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Vistiendo la historia, así ha evolucionado la moda en el último siglo

Angie Dickinson
Angie Dickinson / Foto:Gettyimages

1A lo largo de los años los cánones de belleza han ido mutando ligados al estilo imperante. El contexto social y el papel de distintos diseñadores han sido clave para la transformación. Nos proponemos el apasionante reto de repasar la evolución de la moda a lo largo de la historia.

Todo comenzó con Charles Federick Worth. En 1860 este  inglés residente en París, tuvo la idea de colocar a cada vestido que confeccionaba una etiqueta con su firma. Un detalle, aparentemente insignificante, que supuso un cambio fundamental. A partir de entonces los modistos comenzaron a firmar sus creaciones asemejándolas a obras de arte, ganando así prestigio y reconocimiento. En palabras de la periodista Charlotte Seeling: “Eso era moda, lo demás simple indumentaria”.

Corset./Foto: Gettyimages
Corset./Foto: Gettyimages

¿Cómo evolucionó la historia de la moda? Durante siglo XIX, el cuerpo femenino seguía el prototipo denominado ‘reloj de arena’. El mundo de la costura potenciaba los volúmenes superiores e inferiores, quedando la cintura constreñida por el corsé. No obstante, desde mediados del XIX se inició un movimiento para liberar a la mujer de las ataduras de esta prenda que empezaba a considerarse un símbolo de opresión.

Corset./Foto: @museodeltraje
Corset./Foto: @museodeltraje

El invento de la bicicleta, en 1885, contribuyó en gran medida a la liberalización del cuerpo femenino. A finales del XIX muchos países comenzaron a trabajar en una moda más funcional, y tuvo lugar un gran desarrollo del vestido.

La era Poiret

Considerado el primer diseñador de moda de la historia, el francés Paul Poiret decidió declararle la guerra al corsé. Pero sus intereses, lejos de buscar la comodidad de las mujeres, eran meramente estéticos. La división del cuerpo en dos fragmentos le parecía algo ridículo. En 1906 diseñó un vestido bautizado “La Vague”, con sus líneas sobrias y estrechas el cuerpo era recubierto como una ola. Dejando atrás la belleza encorsetada, la “mujer Poiret” podía moverse con agilidad sin renunciar a la elegancia.

Vestido diseñado por Paul Poiret
Vestido diseñado por Paul Poiret. /Foto: Gettyimages

No obstante, definido a sí mismo como el “tirano de la moda”, Poiret creó en 1910 la denominada falda trabada. Esta prenda, dada su estrechez, obligaba a quien la llevaba a caminar a pasos diminutos, pues apenas permitía andar. El supuesto liberador de las mujeres ironizó con su creación: “He liberado sus torsos pero les he atado las piernas”. Afortunadamente su idea tuvo escasa popularidad.

Diseño de Paul Poiret, 1925.
Diseño de Paul Poiret, 1925/Imaxtree.

En 1909 los Ballets Rusos actuaron por primera vez en París. La capital de la moda quedó hipnotizada por el vestuario de los bailarines, que lleno de ritmo y color emanaba libertad. A su vez, en la primera década del siglo XX proliferó el interés de las mujeres por las actividades deportivas, como el tenis o el esquí. Todo ello contribuyó en la indumentaria femenina, y los diseños adquirieron movilidad.

Ana Pavlova bailando ballet./Foto: Gettyimages
Ana Pavlova bailando ballet./Foto: Gettyimages

1914: El gran cambio en la historia de la moda

El estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914 supuso una gran transformación de estilo. La marcha de los hombres al frente aceleró la incorporación de las mujeres al trabajo. Situación que tuvo directas consecuencias en la forma de vestir.

