5 minutos con el fotógrafo Steve McCurry
Su fotografía de la niña afgana publicada en portada en National Geographic hace más de dos décadas luce imponente en Madrid en la exposición ‘Icons’. Con motivo de esta retrospectiva nos hemos sentado a charlar con Steve McCurry de su carrera o del futuro de la fotografía, entre otras cosas. Viajero empedernido, siempre con cámara en mano, las personas, los conflictos armados y las diferentes sociedades del mundo han sido su objeto de trabajo durante las últimas cuatro décadas.
Nacido en los suburbios de Filadelfia (Pensilvania) en 1950, McCurry estudió cine pero la vida le llevó a coger la cámara y trabajar como fotoperiodista freelance. Uno de sus primeros destinos sería la India; después llegaría Pakistán, donde conocería a un grupo de refugiados que le llevaría a mostrar al mundo las primeras imágenes del conflicto en Afganistán.
Y desde entonces, su cámara ha capturado imágenes de los siete continentes, tal como se puede comprobar hasta el 13 de febrero en el COAM (Colegio de Arquitectos de Madrid). En esta muestra, donde esperan cerca de 100 imágenes, son los retratos los grandes protagonistas. «La mayoría de las personas que se ven son gente que me he encontrado en la calle, que me llamaban la atención por su aspecto o presencia», comentaba el artista americano durante la presentación. Días más tarde hemos charlado a solas con él.
Café en mano, en Estados Unidos en horario de desayuno, aquí de después de comer, McCurry considera que esta retrospectiva aúna «fotos de mi vida, de mis viajes, de personas y lugares que me emocionaron o fueron importantes para mí».
No siempre se cuenta algo en sus imágenes, «a veces no hay historia. Simplemente creas una escena o captas lo que ves, sin preguntar», cuenta. En ICONS hay escenas dramáticas, otras son más poéticas, hay una parte dedicada a la guerra, otra a los niños… el recorrido fluye con naturalidad entre historias con nombre propio. Por supuesto que Sharbat Gula no necesitará presentación, pero merece la pena escanear el QR de tantas otras escenas a las que el propio McCurry pone voz. Y contexto.
Una vida maravillosa
¿Tiene algún favorito? Como si fuesen sus hijos, no puede decantarse por ninguna de las imágenes que lucen en la muestra. «Todas son parte de mi historia. Hay algunas cuyo contexto te gustó más, y otras menos, pero no, no podría elegir«. Sí puede decantarse por momentos. Recuerda con especial cariño un viaje por el Himalaya «parando por los monasterios. Fue maravilloso».
De sus peores andanzas recuerda un accidente de avión que sufrió en Eslovenia. «Era una avioneta biplaza y se estrelló. Pensé que iba a morir cuando nos estrellamos contra ese lago. Era 1989». También tiembla cuando recuerda el 11-S. Dos de las fotografías de la masacre esperan en la exposición. «Acababa de volver de un viaje, estaba en mi despacho cuando vi arder la primera torre. Corrí como un loco con la cámara a la Zona 0», cuenta.
A pesar de las tragedias que ha visto en primera persona, «creo que he tenido una vida extraordinaria. He tenido mucha suerte en hacer lo que quiero. Y no me creo que siga vivo después de donde he estado», señala McCurry. A sus setenta años considera que ahora «tengo más libertad. Puedo fotografiar a mi manera». Y viajar a su manera. Ahora lo hace con su familia, con su esposa y su hija. Pronto se irá a Dubai, donde tiene en marcha otra exposición.
Sobre el futuro de la fotografía
Pasó por España cuando tenía 19 años. «Fui en 1969 pero no recuerdo mucho como era entonces. Sin embargo, creo que no ha cambiado especialmente. Sí lo ha hecho la fotografía en estas décadas. «La impresión ha mejorado, y mucho. Por supuesto, lo digital ha ganado la batalla«. También las redes sociales, plataforma para la que McCurry no supone ningún debate. «Ahora es más fácil distribuir tu trabajo por todo el mundo. Instagram para un joven fotógrafo es algo fantástico. En los viejos tiempos o te publicaba una revista o periódico, quizá un libro, o estabas fuera. Ahora, solo necesitas conectarte a Internet y publicar».
«Probablemente haya más fotógrafos ahora que antes. Solo necesitas un buen teléfono móvil. De hecho, ahora todo el mundo puede ser fotógrafo. Y también escritor. Solo necesitas saber expresarte», reflexiona. Claro que ahí radica el quid de la cuestión. Todo el mundo puede hacerlo, pero, como todo, la fórmula del éxito radica, según McCurry, en «trabajo duro, disciplina y persistencia. Y pasión, por supuesto». Las fórmulas mágicas no existen, «aunque es algo que la gente en estos días quiere oír», añade.
Sobre el futuro
Inspiracional, ha sido la suya una historia que ha marcado a futuras generaciones. Ganador de la Medalla de Oro Robert Capa, el National Press Photographers Award y cuatro veces primer premio en el World Press Photo.¿Y a usted quien le marcó? Andre Kertesz y Dorothea Lange son los dos primeros nombres que le vienen a la cabeza.
Scorsese o Kubrick son algunos de sus directores favoritos. Porque hubo un tiempo en que quiso ser director de cine. Sin embargo, mientras lo estudiaba, se dio cuenta «de que en realidad era bastante complicado. Decidí que la fotografía era más inmediata. Y menos costosa. En ese momento no podía permitírmelo». Hoy podría hacerlo, pero «ya no es necesario. Soy feliz caminando con mi cámara«. Seguramente seguirá capturando momentos. Quizá en Irán, país al que tiene muchas ganas de ir. También Albania, Kirguistán o Turkmenistán. «Pero por diversión, simplemente para disfrutar y recorrerlo».