Así es Wes Gordon, el joven director creativo de Carolina Herrera
La moda es una pasión, un sentimiento que, por mucho que la estudies y la memorices, es una profesión que la tienes que llevar en las venas. Muchos lo calificamos como un arte más, junto a otros puntos importantes como el cine, la arquitectura o la danza, puesto que todo el trabajo que tiene detrás es algo más que un arte. Este oficio tiene muchas vertientes, pero la más complicada y competitiva es la del diseño, un área en la que muchos quieren entrar, pero el embudo para pasar hasta el éxito es muy estrecho. Muchos estudian en las mejores escuelas, desarrollan sus conocimientos en grandes universidades, pero necesitan el don de la creatividad, de esa imaginación disparatada que crea formas imposibles y las consigue adaptar al cuerpo femenino. Esta historia le es familiar a un diseñador que es del medio oriente de Estados Unidos, de una ciudad llamada Chicago. Su nombre puede que suene, o no, puesto que su discreción es su mayor tesoro, hablamos de Wes Gordon.
Con una actualidad triunfadora, el diseñador treintañero se encuentra al frente del departamento creativo de la prestigiosa casa Carolina Herrera. Su motivación por la moda vino por su madre y no porque se dedicara al mismo sector, sino por su belleza, eso le inspiraba al diseñador para plasmarlo en sus primeros bocetos. “Es una mujer hermosa y elegante. Verla prepararse para un evento fue un entrenamiento de moda para mí”, afirmaba Gordon en varias entrevistas.
Amante del cine y de la moda, el creador se trasladó a Londres, nada más acabar el instituto, para asistir a la prestigiosa Central Saint Martins, donde se graduó con honores y se especializó en el armario femenino. De vuelta a los Estados Unidos, su habilidad con la creatividad le hizo pasar una temporada trabajando en Óscar de la Renta y Tom Ford, antes de lanzar su propia marca. No le fue nada mal con esta, puesto que los ambiciosos compradores de Harrods y Saks Avenue, pusieron la vista en este joven creador, gran defensor de la elegancia femenina y con una curiosa habilidad con la aguja. En 2014 fue nominado a los premios CFDA Swarovski en la categoría de Mejor Diseñador de Moda Femenina. Acudió a la ceremonia acompañado de la modelo Liya Kebede.
Quien le iba a decir que, en pleno auge de su carrera, iba a llamar a su puerta una de las casas que representa mejor a la mujer, al estilo clásico y la elegancia, la marca Carolina Herrera. La gran dama de la moda neoyorkina quería rebajar la intensidad de sus funciones en la marca y buscaba un sustituto que ejerciera como director creativo. El encuentro en Nueva York entre Gordon y Herrera se zanjó con el traspaso de carteras, aunque todos sabemos que la de Caracas continúa ligada a la compañía, que ella misma fundara, en el papel de embajadora.
No tardo en subirse a la pasarela de mano de su nueva casa y Gordon debutó como director creativo en 2018 con el desfile de la colección de primavera-verano 2019. Los miedos de los expertos era sobre el posible cambio radical que el creador podía darle a la marca, pero su propuesta continuista, sigue con el legado de la venezolana pero con un toque extra de osadía. La diversidad y la inclusión son dos de las señas de identidad del trabajo de Gordon. Además, él mismo ha afirmado en varias entrevistas que “En el mundo en que vivimos todo el mundo quiere ser moderno, pero uno no puede serlo sin ser inclusivo. Para mí, Herrera es una fiesta fabulosa en un mundo fabuloso, pero es una fiesta a la que todos están invitados”. También la celebración. “Me gusta la idea de que sólo subir la cremallera de un vestido de Herrera te debería inspirarte a bailar, debería hacerte feliz. Creo que es cómo podemos hacer el lujo y las prendas elegantes relevantes para la mujer de hoy, la idea de que no son intocables”.
La misión de Gordon es celebrar a la mujer, con el pensamiento de que la moda es un espectro creativo muy amplio, el diseñador quiere que toda persona que vista una prenda de Carolina Herrera se sienta poderosa, segura de sí misma y que la prenda sea un complemento más a la personalidad.