Mujer trabajando en la 1ª Guerra Mundial./Foto: Gettyimages
Mujer trabajando en la 1ª Guerra Mundial./Foto: Gettyimages

Las prescripciones en el vestuario quedaron relegadas y proliferó la ropa de trabajo y los uniformes. En esta etapa destacó Coco Chanel. La diseñadora había creado una innovadora colección de vestidos de punto con la que supo rentabilizar las demandas de funcionalidad requeridas en tiempos de guerra.

 

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Del estilo flapper a la corrección

En los años 20, junto con el culto a la juventud, se desarrolló la estética flapper. Las mujeres acortaron la melena y el largo de sus vestidos, mostrando las rodillas. Y el corsé quedó totalmente relegado. Por el contrario, el crack de 1929 inauguró una etapa de cambios políticos y desempleo. Llegaron tiempos difíciles, también para el sector de la moda.

Mujres vestidas de flapper
Mujres vestidas de flapper./Foto: Gettyimages

A pesar de la crisis, fue llamativo el interés por el modo de vestir correcto que tuvo lugar en los tiempos de La Depresión. Lo principal era guardar las apariencias. En cuanto a estilo, se buscaba realzar el cuerpo sin exhibirlo. Los vestidos sencillos eran completados con pieles y extravagantes sombreros. Y durante los años 30 se impuso, de nuevo, la corsetería.

Mujer en corset
Mujer en corset./Foto: Gettyimages

En los años previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial(1945), la moda había adoptado cierto carácter uniformado: las hombreras se ensancharon, las faldas se acortaron y proliferó el uso de guantes altos, bolsos bandolera y zapato plano. Un aspecto formal daba poca cabida para la innovación en los diseños. Frente al resto de países, solo París, gran capital de las tendencias, se permitió cierta extravagancia.

Foto: Gettyimages
Foto: Gettyimages

El New Look

Los años 50 fueron la década por excelencia de la alta costura. El New Look de Christian Dior, surgido en 1947, abanderó el cambio. Lejos del avance, el cuerpo de la mujer volvió a enjaularse. Tras los horrores de la guerra, las féminas deseaban sentirse hermosas y mostrar el resurgir de un nuevo tiempo en su indumentaria.

Diseño de Dior, 1947.
Diseño de Dior, 1947/Foto:Getty Images.

El New Look, perfecta representación de tales deseos, se impuso con fuerza. Este nuevo estilo, y los que se desarrollaron en torno a él, se caracterizó por los hombros suaves y caídos, la cintura marcada, las caderas redondeadas y los talles muy estrechos.

Diseño de Dior
Diseño de Dior /Foto:Getty Images.

¿Twiggy o Jackie Kennedy?

Dos musas protagonizaron las historia de la moda en los años 60. Esta década estuvo colmada de protestas juveniles, iniciándose una contracultura. La recuperación económica y la asfixiante opresión de las clases burguesas fueron el detonante.

La encarnación del ideal de belleza estaba en Twiggy, una lánguida modelo inglesa de dieciséis años y cuarenta kilos que llegó a transformarse en todo un ídolo de masas.

Twiggy./Foto: Gettyimages
Twiggy./Foto: Gettyimages

Otra mujer determinante fue Jacqueline Kennedy, la primera dama norteamericana se convirtió en todo un símbolo de estilo. Amante de las grandes firmas francesas fue obligada, a su pesar, a vestir con diseños estadounidenses en sus apariciones públicas; muestra de la influencia de la moda en la política.

Jacqueline Kennedy./Foto: Gettyimages
Jacqueline Kennedy./Foto: Gettyimages

El diseñador más destacable del momento fue Yves Saint Laurent. Empezó siendo el asistente de Christian Dior y pronto se perfiló como un auténtico genio. Ya bajo su propia firma, el look safari y el esmoquin femenino se convirtieron en dos de sus grandes éxitos. El final de la década estuvo marcado por un mix de tendencias alejadas de cualquier canon.

