Entrevistamos a la diseñadora Elisa Rivera: «Me enorgullece decir que tengo clientas de hace 40 años»
Elisa Rivera siempre ha sido una de las tiendas más elegantes de Madrid. Su precioso escaparate, en pleno Jorge Juan, siempre es de los más admirados. Pero Elisa cuenta con más tiendas y mucha más historia. Hemos hablado con su diseñadora y fundadora del proyecto de los inicios, del presente y del futuro. Del rebranding, de los nuevos tiempos junto a su hijo y de cómo ha evolucionado la moda española. Hemos charlado largo y tendido con la diseñadora Elisa Rivera.
Pregunta: Elisa, tu amor por la moda, por las tendencias, por la decoración… Te hizo abrir tu primera tienda muy alejada de las grandes ubicaciones con las que contáis ahora. ¿Cómo fueron esos comienzos?
Respuesta: Efectivamente vivía a las afueras de Madrid con hijos muy pequeños. Para estar cerca de ellos, decidí abrir una tienda en San Agustín de Guadalix donde vendía piezas de arte, decoración y moda. Fueron años de mucho trabajo y aprendizaje, pero fue donde nació mi pasión por crear los mejores estilismos para cada una de mis clientas. Me enorgullece decir que tengo muchas clientas desde hace más de 40 años, y que hoy en día sus hijas y nietas siguen vistiéndose con mis diseños.
P: ¿Cómo localizabas esas marcas difíciles de encontrar? Porque claro, esos tiempos no eran los de ahora, que tenemos todo a golpe de click…
R: A finales de los 70 todo era muy diferente, la mujer vestía mucho más uniformada y el acceso a viajes e información era complicada. Pocas éramos las mujeres que viajábamos solas por ferias internacionales buscando novedades y marcas desconocidas en España. Devoraba las revistas de moda y me encanta observar cómo vestían las mujeres en Londres, París o Milán.
P: ¿Qué podíamos encontrar en la tienda Elisa Rivera de aquel entonces? ¿Cómo era la moda de los años 70?
R: En un principio era una ‘tienda de cosas bonitas’. Mezclaba esculturas de artistas amigos, cerámica, y marcas de moda puntera. Más tarde, fui decantándome por la moda y ya en los 80 y 90 vendía muchas de las grandes firmas: Ungaro, Valentino, Armani. La moda a finales de los 70 era mucho más sobria. Recuerdo el ‘traje de chaqueta’ como el gran protagonista. Sin embargo, ya en los 80 la extravagancia y el exceso lo inundó todo. Lo bonito de la moda es que siempre va reflejando la cultura y la sociedad de cada época.
P: De trabajar con las grandes firmas de lujo a diseñar vosotros las prendas… ¿cómo fue esa transición?
R: La creación de mis primeras prendas fue una verdadera necesidad; no encontraba una moda más étnica y personal. Comencé por pura diversión creando prendas realmente diferentes y mi sorpresa fue la gran acogida de mis clientas. Ahí comencé a desarrollar mi gran pasión y mi colección cada vez tuvo más protagonismo en mis tiendas.
P: Creo que el adjetivo elegante es uno de los mejores que define ese concepto, ¿te sientes reflejada?
R: Sí me siento reflejada. A la hora de crear, siempre buscamos diseños pulcros y sofisticados, caídas sutiles y estilosas. Nuestro universo es clásico pero fresco, lujoso pero accesible, sobrio pero con un punto exótico. Eso sí: si tuviéramos que definir la firma en una palabra, sería la elegancia en su sentido más amplio.
P: En el año 2002 cuando tu hijo se incorpora a la empresa, ¿por qué se toma esa decisión? ¿Qué supone su entrada?
R: Siempre he estado muy unida a mi hijo, y desde muy pequeño me acompañaba en mis viajes, ferias y showrooms. Después de que adquirió experiencia en otros sectores la pasión de ambos por la moda nos
llevó a embarcarnos en el proyecto que es hoy ‘Rivera’. Con su entrada consolidamos y desarrollamos la empresa para poder ofrecer nuestras creaciones en toda España e internacionalmente.
P: ¿Cómo ha evolucionado la marca Rivera desde sus inicios hasta ahora?
R: Nuestra pasión e ilusión por el oficio hace que constantemente estemos aprendiendo y evolucionando. Cada vez las colecciones son más extensas, ofreciendo todo tipo de prendas y complementos. Sin embargo, el deseo de Rivera sigue siendo el mismo desde sus inicios: resaltar la belleza de todos los cuerpos, brindar un altavoz a la identidad personal. Encarnar la máxima de que, ante todo y sobre todo, la moda es nuestra segunda piel.
P: ¿Y cómo ha evolucionado la moda española desde tus inicios? ¿Nos tenemos que sentir orgullosos de nuestro trabajo?
R: Efectivamente es un orgullo que marcas españolas estén en las principales calles comerciales de todo el mundo. Además, cada región tiene una vinculación con sus raíces que hace que España ofrezca una gran
diversidad de tendencias y que actualmente seamos una referencia del diseño internacional.
P: ¿Cómo definís la mujer Rivera?
R: Rivera se dirige a todas las mujeres de todas las generaciones que buscan un constante equilibrio entre funcionalidad y sofisticación, modernidad y atemporalidad, sostenibilidad y versatilidad. Su deseo es claro: lucir una imagen elegante con prendas que trasciendan el tiempo y la moda.
P: ¿Y cómo crees que viste la mujer española?
R: Hay mucha inquietud por la moda. Con la globalización y en especial con las redes sociales, las tendencias las absorbemos rápidamente y la mujer española se adapta a gran velocidad a los cambios. Hoy en día es una mujer muy cosmopolita.
P: ¿A quién os gustaría ver con vuestras prendas?
R: A cualquier mujer que conecte con nuestro elemento diferenciador y verdaderamente disfrute llevando nuestras prendas.
P: ¿Alguna prenda estrella en Rivera o alguna a la que tengáis especial cariño?
R: Los chalecos son un must en nuestras colecciones, con ellos conseguimos muchos contrastes y variaciones en los estilismos. Sin embargo, a nosotros nos gusta resaltar que no vendemos prendas, vendemos ‘una imagen’. Siempre presentamos en nuestras tiendas físicas y online un concepto de moda. Una prenda aislada no te diferencia. Nuestra gran aportación es que mostramos a nuestras clientas cómo lucirlas y combinarlas para sacar el mejor partido.
P: ¿Cuáles son vuestros sueños con Rivera?
R: Seguir disfrutando y aprendiendo cada día de nuestro oficio. Evolucionar y dar el mejor servicio a nuestras clientas. Hemos visto durante todos estos años, que, siguiendo esta máxima, los éxitos vienen
solos.