Amalia de Holanda ha dejado huella en España de múltiples maneras durante el último año, y no sólo por su presencia. Tras vivir en Madrid para su seguridad debido a amenazas en su país, la heredera al trono neerlandés ha querido agradecer a la ciudad donando un jardín de tulipanes. Ha sido en la Plaza de Oriente y en tonos blancos y naranjas que florecerán en primavera. En los Juegos Olímpicos, su complicidad con el Rey Felipe VI reveló una amistad sincera que ha estrechado los lazos entre ambas familias reales. Estos gestos de afecto y gratitud nos han conquistado, así como su reciente aparición con un histórico collar de diamantes, parte del tesoro familiar, deja claro que su conexión con España va más allá de lo diplomático, transformándose en una admiración mutua que se manifiesta en cada una de sus apariciones. Repasamos estos grandes momentos de la princesa.
La princesa Amalia, que el próximo mes de diciembre cumple 21 años, ha sabido ganarse la simpatía del público en cada paso de su estancia. Durante 2023 vivió discretamente en Madrid mientras continuaba sus estudios en la Universidad de Ámsterdam de manera virtual.
Este exilio temporal se debió a las amenazas de un grupo de crimen organizado, un periodo difícil que la joven afrontó con el apoyo de su familia, de la Casa Real española y el Estado, que facilitó su estancia en la capital.
La princesa, acostumbrada al protocolo real desde niña, mostró una gran resiliencia en estos tiempos difíciles y no perdió la oportunidad de estrechar lazos con España, dejando un grato recuerdo que ha querido materializar con una donación especial. La ciudad de Madrid contará, gracias a ella, con un nuevo jardín de tulipanes, simbolizando su agradecimiento hacia todos los que le brindaron una cálida acogida. «Madrid fue mi hogar durante este tiempo especial, y quiero expresar mi agradecimiento a sus habitantes», expresa Amalia en un comunicado.
Además de su estancia en Madrid, la princesa Amalia también hizo evidente la complicidad con el Rey Felipe VI en los recientes Juegos Olímpicos. Ambos asistieron juntos a la final de baloncesto 3×3 femenino, donde compartieron risas, comentarios y la emoción del juego. Las imágenes de ambos en el evento reflejaron una conexión amistosa.
Heredera al trono neerlandés
Otro momento en el que la princesa Amalia deslumbró fue el pasado septiembre, cuando apareció en una cena oficial junto a sus padres, los reyes Guillermo y Máxima. Amalia lució un elegante vestido azul oscuro, de Alex Perry Rowan, pero lo que realmente captó la atención fue el histórico collar de diamantes que llevaba, una joya con una profunda historia familiar. Este collar tipo choker, que perteneció a su tatarabuela, la reina Guillermina, es una joya de gran significado en la familia real de Orange.
La reina Guillermina lo recibió como regalo de bodas de su madre en 1901 y el collar ha sido desde entonces una pieza emblemática en la dinastía holandesa. Esta joya fue elaborada por la firma alemana Koch y refleja el linaje y la responsabilidad que la princesa Amalia llevará en el futuro.
En España, la princesa deja una huella que seguirá floreciendo cada primavera en su jardín de tulipanes, en la Plaza de Oriente