COOL People

Natalia Olmo, experta en cosmética natural: «En niños y piel sensible, el protector solar físico es mejor»

Natalia Olmo, fundadora de Maminat. (Foto: Maminat)

Es habitual que asociemos la protección solar únicamente con el cuidado dermatológico personal, pero la verdad es que el tipo de protector que usamos también tiene un impacto significativo sobre el medio ambiente. Los océanos, que cubren más del 70 % de la superficie terrestre, están sufriendo una presión creciente: la contaminación, el calentamiento global y la degradación de sus arrecifes de coral ponen en riesgo la biodiversidad marina y la salud de estos ecosistemas. Entre estos factores, la contaminación por productos químicos es un enemigo silencioso.

Para profundizar en este tema, hablamos con Natalia Olmo, fundadora de Maminat, una marca española de cosmética natural y artesanal que entiende la belleza como un concepto holístico que abarca la salud, el equilibrio emocional y la sostenibilidad. Natalia comparte con nosotros su experiencia y conocimientos sobre la importancia de elegir un protector solar que cuide tanto nuestra piel como el planeta.

«Los filtros físicos no se absorben en la piel, sino que actúan como una barrera reflectante de los rayos UVA y UVB»

El debate sobre los tipos de filtros solares es más relevante que nunca. En esencia, existen dos grandes categorías: los protectores solares físicos (o minerales) y los químicos.

«Los filtros físicos no se absorben en la piel, sino que actúan como una barrera reflectante de los rayos UVA y UVB», explica Natalia. «Están formados por minerales naturales como el dióxido de titanio o el óxido de zinc, que son sustancias seguras y muy efectivas para proteger la dermis».

(Foto: iStock)

Estos ingredientes minerales funcionan mediante un efecto de rebote, es decir, reflejan y dispersan la radiación solar, evitando que penetre en las capas profundas de la piel. Por ello, «los protectores físicos son altamente recomendados para niños menores de tres años, personas con piel sensible, con cicatrices o intolerancias, y también para mujeres embarazadas», añade.

«Los filtros del protector químico, derivados del petróleo, pueden provocar reacciones alérgicas»

En cambio, los protectores solares químicos contienen compuestos sintéticos derivados del petróleo, como oxibenzona, benzofenonas, octinoxato o homosalato, que absorben la radiación y la transforman en calor. Sin embargo, «estos filtros pueden provocar reacciones alérgicas, ser disruptores hormonales y afectar negativamente al ecosistema marino», advierte Natalia.

«Es fundamental elegir protectores solares con ingredientes que sean biodegradables y respetuosos con el entorno marino»

Más allá del cuidado personal, uno de los grandes problemas que rodea a los protectores químicos es su efecto sobre la vida marina, especialmente los arrecifes de coral. Estudios científicos han demostrado que sustancias como la oxibenzona y el octinoxato son responsables del blanqueamiento y la muerte de corales, un fenómeno que debilita la estructura y reduce la biodiversidad marina.

(Foto: Maminat)

«El coral es la base de muchos ecosistemas marinos y, al dañarlo, se afecta la cadena alimentaria y la supervivencia de numerosas especies», afirma Natalia. «Por eso es fundamental elegir protectores solares con ingredientes que sean biodegradables y respetuosos con el entorno marino».

Los océanos son también una fuente vital para la humanidad, regulando el clima y proporcionando alimento a millones de personas. Cuidarlos no es una opción, sino una obligación que empieza en acciones tan simples como elegir un protector solar adecuado.

«El protector solar físico se pueden aplicar justo antes de la exposición solar porque actúan como una pantalla reflectante, mientras que el químico debe aplicarse al menos una hora antes»

La protección solar es la principal barrera contra enfermedades cutáneas relacionadas con la exposición al sol, como el cáncer de piel, el envejecimiento prematuro y las quemaduras. La dermatología recomienda aplicar un protector con un factor de protección alto, especialmente en pieles claras o sensibles.

«Un SPF 50, por ejemplo, multiplica por 50 el tiempo que tu piel puede estar al sol sin quemarse», explica Natalia. «Si tu piel aguanta 10 minutos sin quemarse, con SPF 50 estarás protegida hasta 500 minutos, lo que aporta mucha mayor seguridad».

(Foto: Freepik)

Además, Natalia señala que «los protectores físicos se pueden aplicar justo antes de la exposición solar porque actúan como una pantalla reflectante, mientras que los químicos deben aplicarse al menos una hora antes para penetrar la piel y hacer efecto.”

En cuanto a la salud y el bienestar, Maminat incorpora ingredientes naturales con propiedades regenerativas, como el aloe vera, que «alivia y calma la piel tras la exposición al sol, ayudando a prevenir quemaduras y mejorar la hidratación».

«Nuestros productos salen del taller cuando los compras, son artesanales y sin ingredientes dañinos»

La propuesta de Maminat va más allá de la cosmética convencional. Su filosofía busca conectar el cuidado personal con la sostenibilidad y la armonía emocional. «Creemos que la belleza es un reflejo del equilibrio entre cuerpo, mente y emociones», comenta Natalia. «Por eso, nuestros productos son frescos, naturales y respetuosos tanto con la piel como con el medio ambiente».

Esta visión también implica un compromiso con la transparencia: «Nuestros productos salen del taller cuando los compras, son artesanales y sin ingredientes dañinos», añade.

(Foto: Freepik)

«Si ves óxido de zinc o dióxido de titanio, el protector solar es físico; si aparecen oxibenzona, benzofenona u otros nombres químicos, es un filtro químico»

Para evitar confusiones, Natalia recomienda prestar atención a la lista de ingredientes, conocida como INCI. «Si ves óxido de zinc o dióxido de titanio, el protector es físico; si aparecen oxibenzona, benzofenona u otros nombres químicos, es un filtro químico».

También aconseja optar por fórmulas que no contengan parabenos ni otros conservantes sintéticos que dañan el ecosistema.

Finalmente, la elección del protector solar debe ajustarse al fototipo y el tiempo de exposición. «Si buscas comodidad y máxima protección, un factor 50 es la mejor opción para el verano», concluye.