consiguieron el segundo puesto. Después de ello, se trasladó a Miami, donde compuso una serie de temas que decidió mantener guardados. Se nota que lo que Barei siente por la música es pasión y no sólo quiere poner voz a un tema vacío, sino que, como bien afirma, «me gusta cantar y expresarme a través de la voz y el cuerpo».

(Foto: Barei)

Otro de los talentos con los que cuenta (y lo llamamos talento porque no todos son capaces de escribir canciones que transmitan mensajes que trasciendan) es la composición. «Lo que más me atrae de eso es ponerme en la piel de otra persona y convertirme en actriz, mi profesión frustrada (se ríe). Siempre he querido meterme en papeles que me hagan salir de mí misma, porque me permito cosas que quizás no incorporo a mi propio proyecto». Es complicado crear un tema para una artista que no conoces, pero la actriz estudia el personaje y se mete en su piel, con la capacidad de crear un mensaje que se traslade a esa otra personalidad. Algo que ha hecho para Malú, Antonio José, el rapero Porta, Chenoa o incluso la cantante japonesa May J.

(Foto: Barei)

En 2016 llega Objetivo Eurovisión, gana y se convierte en la representante de España en el certamen de música más grande del mundo. Algo que es una gran responsabilidad y hay que saber llevar. Lo comentamos con la artista, a lo que nos responde: «Fue un espejo muy grande en el que mirarme. Me enseñó muchas capacidades y limitaciones que no vi a nivel personal e incluso profesional. Tenía 34 años, no 20, y pensaba que las críticas no me iban a afectar, pero lo hicieron». Ese es uno de los puntos en los que encontramos lo dulce y lo amargo de la fama.

(Foto: Barei)

Nos confiesa que es complicado preparar una actuación de tal calibre. «Yo fui al concurso y no me esperaba ganar. No tenía representante, ni discográfica. Dimos muchas vueltas a la canción, hasta tal punto que la aborrecimos (se ríe). Ahí es cuando vimos que Say Yay sí que valía y que gustaba a la gente». Esto fue un abrazo para ella, su carrera y el esfuerzo que había invertido durante tantos años. Aquí es cuando se hizo su propio hueco en esta complicada industria.

(Foto: Barei)

Todo fue un proceso muy rápido y, como bien expresa, «fue mucho en poco tiempo», pero Say Yay fue la receta perfecta para el éxito. Un camino que le mostró nuevas cosas y donde la frase «todo lo que pasa en nuestra vida es una enseñanza que nos sirve para el futuro» es una realidad. Con este nuevo trabajo, TR3C3, Barei cambia esa música comercial por un trabajo muy personal y lo hace para la gente, para una realidad que muchos viven, pero esconden… Para ese sentimiento que existe, pero lo llevamos por dentro. «He creado este disco para ayudar a transitar a la gente que está pasando por alguna situación complicada. Hay canciones para cualquier situación. He llegado a recibir mensajes de diferentes personas, en los que cada una me habla de un tema, sintiéndose identificada con él».

(Foto: Barei)

Un ejemplo es Vuela, que es una despedida del amor. Supone soltar lo que ya fue, pasar página y desear a la otra persona lo mejor. Pero hay otro muy especial que se llama Déjame bailar, enfocado a aquellos que sufren del conocido síndrome del impostor, cuya letra no sólo te acaricia, sino que te enseña, te marca el camino y te hace ver esa luz al final del túnel que piensas que nunca aparecerá. Por último, nos menciona un tema que, con el título, ya habla por sí mismo: En qué momento dejé de gustarme.

(Foto: Barei)

Cada cantante, cada álbum, tiene una esencia propia y una historia, pero rara vez se encuentra un trabajo como el que ha llevado a cabo Barei. Cada una de las canciones habla de algo con sentido, rompe patrones, nos plantea una realidad amarga y lo transmite a través de un sonido que nos hace entender ese mensaje desde otro punto de vista. Consigue cambiar esa percepción del «por qué a mí» y enfocarla hacia un «para qué» y observar el aprendizaje que trae ese proceso. Letras que nos hacen afrontar el problema cara a cara.