Si hay una firma que sabe capturar la esencia de la mujer soñadora y a la vez poderosa, esa es Yolancris. Para su próxima temporada Primavera-Verano 2026, la maison nos invita a un viaje espiritual y estético que bebe de dos fuentes de rebeldía y libertad: el festival de Woodstock (1969) y el simbolismo arquetípico de El Loco del Tarot.
- Beatriz Claro: «La colección nace de los años 20 y 90, el exceso y rebeldía definen su estética»
- Pilar Dalbat: «Esta colección habla del barrio del Sacromonte con un código estético que interpreta la tradición»
Esta colección no es solo ropa; es una travesía hacia lo esencial, un canto a la intuición y un renacer lleno de propósito. La carta número 0 del Tarot, El Loco, sin principio ni fin, se convierte en la musa perfecta: representa la inocencia, la exploración y el impulso de vivir sin miedo. Es la figura nómada y visionaria que inspira unas propuestas que miran al futuro con la sabiduría del pasado.
Imagina los pies descalzos sobre la hierba, la mente elevada entre sueños psicodélicos y siluetas que fluyen con la ligereza de la música en un amanecer en Woodstock. Yolancris define su propuesta como el encuentro de opuestos perfectos: lo boho pero elevado, lo psicodélico pero refinado, lo libre pero con propósito.
«La mujer 2026 no sigue tendencias, sigue su intuición»
En cuanto a las piezas, destacan:
- Siluetas fluidas y volúmenes desestructurados que liberan el cuerpo.
- Aberturas inesperadas y transparencias poéticas que juegan con la sensualidad.
- Una conexión profunda con la naturaleza a través de bordados de flores silvestres, la técnica artesanal del tie-dye y texturas orgánicas.
- Detalles mágicos: pedrerías que brillan como amuletos, capas de tul que simulan auras etéreas y aplicaciones doradas que imitan los rayos del sol.
Es, en definitiva, una oda a la mujer que se atreve a seguir su propia voz. Como comenta Yolanda Pérez, directora creativa de la firma: «En esta colección, Yolancris vuelve a su origen, al boho, pero esta vez lo transciende. La mujer 2026 no sigue tendencias, sigue su intuición».
Una reafirmación del ADN de la casa, fundada en 2005, donde la artesanía, la versatilidad, la elegancia atemporal y el confort se fusionan para crear piezas que son mucho más que moda: son talismanes para una vida vivida con autenticidad y sin miedo.
