Cuando no dormimos lo suficiente, nuestro cuerpo libera más cortisol (la hormona del estrés). En cantidades excesivas, el cortisol puede descomponer el colágeno de la piel. El colágeno es la proteína que mantiene la piel suave y elástica. Estimular la producción de colágeno es vital cuando se trata de ralentizar el proceso de envejecimiento de la piel. Por lo tanto, la falta de sueño equivale a una piel estresada. Hoy en COOLthelifestyle Pedro Catalá, doctor en Farmacia, cosmetólogo y creador de Twelve Beauty, nos descubre las cinco señales de alarma de que tu cansancio está causando estragos en tu piel y cómo combatir sus efectos.
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Si no dormimos lo suficiente, nuestra piel puede volverse desequilibrada, deshidratada y roja, y también se vuelve más susceptible. Dormir es alimento para el cerebro, el cuerpo y la piel y, si no tenemos suficiente, encontraremos consecuencias en nuestra piel a las que tendremos que poner remedio.
La falta de sueño afecta los niveles de humedad en nuestra piel; disminuye los niveles de pH en nuestra tez que contribuye a la apariencia menos juvenil de la piel. Cuando los niveles de pH de la piel disminuyen, puede crear un desequilibrio que causa sequedad y enrojecimiento. Pero, ¿qué signos podemos apreciar cuando el cansancio está afectando a nuestra piel?
Aumento de la inflamación
La falta de sueño eleva los niveles de cortisol, lo que genera inflamación. Esto puede desencadenar brotes de acné y empeorar afecciones como el eczema y la psoriasis. Además, acelera la degradación del colágeno y el ácido hialurónico, vitales para la elasticidad y la hidratación de la piel.
Envejecimiento acelerado por el cortisol
El sueño es clave para la producción de colágeno, que mantiene la piel firme. Con menos horas de sueño, la producción de colágeno disminuye, lo que desemboca en más líneas de expresión, arrugas y flacidez. Además, la piel se vuelve menos capaz de repararse frente a daños provocados por rayos UV y agresores externos.
Piel opaca
Un descanso reparador regula también la hidratación de la piel. La falta de descanso afecta la barrera cutánea, aumentando la pérdida de agua y dejando una tez seca y apagada.
Función barrera debilitada
La barrera de la piel actúa como un escudo contra agentes externos. Dormir poco la debilita, haciendo que la piel sea más vulnerable a contaminantes, rayos UV e irritantes, lo que puede causar enrojecimiento, sensibilidad y un tono desigual.
Ojeras e hinchazón
La mala circulación y la retención de líquidos, provocadas por la falta de sueño, generan ojeras e hinchazón. La acumulación de sangre bajo los ojos crea sombras, mientras que la retención de líquidos contribuye a la hinchazón.
Claves para combatir el cansancio en la piel
Puesto que la falta de sueño reparador hace que disminuya la producción de colágeno, es importante optar por fórmulas con aminoácidos, péptidos o alternativas suaves al retinol como el extracto de bidens pilosa, que estimulen la producción de colágeno.
Potencia la hidratación
Elige productos hidratantes que compensen esa mayor pérdida de agua transepidérmica que se produce como consecuencia del mal descanso y que desencadenan una piel seca y opaca. Fórmulas ricas en ácido hialurónico son claves para hidratar y mantener la humedad.
Fortalece la barrera cutánea
Utiliza productos ricos en ceramidas que ayuden a restaurar y proteger la barrera de la piel, reduciendo la irritación y los efectos negativos del cortisol.
Limpieza suave
La limpieza facial es el paso de la rutina de cuidado de la piel, después de la exfoliación, que más estrés puede causar a nivel cutáneo. Opta siempre por una limpieza suave y protectora que cuide y preserve la barrera cutánea intacta.