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Dra. Paula Rosso sobre mitos y verdades del ácido hialurónico: «Es falsa la idea de que sea permanente»

(Foto: Dra. Paula Rosso)

En el mundo de la medicina estética, pocos tratamientos generan tanto interés, y tantos mitos, como el ácido hialurónico. Para desentrañar la verdad detrás de esta popular molécula, hablamos con la doctora Paula Valeria Rosso Millán, especialista en medicina estética, formadora nacional e internacional de Teoxane Ibérica y cofundadora de la Clínica Lajo Plaza en Madrid. Con más de 15 años de experiencia, Paula Rosso nos ofrece una mirada clara y profesional sobre los usos, riesgos, mitos y realidades del ácido hialurónico.

El mito más peligroso: ¿es el ácido hialurónico permanente?

«La idea de que el ácido hialurónico es un producto permanente es totalmente falsa«, afirma la doctora Rosso con contundencia. Nuestro organismo produce de manera natural una enzima llamada hialuronidasa, encargada de degradar el ácido hialurónico propio y el que se aplica de forma exógena. Esto significa que, aunque los resultados de los tratamientos puedan durar meses, el producto no permanece de forma indefinida en el cuerpo. Y, algo aún más tranquilizador: «Si hubiera algún tipo de complicación, siempre se puede disolver completamente el ácido hialurónico», recalca.

(Foto: Dra. Paula Rosso)

‘Pillow face’: ¿es culpa del producto o del mal uso?

Uno de los grandes temores entre quienes consideran recurrir al ácido hialurónico es el temido aspecto de rostro hinchado o pillow face. La doctora explica que este fenómeno no es culpa del producto en sí, sino del abuso en su aplicación: «Puede ser una visión distorsionada de la belleza, tanto del paciente como del médico. Hay que saber poner límites y entender que, a veces, más no es mejor». De hecho, subraya que, si el tratamiento no ha sido realizado de manera natural, siempre es posible corregirlo disolviendo el producto.

¿Puede el ácido hialurónico cambiar nuestros rasgos?

El ácido hialurónico puede, efectivamente, alterar los rasgos si se utiliza en exceso o en planos inadecuados. «La técnica es clave», advierte la doctora Rosso. «Si colocamos el producto en planos profundos, mantenemos la mímica facial natural. Si lo hacemos en planos superficiales, hay que utilizar tecnologías adaptadas a la gesticulación para evitar un aspecto artificial». El éxito, dice, radica en una correcta valoración anatómica y en la elección de materiales adecuados para cada zona.

(Foto: Dra. Paula Rosso)

El mayor miedo: perder la naturalidad

Uno de los principales temores de los pacientes primerizos es no reconocerse tras un tratamiento. Según Rosso, este miedo es legítimo, pero evitable: «Lo importante es elegir un médico que comparta tu misma visión estética. Hoy, gracias a las redes sociales, podemos conocer el trabajo de los profesionales antes de decidirnos». La clave es encontrar el equilibrio entre ver resultados visibles pero mantener siempre la naturalidad.

Ácido hialurónico en cremas vs. en tratamientos médicos

No todos los productos con ácido hialurónico son iguales. En palabras de la doctora, «la molécula del ácido hialurónico es demasiado grande para atravesar la epidermis». Así, en cremas sólo actúa a nivel superficial, aportando hidratación, pero sin llegar a las capas profundas. En medicina estética, en cambio, se utilizan ácidos hialurónicos reticulados y no reticulados que permiten diferentes aplicaciones, desde la hidratación profunda hasta el soporte estructural del rostro.

(Foto: Dra. Paula Rosso)

¿Es seguro en pieles jóvenes?

Respecto al uso de ácido hialurónico en pacientes jóvenes, Rosso señala que no se trata de la edad, sino de la necesidad: «Muchas veces corregimos déficits anatómicos como ojeras, sonrisa gingival o labios muy finos. El criterio médico y la justa medida son fundamentales para obtener un resultado armónico y apropiado para cada edad».

Cómo saber si te están aplicando ácido hialurónico de calidad

«El paciente siempre puede y debe solicitar la pegatina del producto utilizado», recomienda la doctora. Además, recuerda que todo ácido hialurónico debe contar con el marcaje CE de la Comunidad Europea y el centro estético debe estar autorizado por la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética).

(Foto: Dra. Paula Rosso)

Diferencias entre ácido hialurónico y estimuladores de colágeno

Aunque ambos estimulan la producción de colágeno, su uso es muy distinto. «El ácido hialurónico es insustituible en la armonización facial», asegura Rosso. Además de rellenar, estructura y soporta el rostro, mientras que los estimuladores de colágeno mejoran la calidad de la piel pero no aportan volumen ni soporte anatómico.

Evolución y tendencias actuales

La medicina estética ha avanzado de forma espectacular. «Antes rellenábamos surcos; ahora trabajamos de forma global y holística», explica la doctora. Una de las técnicas más innovadoras que utiliza es la MLT 3.1, en la que combina diferentes tipos de ácido hialurónico en todas las capas del rostro para lograr un rejuvenecimiento completo y natural. «Este tipo de trabajos son ideales a partir de los 40 o 50 años», comenta.

(Foto: Dra. Paula Rosso)

Estilo de vida: el gran aliado del ácido hialurónico

Los hábitos diarios influyen directamente en la duración de los resultados. «Pacientes que no fuman, que se cuidan y tienen una buena rutina de skincare ven cómo sus tratamientos duran más», asegura. Asimismo, recuerda que los rellenos reticulados suelen tener una duración de entre uno y un año y medio, aunque cada paciente debe ser evaluado individualmente.

Cuidados postratamiento y posibilidad de revertir resultados

Tras un tratamiento, la doctora recomienda no tocarse el rostro, evitar el maquillaje y no hacer deporte el mismo día. Pero sobre todo: «Durante las primeras 48 horas no comprimir la zona tratada, porque el ácido hialurónico es maleable». Dormir boca arriba y evitar presiones innecesarias son básicos.

(Foto: Dra. Paula Rosso)

¿Y si algo sale mal? Tranquilidad: «Siempre podemos revertir un mal resultado aplicando hialuronidasa, que lo disuelve», asegura Rosso.