Javier Goyeneche: «No quería ser una empresa de storytelling, sino de storydoing»
Javier Goyeneche, CEO de la firma española Ecoalf, lo tiene claro: el planeta en el que vivimos necesita apostar por la economía circular. No importa para qué tipo de producto, ya sea textil o gastronómico; se convierte en necesaria la remodelación de la cadena de producción y de valor hacia modelos más sostenibles.
Ecoalf apuesta su carta a la moda sostenible
Ya ha revolucionado el mundo de la moda demostrando que es posible crear un producto de gran calidad y diseño haciendo un uso responsable de los recursos naturales, para convertirse en una marca de éxito entre los amantes de la moda, con la sostenibilidad por bandera.
Así, la empresa lleva varios años operando en el sector tratando de crear algunas de las prendas mundiales que menos contaminan del mundo. Como sus zapatillas, por ejemplo. Un modelo cuyo origen y punto de inflexión se remonta al momento en el que decidimos escuchar a la naturaleza, a nuestras necesidades y a observar a nuestro alrededor. «Estos productos que tienen tanta alma, hay que venderlos con la misma alma», explicaba Javier presentando el modelo de producción de la marca. Además, el CEO cuenta que si algo tiene claro es que el hecho de machacar el mensaje y trasladarlo a nuestras próximas generaciones es fundamental: «Es mucho más sostenible comprar una prenda de calidad que perdure algo más cara, que 5 muy baratas que tirarás en poco tiempo. Las compañías tenemos un mensaje y es que toda la cadena de valor se lo crea».
Asimismo, presentó el proyecto Upcycling the Oceans, una de las respuestas para cambiar el ciclo de los productos, en la que sus clientes, expone, son los mejores preescriptores de Ecoalf.
La empresa opera por todo el mundo y tiene previsto abrir en diferentes puntos del planeta. Actualmente, podremos encontrar tiendas en ciudades como Berlin, Tokyo, París o Madrid, entre otras. Método de expansión que encaja a la perfección con una de sus declaraciones durante la charla: «No quería ser una empresa de storytelling, sino de storydoing«.
Productos con alma, más naturales
Que nos estamos cargando el planeta es un mensaje que todos tenemos en mente. Más allá de todos los mensajes publicitarios que últimamente leemos o escuchamos en campañas de publicidad, nosotros mismos estamos siendo testigos de muchas alteraciones paisajísticas y en el ecosistema. Es por ello que la marca Ecoalf decidió ponerse manos a la obra y ha conseguido ser la primera firma española de moda Bcorp. Una certificación privada de empresas que construyen una economía más inclusiva y sostenible.
Si hay dos sectores en el punto de mira del actual consumidor comprometido son precisamente la alimentación y la moda. Ámbitos, además, fundamentales para definir la forma y el modelos de vida de cualquier ciudadano y dos de los que tienen la llave para hacernos ver posible la sostenibilidad como un valor presente y futuro. Todo ello en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
De modo que las empresas ahora están dispuestas a que conformemos un modelo que vida que tienda hacia el desarrollo sostenible. Por un lado, desde el ámbito gastronómico, la carne de codero, cabrito y lechal es sostenible, y busca crear un impacto positivo, así como Ecoalf está en otro de los sectores del punto de mira del consumidor consciente, la moda.
“Igual que el nuevo consumidor compra cada vez más moda producida de modo responsable, como la de Ecoalf, queremos que elija la carne de cordero como la mejor opción para disfrutar de una proteína natural y saludable cuidando del planeta y ayudando a la protección del ecosistema y las formas de vida de nuestro entorno rural”, indica Tomás Rodríguez.
Gracias a la Jornada de Innovación de Interovic, a través de la cual se ha buscado generar impacto en medios sobre la preocupación ingerir y consumir productos cuyo proceso se desenvuelva en consonancia con la naturaleza.
Una declaración de intenciones en toda regla en la que Javier, junto a Tomás Rodríguez, director de INTERJOVIC representan dos voces con medios y ganas suficientes como para cambiar el mundo y la manera de consumir. Entonces, introducir en nuestro comportamiento como ciudadanos acciones que simbolicen preocupación por nuestro planeta debería convertirse cuanto antes en objetivo.