Ayunar―es decir, no comer nada―, en realidad, es algo que hacemos de forma natural durante un periodo prolongado de tiempo, que hasta ahora hemos limitado siempre a la franja horaria que va desde la cena hasta el desayuno del día siguiente. Pero en el caso del ayuno intermitente, se propone ampliar el rasgo de horas de no ingesta, por ejemplo, a 16:8, uno de los métodos más eficientes. Es decir, pasar 16 horas sin comer (sí se permite beber agua, café o té) y después ocho horas volviendo a tomar alimentos. En rasgos generales, el ayuno intermitente te permite comer prácticamente lo que quieras durante los horarios establecidos, pero lo lógico es optar por alimentos saludables: el ayuno intermitente no se debe usar como excusa para después poder darse un atracón a procesados, porque entonces nada tendría sentido. Hoy en COOL tenemos el placer de hablar con El Dr. Cidón Madrigal, uno de los especialistas más importantes tanto en el tratamiento de la obesidad y sobrepeso como en medicina biológica, para resolver las dudas más frecuentes sobre el ayuno intermitente, cuáles son sus múltiples beneficios y cómo este estilo de vida consigue ofrecer un bienestar continuo.
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‘Ayuno Intermitente, bienestar continuo’, del Dr. Cidón Madrigal
El ayuno y la comida son consustanciales al ser humano. Ayunar no es pasar hambre, «es sinónimo de salud», asegura el Dr. Cidón. Con este libro aprenderás a perder grasa, normalizando los niveles de insulina, ganarás masa muscular al potenciar la hormona del crecimiento y comprenderás cómo el ayuno intermitente repara tu ADN.
Al disminuir la inflamación, se regenera el microbiota intestinal, restableciendo la sincronía de tu reloj biológico; se combate el estrés oxidativo, y se activa la autofagia. El ayuno intermitente sube tus defensas protegiéndote incluso del cáncer, potencia la cognición, levanta el ánimo e impulsa factores epigenéticos que retrasan el envejecimiento, junto a otra serie de factores beneficiosos para tu salud.
Además, el Dr. Cidón en este mismo libro explica cómo y cuándo debes comer, ya que el ayuno intermitente no es una dieta. Este tipo de ayuno no es un régimen ni un dogma, sino un estilo de vida que te ayuda a vivir sin enfermar.
Entrevista al Dr. Cidón
Pregunta: ¿En qué momento el ayuno se convirtió en una estrategia nutricional?
Respuesta: Desde que se descubre que con ayuno intermitente se produce ‘autofagia’, proceso por el que la célula descompone y destruye proteínas viejas, dañadas o anormales. Los productos de la descomposición se reciclan para funciones celulares importantes. La autofagia también ayuda a destruir virus y bacterias que causan infección y quizás impida que las células normales se vuelvan cancerosas. Una vez que el cáncer se formó, es posible que la autofagia proteja a las células cancerosas brindando nutrientes o impidiendo que los medicamentos contra el cáncer u otras sustancias, las destruyan. La autofagia quizás afecte la respuesta inmunitaria contra los virus, las bacterias y las células cancerosas.
P: ¿Estamos todos preparados para hacer ayuno o hay personas a quienes no se les recomienda?
R: Siempre es necesario consultar con un profesional sanitario, ya que puede haber alguna contraindicación, si bien es muy poco frecuente.
P: Hay quienes dicen que el ayuno no es bueno, ¿podría destacar algunos de sus beneficios y decirnos por qué cree que existe esta creencia?
R: El que haya personas que creen que el ayuno no es bueno, se debe fundamentalmente a la falta de información. Eso me ha llevado a escribir este libro, para poder abordar el tema desde una perspectiva científica, pero al alcance de cualquiera. Voy a citar alguno de los beneficios:
–Aumenta la concentración y mejora la ansiedad y depresión.
-Disminuye los triglicéridos, la hipertensión arterial, el colesterol total, el LDL y el riesgo de enfermedades cardiovasculares y síndrome metabólico.
-Los cuerpos cetónicos reducen el estrés oxidativo, por lo que reduce los marcadores inflamatorios. Además, también reducen de peso corporal de entre 0.2 y 0.8 kg por semana en pacientes con obesidad.
–Activa sirtuinas. Estas son un grupo de enzimas que reparan el cuerpo durante el ayuno, especialmente los genes dañados y las células enfermas.
–Activa el gen SIR2. La restricción calórica o una dieta baja en calorías activan la transcripción de un gen denominado SIR2, con capacidad para retrasar el envejecimiento.
–Normaliza los ciclos circadianos de sueño-vigilia, por lo cual nos ayuda a descansar mejor.
–Regula hormonas (adiponectina, leptina, resistina, hormona de crecimiento…).
P: Claro está que no es algo que se pueda hacer sin las recomendaciones de un especialista. ¿Es este un problema que pueda afectar a nuestra salud?
R: En mi libro cuento el tipo de ayuno que uno puede hacer sin acudir a un especialista, sin embargo, siempre el asesoramiento de un médico especialista puede ser el mejor aliado para explicarle a la persona en función de la patología que tenga o simplemente porque lo quiere hacer como medida antienvejecimiento, el ayuno más adecuado.
P: ¿Por qué, hasta ahora, se ha dicho que teníamos que comer cinco veces al día? ¿Qué ha cambiado?
R: En la década de los años 70 del pasado siglo, la industria alimentaria bombardeó a los consumidores, sobre todo en los EE.UU. proponiendo hacer 5 comidas al día para evitar las hipoglucemias.
P: ¿Cuántos tipos de ayuno hay y cómo escogemos el que más nos conviene?
R: Hay muchos tipos de ayuno intermitente, si empiezas a practicarlo, los ayunos de 12 horas pueden ser un buen punto de partida para que adquieras este hábito. El siguiente nivel sería practicar el ayuno 16:8, es decir, ayunar cada día durante 16 horas, es suficiente para aportar beneficios a medio y largo plazo a tu salud.
Esto te permitirá, con el transcurso del tiempo, practicar ayunos más largos -como el tipo OMAD- que sería el hacer una comida al día. Los ayunos extensos que superan las 72,00 horas suelen hacerse, por lo general, con propósitos terapéuticos, espirituales o de sanación. Sea cual sea tu propósito, yo recomiendo consultarlo con un profesional médico.
El ayuno más efectivo es el OMAD, ya que una vez superadas 12 a 16 horas de ayuno el organismo produce lipolisis (eliminar grasa localizada); entre 16 y 20 horas de ayuno se produce la autofagia y a partir de las 20 a 24 se producen células madre.