La emoción y la música volvieron a apoderarse del desierto californiano con el regreso de Coachella 2025, uno de los festivales más icónicos del planeta. En esta edición, la nostalgia se mezcló con la energía del presente: Benson Boone emocionó al público con un homenaje a Queen interpretando Bohemian Rhapsody junto al legendario Brian May, en una actuación que ya muchos consideran histórica. Asimismo, Lady Gaga sorprendió con una presentación conceptual de su nuevo álbum Mayhem, repasando dos décadas de carrera con una teatralidad desbordante.
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Más allá de la espectacularidad de su cartel (donde hoy brillan nombres como Jaqck Glam, Shaboozey, beabadoobee, Junior H, Megan Thee Stallion y Post Malone), Coachella es un coloso económico que convierte el entretenimiento en cifras millonarias.
Una máquina de hacer dinero
El Festival de Música y Artes del Valle de Coachella genera más de 700 millones de euros anuales a la economía del sur de California, según un informe de 2022. Se trata de mucho más que un evento musical: Coachella es una marca, una experiencia y una industria en sí misma.
En 2017, el festival marcó un hito al convertirse en el primer evento recurrente en superar los 100 millones en ganancias, alcanzando los 114 millones en esa edición. De ese total, aproximadamente 106 millones se destinan directamente al Valle de Coachella, lo que da una idea del impacto tangible en la economía local.

Turismo, hostelería y negocios locales: el efecto dominó
Durante los días del festival, la ciudad de Indio (California), donde se ubica el Empire Polo Club, se transforma por completo. La ocupación hotelera alcanza su punto más alto del año, y muchos restaurantes locales extienden su actividad al recinto del festival, lo que les permite ampliar plantilla y aumentar considerablemente sus ingresos.
Coachella no sólo llena escenarios, también llena cajas registradoras. Tiendas, bares, servicios de transporte, alquileres vacacionales y hasta negocios de moda y cosmética reportan cifras récord durante estas semanas.
Merchandising y plataformas digitales: ingresos paralelos
Otra fuente importante de beneficios es el merchandising oficial. Las camisetas, sudaderas, gorras y pañuelos se venden a precios que oscilan entre los 40 y los 150 €, y muchas prendas se agotan en las primeras horas del día.

Además, las retransmisiones en plataformas como YouTube generan millones de visualizaciones. Teniendo en cuenta que en Estados Unidos se pagan hasta 20 € por cada mil reproducciones, los ingresos digitales del festival son otra poderosa vía de monetización.