El mundo de la alta costura es uno de los grupos exclusivos en los que entrar es todo un reto y, además, de que tienes que demostrar que estás a la altura. ‘La Chambre Syndicale de la Couture Parisienne’, es una asociación de modistos parisinos fundada en 1868 como resultado de las asociaciones medievales que regulan a sus miembros en cuanto a la creación de colecciones, fechas de aperturas de estas, número de modelos y todo lo necesario para llevar a cabo el calendario de la alta costura. Sus estándares de entrada son altos, ya que tienes que haber diseñado para clientes privados, tener un atelier en París, presentar un mínimo de 50 diseños cada temporada con creaciones para día y noche, crear todas las piezas a mano y que cada una de ellas lleve un mínimo de 500 horas de trabajo, aparte de ello, tener un reconocimiento por parte de la prensa y una valoración positiva de la misma. Todo ello se aplica a nivel global y, en definitiva, cualquier marca que quiera decir que confecciona alta costura, tiene que pertenecer a las líneas de esta exclusiva asociación.
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Las solicitudes son masivas y las aceptaciones escasas, pero una de ellas, no muy sorprendente, fue a la diseñadora Guo Pei, la primera diseñadora asiática de alta costura que ha conseguido lanzar su marca a nivel mundial. Creada en 1997, esta casa de moda no tenía casi competencia, ya que la alta costura en Asia no se habituaba.
Los comienzos fueron difíciles, porque en esa época Asia no estaba tan en boga, pero cuando la afluencia de materiales y la riqueza del país comenzó a crecer, Pei comenzó a acumular más clientes y se puso al servicio de las necesidades y gustos de una clase emergente de empresarias y personalidades de los medios y del espectáculo, así como a vestir a las mujeres e hijas de los oficiales del partido.
Aunque ella contaba con una carrera, su gran momento llegó en la Gala del MET de 2015, cuando la cantante Rihanna vistió uno de sus diseños, a parte de la aparición del mismo en el aclamado documental de moda ‘The First Monday of May’, donde se refleja el trabajo que hay detrás de tan aclamada gala. Además de ello, ese mismo año, las creaciones de la diseñadora fueron expuestas en la exposición semipermanente de moda ‘China: Through the Looking Glass’ en el Metropolitan Museum de Nueva York y el Museo de Artes Decorativas de París mostró en sus galerías una exposición dedicada exclusivamente a la diseñadora.
En el año 2017, fue aceptada en la Cámara Sindical de la Alta Costura de París, aunque el negocio de la diseñadora sigue afincado en Asia y, hoy en día, tiene más de 500 empleados creando piezas de ensueño para clientas de todo el mundo. No le fue fácil entrar en la cámara francesa, ya que los componentes más escépticos decían que no la iban a aceptar porque era china y que sus posibilidades apenas llegaban al 1%, pero subestimaron su potencial y finalmente, su talento le hizo ingresar en la reconocida asociación junto a grandes casas como Givenchy, Alexander Vauthier, Giambatista Valli, Jean Paul Gaultier, Chanel, Dior, Stèphane Rolland, Valentino, Armani o Elie Saab, entre otros muchos.
Sus colecciones siempre han fundido el arte y la moda en un universo de misticismo y magia, junto con los caprichosos vuelos de fantasía que toma con los temas de sus colecciones de alta costura, a ella también le gusta explorar nuevas telas y técnicas. No solo aporta poseía a su trabajo, sino que también tiene un espíritu de búsqueda de esencias que se fusionen con su estilo y ser capaz de crear piezas que sean visualmente impresionantes y a la vez puedan aunar una formada inspiración. La cultura asiática es uno de sus principales mantras y lo intenta representar bajo una forma modernizada, jugando con los volúmenes y las formas con el objetivo de crear elementos novedosos y actuales.
En la actualidad, los diseños de Pei son celebrados a nivel mundial, pero no solamente los museos se pelean por tenerlos entre sus vitrinas, sino que marcas globales como Barbie o The Rug Company, se han querido asociar con este nombre tan referente en el mundo de la moda para sacar diseños exclusivos y aportar ese toque asiático en sus diseños.
Otro de sus grandes logros ha sido lanzar un libro de moda, de la mano de la editorial Rizzoli, llamado «Couture Fantasy», que compone una obra visual con alguno de sus grandes diseños.
A parte de ello, sus exposiciones siguen siendo itinerantes y se puede visitar, a día de hoy, en el Bowers Museum de California donde están visibles algunas de sus grandes creaciones. Aunque su última colección fue presentada en el 2020, desde la pandemia, su objetivo se ha centrado en seguir trabajando para todos sus clientes de alta costura, creando diseños exclusivos y a medida, aparte de seguir con las colaboraciones que tenga presentes con otras marcas.
