El sector del lujo está experimentando una transformación significativa y la sostenibilidad se ha convertido en un motor clave de esta evolución. Según el informe La sostenibilidad como oportunidad en el sector de la alta gama, elaborado por McKinsey, las marcas de lujo han identificado cada vez más una oportunidad de negocio en la sostenibilidad. Los consumidores, conscientes de la importancia del medio ambiente, están dispuestos a pagar más por productos y servicios que respeten principios sostenibles.
En un contexto global donde la sostenibilidad es crucial para la competitividad empresarial, muchas compañías están creando departamentos específicos para abordar los desafíos medioambientales y sociales. Un ejemplo es Suiza, que ha convertido la sostenibilidad en un pilar fundamental de su industria turística con el programa Swisstainable, una iniciativa que orienta a empresas y viajeros hacia un turismo más responsable. Desde la moda hasta la hotelería, las marcas de lujo comprenden que su impacto va más allá de la rentabilidad y que su permanencia en el mercado depende de su capacidad para integrar estos valores en su modelo de negocio.
- El lujo vintage y de segunda mano, la tendencia en moda que triunfa en la era de la sostenibilidad
- Juanjo González, Natalia Lovecchio y Eva Chen, sobre sostenibilidad y moda: «Hay mucho que cambiar»
Para entender mejor esta tendencia, hemos hablado con dos empresas que son referentes en sus respectivos sectores: Blue Banana, la marca española de moda conocida por su conexión con la aventura y la naturaleza, y Belmond La Residencia, un hotel icónico de Mallorca que ha hecho de la sostenibilidad un pilar fundamental en su propuesta de lujo responsable.
«En 2021 nos convertimos en la primera compañía de ropa española carbon negative, lo que significa que compensamos el doble de la huella de CO2», Blue Banana
Blue Banana nació como una marca de moda enfocada a un público joven y aventurero, pero con el tiempo sus fundadores entendieron que no podían ignorar el impacto de la industria textil en el medioambiente. Esto los llevó a tomar una decisión clave: estructurar un departamento de sostenibilidad para consolidar su compromiso con un modelo de negocio más responsable.
«Desde hace bastante tiempo teníamos en mente crear este departamento. Aunque no nacimos siendo una compañía sostenible y somos conscientes de que pertenecemos a una de las industrias más contaminantes, siempre hemos tenido el foco en hacer las cosas mejor«, reconoce Nacho Rivera, cofundador de Blue Banana.

Con la incorporación de Coral Adrados como sustainability manager, la marca dio un paso adelante en la integración de la sostenibilidad en todas sus operaciones. «Nuestro compromiso con la aventura y la naturaleza nos enfrenta a diversos retos. Construir una empresa sostenible pasa por dejar la menor huella posible en cada cosa que hacemos, pero también por garantizar la ética empresarial en todas nuestras operaciones», añade Juan Fernández-Estrada, cofundador de la marca.
«‘Roadcycled Wetsuit’ es un neopreno confeccionado con neumáticos reciclados que lanzamos en colaboración con Volkswagen»
Para Blue Banana, la sostenibilidad no solo se trata de reducir su impacto ecológico, sino también de comunicar su compromiso de manera transparente. «En 2021 nos convertimos en la primera compañía de ropa española carbon negative, lo que significa que compensamos el doble de la huella de CO2 de nuestra producción y packaging», explica Rivera.
Además, han desarrollado iniciativas como el Cosmos Circularity Project, una colección elaborada con prendas antiguas de la marca, o el Roadcycled Wetsuit, un neopreno hecho con neumáticos reciclados en colaboración con Volkswagen. «Nuestro objetivo es reducir en un 5% las emisiones de CO₂ de cada prenda para 2026 y lograr la trazabilidad completa de todos nuestros productos», señala Fernández-Estrada.

Si bien apostar por materiales sostenibles y procesos éticos supone un mayor coste, en Blue Banana creen que sus consumidores valoran este esfuerzo. «Nuestro trabajo consiste en informar de todo lo que hay detrás de cada artículo, para que cuando alguien elija una de nuestras prendas entienda que se está llevando mucho más que ropa: una historia, un propósito y un cambio», concluye Rivera.
«Iniciativas como el programa ‘Adopta un Olivo’ permiten a los huéspedes participar activamente en la conservación de un paisaje único», Belmond La Residencia
En el sector hotelero, la sostenibilidad ha dejado de ser un concepto accesorio para convertirse en un valor diferencial. Un claro ejemplo de ello es Belmond La Residencia, un hotel ubicado en el pueblo de Deià, que ha integrado la sostenibilidad en su ADN desde su fundación en 1984.
«La Residencia encarna una visión de slow luxury, sostenibilidad y autenticidad en un enclave único del Mediterráneo», explica Diego Zamuner, coordinador de sostenibilidad del hotel. Su compromiso con la conservación del entorno le ha valido reconocimientos como la certificación EarthCheck Silver y el Premio Re Think Hotel como uno de los diez mejores proyectos en sostenibilidad en España.

