La maravillosa colaboración entre Castañer y Altuzarra
Las alpargatas artesanales de Castañer, made in Spain, se cuelan en el atelier de Altuzarra, surgiendo una maravillosa colaboración que hace las delicias de todos aquellos amantes de este calzado tradicional. «Unas alpargatas reinventadas, mostrando la delicadeza, elegancia y funcionalidad que caracteriza el trazo del reconocido diseñador», según explican desde la firma.
Una colección cápsula que nace en la localidad catalana de Banyoles, donde se realizan estas alpargatas desde hace 100 años. Y de ella surgen tres líneas: Braided, Tie Dye y Stitching, que se inspiran en las propuestas del diseñador neoyorquina sobre la pasarela. El estilo mediterráneo propio de Castañer se mezcla con la elegancia, esencia de la firma Altuzarra. Alpargatas que respiran «lujo tranquilo y relajada sofisticación».
«La inclinación personal de Altuzarra hacia las técnicas artesanales y su bagaje multicultural se adivinan en cada una de las creaciones, con vocación de básicos atemporales y repletas de guiños a esas sensaciones que lo que vestimos y calzamos pueden transmitir hacia dentro y hacia fuera: confianza, alegría, curiosidad, optimismo, sensualidad…» nos explican desde Castañer. Y no lo pueden explicar mejor. Porque estas alpargatas representan todo esto en sus trenzados, en los urdidos, en las costuras, las lazadas, en los estampados irregulares… En todos los detalles.
¿Y cómo son cada una de estas alpargatas que continúan la herencia familiar? Alpargatas teñidas en colores azules y malvas, en lona, con estampado irregular. Desteñidos, tiras intercambiables, alpargatas que juegan con el color y que conforman la línea Tie Dye. «Nos recuerdan levemente los vestidos en crepé de seda estampados de forma manual con la técnica del tie-dye presentes en las últimas colecciones del diseñador», defienden. La línea Stitching es la más fiel a Castañer, la más pura en colorido y tradición. Rinden tribute al bordado. Alpargatas atemporales que nunca pueden faltar.
Y por último, Braided. Una línea que apuesta por el cuero y que enaltece el binomio del negro y el yute natural. Unas alpargatas que enaltecen también el trabajo artesanal, que no requieren de demasiados ornamentes porque en su sencillez reside su elegancia. «Estas alpargatas remiten a los orígenes modestos», nos explican. En definitiva, una colaboración que une a una empresa familiar surgida en 1927 y a uno de los diseñadores más punteros de la Semana de la Moda de Nueva York. Una colección cápsula que nos da ganas de verano y de lucir en nuestros pies una de las colaboraciones más bonitas de las últimas temporadas.