Diseño de Yves Saint Laurent./Foto: Gettyimages
Diseño de Yves Saint Laurent./Foto: Gettyimages

«Me Decade»

En los años 70 los pensamientos se individualizaron, siendo esta década calificada por el periodista Tom Wolf “Me decade”(la década del yo). Esta individualidad también se hizo patente en la historia de la moda. Sin reglas fijas, cada cual escogía lo que mejor se adaptaba a su gusto.

 

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A su vez, surgió el termino anti-fashion. En ese intento de libertad creativa se buscó acaparar la atención recurriendo a looks estridentes y poco convencionales. Convivieron diversas corrientes, desde la rebelde estética punk a los deslumbrantes brillos del Estudio 54 o la revolución del glam rock, cuyo principal representante fue David Bowie. El vaquero se situó como la prenda del momento, apta para todos los públicos y todas las ocasiones.

El exceso de los 80

“Más es más”. Esta frase resume la estética de los glamurosos años 80. La nueva generación marcada por los yuppies (jóvenes y acaudalados profesionales de éxito), no solo gastaba dinero sino que exhibía su estatus a través de la apariencia. El logotipo se impuso a la calidad. Fue en esta década cuando surgió el fenómeno de las llamadas fashion victims.

 

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Gianni Versace supo encarnar a la perfección este espíritu de excesos y materialismo. En el lado opuesto, Giorgio Armani cambió el concepto de glamour para rendir culto a la elegancia discreta. Hollywood sucumbió a los encantos de ambos maestros. Las tops models del momento, como Claudia Schiffer o Naomi Campbell, encarnaron el modelo de belleza ideal; con sus medidas de 90-60-90 parecían autenticas diosas.

Estefania Luyck con vestido de Giorgio Armani./Foto: Gettyimages
Estefania Luyck con vestido de Giorgio Armani./Foto: Gettyimages

Estilo minimal

La llegada de Internet revolucionó por completo el negocio de la moda; ya nada sería (ni será) igual. ¿Consecuencias? las colecciones llegaron a la red segundos después de mostrarse en pasarela, el mercado sucumbió a la copia en detrimento de la creación y el consumidor adquirió mucho poder.

 

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Kate Moss se convirtió en la musa del momento.  A su vez, triunfó  una corriente minimalista que frente a la opulencia de los 80 defendió el lema “en la sencillez está el gusto”, expresado en básicos de calidad como un blazer o un pantalón negro.

Gorra marinera
Brigitte Bardot 1968. /Foto: Getty

La moda se democratiza

El cambio de milenio generó un acercamiento de la moda hacia las masas. Las celebrities comenzaron a mezclar artículos de lujo con marcas al alcance de todos, y modelos o actrices de renombre prestaron su imagen a cadenas de ropa asequible.

La top Gisele Bündchen/Getty Images.
La modelo Gisele Bündchen/Foto:Getty Images.

En cuanto a estética, en el 2000 continuó imperando la delgadez. Y el eterno (y polémico) debate de las tallas ocupó numerosos  titulares. Afortunadamente, poco a poco se fue recuperando el gusto por los cuerpos de aspecto saludable y atlético y modelos como Gisele Bündchen, representantes de este tipo de belleza, triunfaron en las pasarelas.

Todopoderoso Instagram

La crisis económica iniciada en 2008, y la abundancia de colecciones (una media de 500 al año) propiciaron cierto clima de fatiga e insatisfacción en el sector. Asimismo, la conciencia ha ido tomando fuerza en la industria y son muchas las marcas, y los consumidores, que demandan un modelo más responsable. La palabra sostenibilidad marca un nuevo capítulo en la historia de la moda.

Vistiendo la historia, así ha evolucionado la moda en el último siglo
La diseñadora e influencer Olivia Palermo/Foto:Imaxtree.

En la primera década del 2000 un nuevo fenómeno fue tomando fuerza, el de los blogs. Hoy, Instagram (y el boom de las influencers) ha tomado el relevo a la blogosfera. A golpe de like  cualquiera es libre de dictar tendencia. ¿Cuál será el siguiente paso?