El hotel ha desarrollado múltiples iniciativas para reducir su impacto ambiental, desde la gestión ecológica de sus olivares centenarios hasta la instalación de colmenas para fomentar la biodiversidad local. Además, es el primer hotel de Baleares que ha implementado fuentes públicas de agua para minimizar el uso de plásticos.
«Instalación de colmenas, fuentes públicas… estas acciones reflejan nuestra filosofía, donde el lujo y la sostenibilidad se potencian mutuamente», Belmond La Residencia
Más allá del impacto medioambiental, La Residencia ha apostado por la valorización de la cultura mallorquina. «Contamos con más de 800 obras de arte, una galería para exposiciones temporales y el programa Artistas en Residencia, que impulsa la creatividad de la región», comenta Zamuner y añade que «en colaboración con Viti Vinci hemos creado una fragancia exclusiva inspirada en los aromas de Mallorca».
Su oferta gastronómica también refleja esta filosofía, con ingredientes de proximidad como el aceite de oliva de su propia finca y una infusión exclusiva, Flor d’Oli, elaborada con productos locales. Además, el diseño del hotel integra materiales tradicionales como la piedra de marés, respetando la arquitectura de la isla.

«Cada una de estas acciones refleja nuestra filosofía, donde el lujo y la sostenibilidad se potencian mutuamente. En La Residencia celebramos nuestro viaje hacia un modelo de turismo responsable, de la mano de nuestros colaboradores, huéspedes y la comunidad que nos rodea”, concluye Zamuner.
Tanto en la moda como en la hotelería, la creación de departamentos de sostenibilidad refleja un cambio de paradigma en la forma de hacer negocios. Empresas como Blue Banana y Belmond La Residencia han demostrado que ser sostenible no es una opción, sino una necesidad para mantenerse relevantes en un mundo donde los consumidores exigen mayor responsabilidad social y ambiental.
«Suiza promueve un turismo responsable, ayudando a los viajeros a identificar opciones sostenibles y fomentando prácticas ecológicas en el sector»
Si hay un país que encarna la sostenibilidad, ese es Suiza. A través del programa Swisstainable, el país promueve un turismo responsable, ayudando a los viajeros a identificar opciones sostenibles y fomentando prácticas ecológicas en el sector. Hablamos con Turismo de Suiza para conocerlo más de cerca y nos cuentan que «más de 2.200 empresas forman parte de esta iniciativa, que establece tres niveles de compromiso para garantizar estándares de sostenibilidad».
Suiza es líder en reciclaje y gestión de residuos, con un 85% de las botellas de PET recicladas y un consumo récord de productos ecológicos. Su red ferroviaria, una de las más densas del mundo, permite que 11.000 trenes recorran 3.000 km diarios, facilitando la movilidad sostenible.

Además, 20 parques nacionales protegen una séptima parte del territorio, mientras la Ley Forestal de 1876 garantiza la conservación de los bosques, que hoy cubren el 31% del país. «Suiza también destaca por su aire puro y clima beneficioso, reconocido desde 1853 en Davos», señalan. Gracias a políticas ambientales rigurosas, es uno de los países europeos con menor contaminación atmosférica.
Varios destinos en Suiza son reconocidos por su compromiso con la sostenibilidad:
Basilea: Conocida como la Ciudad del Arte y el Río, se distingue por su enfoque en construir puentes entre culturas y su compromiso con prácticas sostenibles en el turismo.

Engadina, Scuol, Zernez y Val Müstair: Esta región alberga el Parque Nacional Suizo y se caracteriza por su naturaleza impresionante y tradiciones vivas. Los habitantes viven en armonía con el entorno, respetando y preservando su riqueza natural.
Engelberg: Situado en un valle alpino, Engelberg es famoso por su paisaje montañoso y actividades como el esquí y el senderismo. El destino participa en el programa Swisstainable, enfocándose en el uso eficiente de la energía y la movilidad ecológica.
Biosfera de Entlebuch: Conocida como el Salvaje Oeste de Lucerna, esta área protegida por la UNESCO presenta extensos paisajes de páramos y una biodiversidad notable, reflejando un fuerte compromiso con la sostenibilidad.